miércoles, 9 de noviembre de 2016

Homenaje a la defensa de Madrid en su 80 aniversario

Intervención de Alejandro Antón, Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid.

Es un orgullo estar hoy aquí para conmemorar el 80 aniversario de la Defensa de Madrid. Lo primero de todo, y hablando en nombre de mis compañer@s del Foro de la Comunidad de Madrid, nos gustaría agradecer la participación de todas las personas y sus organizaciones hoy aquí presentes. Es un placer para nosotros organizar e implicarnos en este tipo de actos, que tienen como objetivo recordar y homenajear a aquellas personas, movimientos políticos y sindicales, voluntarios internacionales que dieron su vida luchando contra el fascismo por unos ideales de libertad, solidaridad y  justicia social.
Con este acto queremos recordar la resistencia heroica del pueblo madrileño, una resistencia que supuso la primera gran derrota de los sublevados y el primer dique de contención frente al Golpe de estado perpetrado contra la IIª República. A través de este homenaje pretendemos poner de relieve la importancia de la memoria colectiva de unos ideales de lucha por un mundo más justo, un mundo en el que el fascismo no tenía cabida. No se trata solo de rendir homenaje a los y las camaradas caídos en la defensa de Madrid, sino de resaltar los valores, principios e ideales por los que ellos lo arriesgaron todo y en muchos casos perdieron la vida. Es de suma importancia que nos hayamos congregado hoy aquí las distintas organizaciones que apoyaron y lucharon en la defensa de Madrid, para recordar y rendir un más que merecido homenaje a aquellos que no perdieron nunca su dignidad en la lucha contra el fascismo, por la libertad y la democracia. Personas que todavía a día de hoy son ninguneadas y olvidadas por las instituciones de este país.
El movimiento memorialista lleva años (desde su nacimiento) recibiendo ataques de múltiples sectores de la sociedad, con el argumento de que la memoria histórica es una cosa del pasado, que sólo trae sufrimiento y dolor al reabrir viejas heridas y separar a los españoles. Otras personas, simplemente, intentan que sigamos sumidos en una burbuja de olvido colectivo, nos dicen que la memoria debe ser algo del ámbito personal, familiar e individual. Mientras, sabemos que en este país los vencedores cerraron sus heridas abriendo brecha en las nuestras. Basta recordar algunos comentarios sobre las víctimas del franquismo vertidos por personajes de dudosa reputación. Como por ejemplo aquella famosa frase de Rafael Hernando que decía: “Los familiares de víctimas del franquismo se acuerdan de desenterrar a su padre solo cuando hay subvenciones”, o las declaraciones de Pablo Casado cuando se refería a los militantes, y personas de izquierdas como carcas  que “estamos todo el día con la guerra del abuelo o la fosa de no se quién”.
Estas declaraciones y muchos otros ejemplos demuestran el carácter imprescindible de este tipo de actos, pero no sólo a nivel conmemorativo, sino también como espacio reivindicativo. Actos, en el que los símbolos e ideas por los que lucharon estas personas tienen que jugar un papel preponderante en el trabajo de recuperación de la memoria, ya que el ejercicio de memoria es un camino esencial a recorrer para transformar la realidad de hoy.
Todos los ciudadanos y las organizaciones presentes aquí hoy tenemos que seguir esforzándonos en recuperar los valores que empujaron al pueblo madrileño a realizar aquella gesta que supuso la primera gran resistencia al fascismo en Europa, y denunciar al mismo tiempo la impunidad y la ausencia de justicia con que son tratados los crímenes perpetrados por el régimen franquista con la ayuda del nazismo alemán y el fascismo italiano. Puede parecer redundante o simplemente absurdo recordar aquí, entre nosotros, a qué fuerzas tuvo que enfrentarse y resistir el pueblo madrileño aquel noviembre del año 36.
No obstante, debemos estar siempre alerta y luchar porque no nos reescriban nuestra propia historia. Es indignante e inconcebible, que hace poco más de un mes, durante el desfile del 12 de Octubre se permitiese que la Legión, reivindicando una vez más la figura de Millán Astray, rinda, para más desfachatez, homenaje a Iñigo Susaeta, vicepresidente tercero en el patronato de la Fundación Nacional Francisco Franco. El mero hecho de que exista una asociación legalmente constituida que se encargue de ensalzar y defender la memoria del mayor criminal que ha conocido este país es, ya de por sí una vergüenza, pero que además reciba condecoraciones en actos públicos, en los que se supone que se está representando a toda la sociedad española, es más que repugnante. Y esto no es algo reciente, todavía tenemos un infausto recuerdo, de aquel año 2004 cuando, durante este mismo desfile del 12 de Octubre, se invitó a participar y se homenajeó, tanto a un soldado republicano español que combatió al fascismo en la División Leclerc liberando París, como a un ex combatiente español voluntario de la División azul nazi, cayendo una vez más en el discurso de la equidistancia y el olvido.
Esta supuesta equidistancia o neutralidad es profundamente injusta y atenta contra la propia democracia, puesto que pone en la misma categoría a las fuerzas que la destruyeron y a las que la defendieron. En un artículo publicado en el diario Público en enero de 2016, el profesor Vicenç Navarro hace referencia a los estudios sobre el fascismo europeo del profesor e hispanista Edward Malefakis, dónde subraya que por cada asesinato político que cometió el régimen fascista liderado por Mussolini, el régimen liderado por Franco cometió 10.000. No obstante, los medios de comunicación, el sistema educativo y la voluntad de enterrarlo todo y de caer en el olvido nos siguen trayendo nefastas consecuencias. Mientras que siempre nos han contado, muy acertadamente, que el régimen de Mussolini fue un régimen criminal y totalitario, por otro lado, se nos ha revestido al régimen franquista como una fatalidad o un episodio inevitable de la historia tras un conflicto entre hermanos.
Se trata entonces de saber qué modelo de país queremos, si un país en el que se rinde homenaje a asociaciones enaltecedoras del dictador, un país donde tenemos el mayor parque temático del fascismo, o si, queremos un país en el que se reconozca la lucha por los derechos humanos y la resistencia contra el fascismo, tan bien representada en la defensa de Madrid. Como bien dice esa famosa frase, compañer@s, sin memoria no hay democracia. Es por lo tanto indispensable recordar lo mejor de nuestro pasado y tomarlo como ejemplo y referente en las luchas de hoy. Se lo debemos a ellos, pero también a nosotros, no queremos vivir en ciudades con un callejero lleno de asesinos, ni que todas esas personas enterradas y olvidadas en las cunetas sigan siendo consideradas criminales.
Paso a paso vamos derribando muros, y os animamos, a todos aquellos que os sintáis identificados con los valores y principios de las personas que hoy aquí homenajeamos, a seguir tejiendo memoria juntos. Ahora se nos abre en Madrid la oportunidad de democratizar el callejero madrileño, debemos aprovecharla y por ello desde el movimiento memorialista hemos propuesto un listado de calles en el que queremos que aparezcan nuevos nombres como el NO PASARÁN o la calle de la defensa de Madrid. Estoy seguro, porque llevamos mucho tiempo haciéndolo y porque nos sobran ganas, de que seguiremos dando la batalla para que, algún día, como ya sucede en muchos otros países europeos, sean reconocidos públicamente aquellos y aquellas que lucharon por la libertad y la democracia en este país. Seguimos en pie y continuaremos reclamando Verdad, Justicia y Reparación.
SALUD Y REPÚBLICA. NO PASARÁN

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