miércoles, 29 de junio de 2016

IU señala que el brexit es "consecuencia de una UE que no responde a las necesidades de las clases populares" y llama a "reconstruir Europa"

La solución al modelo neoliberal impuesto en la UE no pasa por salidas aisladas en clave nacionalista que alimentan la xenofobia.

La eurodiputada y responsable federal de Política Internacional de Izquierda Unida, Marina Albiol, advierte de que “uno de los componentes que han motivado el Brexit es el modelo neoliberal impuesto en la UE, pero la solución no pasa por salidas aisladas en clave nacionalista que alimentan la xenofobia”.
La responsable federal de Política Internacional de Izquierda Unida y portavoz en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, considera que el apoyo de los británicos a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) es “fruto de las políticas económicas austericidas impuestas desde Bruselas y Berlín”, por lo que llama a “construir un nuevo modelo de integración que ponga a las clases populares en el centro de las decisiones”.

Albiol estima que actuar de esta forma “es primordial para acabar con la máquina de generar pobreza en la que se ha convertido la UE”, pero también “para pararle los pies a la extrema derecha que está consiguiendo hacerse fuerte a expensas de una Unión Europea antidemocrática y sin expectativas de futuro para la mayoría”.

“Es el fracaso de la UE de Merkel, Rajoy, Cameron, Hollande y Juncker lo que alimenta a la extrema derecha”, avisa la dirigente federal de Izquierda Unida.

Advierte de que “no tenemos ninguna duda de que uno de los componentes que han motivado el Brexit es el modelo neoliberal impuesto en la UE. Pero la solución no pasa por salidas aisladas en clave nacionalista que alimentan la xenofobia”. Para Albiol, la salida de Reino Unido, “no es una buena noticia, porque se trata de una salida que no cuestiona el modelo económico en su conjunto y que viene impulsada por posiciones de derechas”.

En contraposición a ello, la responsable de Política Internacional de IU señala que “nosotros queremos demostrar a los centros del poder económico europeo que hay alternativa”. Esa alternativa pasa por “cuestionar toda la arquitectura de la Unión Europea y por situar como pilares fundamentales la democracia y la justicia social. La economía debe ponerse al servicio de las clases populares”.

Albiol pone como ejemplo el ascenso del UKIP en Reino Unido o del Frente Nacional en Francia. “Son dos monstruos -afirma- que se han alimentado gracias a las imposiciones económicas de una élite europea que sólo piensa en sus beneficios” y culpa a los dirigentes socialdemócratas, liberales y conservadores de la UE de “adaptar sus discursos, sus programas y sus políticas a las exigencias de formaciones racistas, xenófobas y nacionalistas, con la intención de no perder cuota electoral en lugar de hacerles frente de verdad”.

“Replantear todo el modelo de la Unión Europea es la única salida para acabar con la amenaza del fascismo que cada día está más presente. Hay que poner fin a esa Europa de las reformas laborales, de la pobreza energética, de los desahucios, a esa ‘Europa fortaleza’ insolidaria y cruel, exportadora de guerras y de pobreza, y combatir su discurso y su amenaza. Es una cuestión de derechos humanos”.

Marina Albiol alude también a la cita electoral del próximo domingo y señala que “en el Estado español el PP y el PSOE va a aprovechar esta circunstancia para apelar a la estabilidad y volverán a tirar del discurso del miedo contra la coalición Unidos Podemos”. En realidad, “los únicos que tenemos una alternativa fiable, los únicos que no nos vamos a plegar a los poderes económicos, somos nosotros. Vamos a trabajar por tejer alianzas con los trabajadores y trabajadoras de toda Europa para construir una Europa al servicio de las necesidades de la mayoría social”.

“El Brexit -sentencia Albiol- demuestra que la estabilidad es imposible con sus políticas. La estabilidad no debe centrarse en las cifras macroeconómicas, no es la estabilidad de los mercados lo que debe primar; la estabilidad sólo se consigue a través de la justicia social, no gobernando a golpe de prima de riesgo”.

domingo, 19 de junio de 2016

No al escamoteo de la cuestión europea

La cárcel del euro se va blindando a través de nuevos desarrollos como la unión bancaria y el denominado documento de los cinco presidentes.

Las elecciones de diciembre tuvieron lugar tras una campaña caracterizada por una clamorosa ausencia: la de la cuestión europea. Rajoy aprobó un presupuesto que incumplía deliberadamente con los compromisos del déficit y todo el mundo sabía que al día siguiente de formarse un nuevo gobierno vendría Bruselas exigiendo nuevos recortes. El resto de las grandes fuerzas políticas ignoraron olímpicamente la cuestión o, incluso, se dieron el lujo de utilizarla electoralmente como prueba de la insolvencia del PP. A lo largo de estos meses de dimes y diretes el asunto ha seguido ausente. Sólo al final, cuando Bruselas ha empezado a mugir, el candidato Sánchez se ha limitado a decir que intentaría negociar un aplazamiento. En las jornadas del Plan B de Madrid el portavoz económico de Podemos interrogado sobre la cuestión vino a decir lo mismo, que ellos negociarían un relajamiento de las exigencias. Como quisieron hacer Tsipras y Varoufakis justo un año antes, con el resultado conocido.

Si algo se ha ido confirmando en este tiempo es que la crisis no amaina y que la pretendida recuperación no es tal. De ahí el repunte del déficit y la escalada de la deuda y su carga. Mientras tanto, la cárcel del euro se va blindando a través de nuevos desarrollos como la unión bancaria y el denominado documento de los cinco presidentes, por no hablar del TTIP y demás. La reacción del núcleo duro de la UE a la fragilidad creciente de su proyecto es endurecerlo con el apoyo de Obama. Este es el panorama que nos encontraremos el 26 de junio, tras la noche electoral y la pregunta es ¿qué vamos a hacer ese día? Por cierto, tres días antes de las elecciones será el referéndum británico. Si, como probablemente ocurra, en el referéndum sale seguir dentro de la UE, el modelo de “integración a la carta” de Cameron se contagiará a otros países. Por no hablar de los desacuerdos entre el FMI y el resto de la troika sobre Grecia o del caos de los refugiados. Ser parte de esta UE es un problema que no se puede eludir.

Uno de los más graves “errores” de Tsipras fue ignorar a su partido y al propio pueblo griego, no sólo tras el referéndum, sino desde el primer minuto. Es más, renunció a la posibilidad de meter al pueblo griego en la pelea desde el principio. Como renunció a tomar medidas tales como la subida de impuestos al capital o la implantación del control estatal sobre sus movimientos por no hablar de la suspensión de los pagos de la deuda. La situación española es diferente, es cierto, pero el tipo de cosas que hay que hacer para poner en marcha las mínimas medidas de emergencia social se parecen bastante. Y el enemigo el mismo: la banca y el resto de barones bandidos, grupos mediáticos incluidos. Lo que Tsipras no se atrevió a tocar. No sería honesto, ni siquiera inteligente, no explicar esto a la gente desde ahora mismo. Porque la verdadera oportunidad para un nuevo proyecto de país pasa por el 26 de junio pero sólo se hará realidad con un pueblo preparado y en pié a partir del día 26.


sábado, 18 de junio de 2016

jueves, 16 de junio de 2016

Lucha y conciencia de clase. Reivindicación pasiva y progresía

O la izquierda sindical, política e intelectual se pone las pilas o un neofascismo populista le comerá el terreno.

Artículo escrito el 1 de Mayo que dedico al recuerdo de los seis jornaleros de Murcia muertos en accidente de tráfico. Jornaleros que trabajaban con contratos esclavistas, a horas y bajos salarios. Es una muestra más de la siempre viva explotación humana.

Reconozco ser una antigualla ideológica y política tan arcaica como este 59 por cien de franceses que, al calor del impacto social creado por las huelgas y manifestaciones que se están produciendo en Francia desde hace meses, con especial fuerza en los últimos días, han visto como se removían sus pensamientos, ideas y hasta sentimientos y declaran que la “lucha de clases” es plenamente vigente. Hace un tiempo tuvo que recordárnoslo el multimillonario norteamericano Warren Buffet, diciendo que claro que existía la lucha de clases y la estaban ganando ellos. Y los progres no se enteran y muchos que dicen ser rojísimos y dicen enterarse, hacen literatura sobre el tema pero no organizan nada en contra de que la lucha de clases la ganen los poseedores de la riqueza, en vez de que se distribuya y redistribuya entre los que la crean.

El pensamiento débil, progre, postmoderno, o como quiera llamarse, hace mucho que borró de su lenguaje normal los conceptos de “lucha de clases”, “clase obrera”, “movimiento obrero organizado”, “huelga general”, sustituyéndolos por conceptos erráticos y etéreos como “intereses diversos”, ”dependientes”, “emprendedores”, ciudadanos”, “los de arriba y los de abajo”…etc. Ni siquiera la crisis global del capitalismo neoliberal, que se ha saldado y sigue saldándose con la aparente paradoja de que en tiempos tan malos para la economía productiva, no para la especulativa, los ricos poseedores de las principales riquezas continúen enriqueciéndose, mientras los parados y trabajadores asalariados, incluso con empleo, se empobrecen aún más, pierden derechos sociales y laborales, tienen contratos esclavistas, empleos precarios, a horas, días, semanas y salarios bajos, haya servido para abrir suficientemente los ojos y entender qué es la crisis.

La lucha de clases está en los intersticios de la producción capitalista, en el trabajo asalariado, en el beneficio o plusvalía, en el comercio neoliberal globalizado, que saquea y empobrece a los pueblos y genera violencia y guerras terribles para mantenerse. En América Latina estamos viviendo un duro momento de la lucha de clases, en el que el sistema quiere volver a recuperar las riendas perdidas en Venezuela, Argentina, Brasil.., y liquidar todos los avances sociales que se han producido en los últimos años. Y la Europa obrera y popular ha dejado sola a América Latina.

Los trabajadores franceses y sus vanguardias sindicales se han echado a la huelga y a la manifestación contra, entre otras cosas, la llamada “reforma laboral”, aprobada y aplicada por un gobierno socialdemócrata, de “izquierdas”, una contrarreforma parecida a las dos aprobadas aquí, una por el gobierno del PSOE, la segunda, más dura todavía, por el gobierno del PP; dos contrarreformas que están degradando y desvertebrando el mercado de trabajo y recortando los derechos laborales, la contratación colectiva y la afiliación sindical. Paralelamente a este proceso de huelgas y movilizaciones ha nacido una especie de 15 M para ocupar algunas plazas y pasar día y noche de parloteo y manos arriba. Algo detrás de lo cual está, como estuvo también detrás del 15M español, manipulándolo, el intento del sistema de reconducir la protesta al territorio de lo encajable y absorbible por éste.

En Francia este resurgir de la lucha de clases, tanto en la realidad social como en el pensamiento colectivo, viene acompañado de otro fenómeno que, aunque se esté produciendo desde hace tiempo, se ha ampliado y acelerado en el último proceso. Me refiero al espectacular avance en la realidad y en el pensamiento colectivo, del Frente Nacional, presidido por Marie Le Pen, una organización de carácter neofascista. Un 40 por cien de los franceses asalariados consultados declara que votarán al Frente Nacional. Y lo que es más grave todavía es la realidad que ya impera en muchos barrios obreros y populares en los que eran mayoritariamente apoyados y votados los socialistas y comunistas, y ahora están votando a un FN porque defiende un programa social que antes llevaba la izquierda y se opone a las guerras que “izquierda” y derecha practican en Francia, a la intervención en Ucrania, a la dependencia lacayuna de EEUU por parte de Europa, y a la UE desde su nacionalismo francés y su radical crítica al funcionamiento neoliberal de ésta. O la izquierda sindical, política e intelectual se pone las pilas en España y en toda Europa, o un neofascismo populista le comerá todo el terreno con programas, propuestas y alternativas, que antes eran patrimonio de lucha de la izquierda. Y esto irá acompañado de xenofobia y racismo y del siempre vivo proyecto del fascismo: actuar en nombre del pueblo anulando al pueblo y eliminando a sus organizaciones.

Como resumen, en Francia, como ha sucedido en otros momentos históricos, se producen hechos sociales, políticos y culturales, que la izquierda que no se entrega ni abandona sus principios, valores y programas, debe tener en cuenta.

viernes, 10 de junio de 2016

Alberto Garzón: “La prioridad es atajar la emergencia social en nuestro país”

"La militancia ha dado un ejemplo brutal en este proceso de convertir al PCE y a IU en una parte activa de un proceso de transformación social"

Mundo Obrero: ¿Cómo valoras el proceso del programa asambleario que concluyó ayer?
Alberto Garzón: Ha dejado de relieve que es un proceso muy interesante para mucha gente, como experiencia y aprendizaje. Es la primera vez que la militancia ha podido votar directamente a la dirección y también la primera vez que se hacía un proceso con tanta importancia en las fases previas a lo que es el acto de elección formal del coordinador, y en este caso también de la ejecutiva.

Desde enero hasta junio ha habido una participación muy importante a través de los diferentes mecanismos que se han habilitado. Creo que es un ejemplo de profundización de la democracia interna que ayuda a que sea una asamblea mucho más dinámica.

M.O.: El respaldo tanto en las primarias como en el resultado de la Asamblea ha sido contundente. ¿Cómo afrontas esta responsabilidad de coordinar la organización?
A.G.: Somos conscientes de que esta nueva dirección va a tener que afrontar una serie de retos que en muchos casos todavía no están concretados. Nosotros vamos a un escenario incierto porque vivimos en un escenario incierto, un nuevo tiempo, una nueva temporalidad de la contingencia, de la incertidumbre en la que estamos inscritos.

No sabemos lo va a pasar el 26J, pero tampoco sabemos lo que va a pasar en los próximos años. Y sabemos que todo es muy volátil. Nosotros lo hacemos desde la convicción ideológica, desde la firmeza y desde lo que llamaríamos la ética de la convicción de que estamos haciendo lo correcto y de que vamos a mantener nuestro rumbo ideológico con tal firmeza que nos va a permitir navegar en estas aguas turbulentas en las que llevamos ya unos años, en los que hemos sido capaces de evitar lo peor y hemos sido capaces de fortalecer nuestra organización. Así que en resumen es un estado de esperanza y de alegría.

M.O.: Se puede decir que ayer nació una nueva Izquierda Unida, al menos una nueva etapa de IU para iniciar el proceso de un nuevo país. Y lo hace además con una dirección muy renovada. ¿Cómo definirías esta IU que salió ayer de la Asamblea?
A.G.: Creo que lo que se cierra es una fase muy compleja para Izquierda Unida, muy turbulenta, en la que lo hemos pasado muy mal, no sólo electoralmente sino organizativamente. Tenemos muchas direcciones que han desaparecido de IU y que se han convertido en gestoras. Y hemos sabido gestionar para evitar lo peor, como decía, y hemos sabido gestionar esa fase de tal forma que hemos llegado a este final que concluía ayer en una de las mejores condiciones posibles, que es con la puesta en marcha de una campaña electoral y con un acuerdo político que nos permite no sólo tener más diputados y más visibilidad sino también ser parte de un proceso que puede transformar la vida de la gente, que es para lo que nos afiliamos en Izquierda Unida. 

Creo que se cierra una fase y se abre un ciclo nuevo donde no sólo hay un elemento de renovación en la dirección, hay una serie de propuestas políticas que apuestan con contundencia por la ruptura democrática. Se ha aprobado una política muy nítida en esos documentos y se ha hecho de una forma muy mayoritaria. Pero es sobre todo el cierre de una fase en la que planteábamos una ética de la resignación y de la resistencia y ahora vamos a una fase distinta que es para gobernar este país, para transformarlo, y es una clave que tiene mucho más que ver con el origen de Izquierda Unida en 1986.

M.O.: ¿Y cómo definirías esta nueva dirección joven y renovada que va a pilotar IU?
A.G.: Creo que es una dirección muy fuerte. Son cuadros políticos de enorme envergadura. Estamos hablando de una dirección joven pero criada y educada culturalmente en nuestra organización desde hace muchos, muchos años y que hemos sido además los que hemos aguantado en este proceso en el que se ha ido gente de IU, cuadros que teníamos que se marcharon o a su casa o a otras organizaciones políticas. Los que nos hemos quedado somos los que vamos a pilotar también este proceso, que es un proceso fundamentalmente ideológico. Los que nos hemos quedado lo hemos hecho por valores y principios muy firmes y no por los cantos de sirena que motivaron que se fuera otra gente.
"Esta dirección es absolutamente heredera del espíritu fundacional de IU que es ser un movimiento político social y aspirar a la ruptura democrática"


Esta dirección tiene una convicción ideológica enorme que simpatiza y es absolutamente heredera de ese espíritu fundacional de IU que es ser un movimiento político social y aspira a la ruptura democrática, a la ruptura no sólo con el capitalismo sino con el bipartidismo y la denuncia de la derechización del Partido Socialista. Estas claves que fueron las que movieron el inicio de IU son las que casan mejor con esta dirección. No creo que sea coincidencia ni casualidad que dos dirigentes de aquella época, tan conocidos y renombrados como Julio Anguita y Gerardo Iglesias, hayan apoyado esta candidatura que está conectando con ese origen fundacional de Izquierda Unida y que en el objetivo de fortalecer la organización hemos iniciado un proceso que tiene responsabilidades a cargo de gente joven también pero sobre todo una conexión con la militancia que está muy estrecha en la política de la ruptura democrática.

M.O.: Ayer hablaste de confluencia y de unidad popular interna, tendiendo la mano a todos y presentando una ejecutiva integradora para trabajar juntos en un programa común. ¿Cómo crees que se va a conseguir que por fin todos empujemos juntos el mismo carro?
A.G.: Nosotros hemos tenido un proceso de competición política interna sana, democrática, con otras dos listas, las encabezadas por Paloma López y Tasio Oliver, que mantenían proyectos políticos diferentes en los que había diferencias muy profundas en lo político, en lo relacionado con el sistema del 78, la superación del sistema político y en definitiva el debate clásico ya entre ruptura y reforma. Pero dentro de estas diferencias, nosotros pertenecemos a la misma organización y al mismo proyecto político. 

Nosotros sabemos que con un 75% político de apoyo estamos legitimados para hacer prácticamente lo que quisiéramos porque ganaríamos cualquier votación. Pero no es nuestro estilo. Nuestro estilo es el del consenso, el de la síntesis, el de buscar, allí donde se pueda, los puntos en común.
 

Entendemos que la política ya está aprobada, que los documentos han sido aprobados y que lo que le corresponde a la ejecutiva es desplegar esos documentos. Y por lo tanto eso es un ejercicio de trabajo que requiere de todo el mundo, y eso es lo que nosotros queremos hacer. Desde que conocimos los resultados hemos estado varios días hablando con las otras listas para integrarlas en la ejecutiva de forma proporcional a sus votos para que pudieran integrarse y trabajar. Finalmente han accedido y han aceptado trabajar desde ese punto de vista en lo concreto para hacer despegar esa política que no es la suya, no es la que pusieron en marcha en su documento, pero ellos entienden que como aceptación democrática están mandatados a cumplir con el deseo de la mayoría.

M.O.: ¿Cuáles son tus prioridades como coordinador federal de IU, a parte de la campaña electoral?
A.G.: Nosotros lo que tenemos que hacer es conseguir que IU tenga dos elementos centrales. Uno de ellos es que sea capaz de construir un movimiento político y social nuevo con otra gente. Necesitamos un movimiento político y social porque no podemos tener organizaciones volcadas exclusivamente en lo electoral y lo institucional ya que la conciencia de la gente se cambia en la praxis. Y la praxis tiene más que ver con las movilizaciones, los conflictos sociales, etc. Y necesitamos organizaciones que estén ahí volcadas, en los desahucios, en los conflictos laborales, en los conflictos sociales en general y eso tiene que ser uno de los ejes centrales de IU: la construcción de un nuevo movimiento político y social con otra gente, con gente con la que hemos compartido ya, con gente con la que nos falta por compartir espacios políticos pero con la que hemos estado luchando para parar la privatización de la sanidad y de la educación. Y yo creo que ese es el camino adecuado.
"No queremos reformas en este sistema, queremos un sistema nuevo"


Y luego, además, una orientación política de que no queremos reformas en este sistema sino un sistema nuevo. Puede parecer abstracto pero no lo es. Tiene que ver con si uno está dispuesto a aceptar pactos como el del PSOE y Ciudadanos, o si como hemos hecho nosotros, estamos denunciando ese tipo de pactos que aunque suponen cambio de gobierno no suponen cambio de políticas. Y nosotros lo que queremos es un cambio de políticas.

Las dos tareas que forman el eje del documento aprobado y mayoritario es la de una IU orientada ideológicamente con esos principios y buscando construir un nuevo movimiento político y social. Son las dos tareas fundamentales que tiene que desplegar esta IU.

M.O.: Y de cara a la campaña que ya comienza, ¿podrías adelantarnos algo de cómo va a ser y cuáles van a ser las propuestas programáticas prioritarias?
A.G.: Bueno, creo que las propuestas programáticas prioritarias son siempre las más evidentes para la militancia de IU y para la gente que se siente de izquierdas , que es atajar la emergencia social en nuestro país. Hay miseria, pobreza… El 30% de la población está en riesgo de pobreza, hay un millón y medio de hogares con todos sus miembros en el paro, hay un 12% de trabajadores pobres… En definitiva, tenemos unas circunstancias verdaderamente dramáticas. Y eso es lo que hay que atajar en primer lugar. 
"La gente quiere cambiar el rumbo suicida de este país y eso creo que es lo que empuja a la coalición en las encuestas"


Si uno tuviera que situar una prioridad entre el conjunto de propuestas programáticas que tenemos, sin duda sería esa, la de la emergencia social. Pero eso, lo que nos está diciendo es que ese es precisamente el espacio común que nos permite unirnos con otra gente en un propósito, y el propósito es atajar la emergencia social con ese programa. Y después cada organización tiene su propia demanda de máximos que a veces suponen diferencias con el resto de organizaciones. Pero en este momento histórico concreto hemos entendido qué es lo más importante.

M.O.: La derecha se ha instalado en la campaña del miedo. ¿Qué les dirías a los ciudadanos y trabajadores de este país para combatir y desmontar ese miedo?
A.G.: Creo que no hace falta decir mucho porque la propia gente tiene miedo ya, miedo a no llegar a final de mes, a que tu hijo se marche del país, miedo a que te bajen los salarios, a que te conviertan en un esclavo aún mayor de un caprichoso libre mercado. Ese miedo que existe en la población es el miedo que corresponde con los culpables que han gobernado este país durante tanto tiempo aplicando unas políticas que han conducido a esta realidad social tan dramática. Creo que a esa gente no les cabe ni en la cabeza que nosotros seamos algo que temer. Nosotros somos los que planteamos propuestas en positivo, propuestas esperanzadoras, de alegría que nos permiten construir una sociedad distinta con unas políticas distintas y diferentes. Sin embargo otros partidos han decidido hacer una política del miedo, elevar las banderas anticomunistas para ocultar los fracasos de sus propias políticas. Nosotros no nos vamos a centrar ahí. Vamos a hablar de lo concreto, de lo que le afecta a la gente y de soluciones, que es lo que quiere la gente. Y si somos habilidosos creo que vamos a tener un buen resultado. 
"Nosotros somos los que planteamos propuestas en positivo, propuestas esperanzadoras, de alegría que nos permiten construir una sociedad distinta con unas políticas distintas y diferentes"


M.O.: Como militante del Partido, ¿qué le dirías a nuestra militancia de cara al trabajo que nos queda por delante, de aquí al 26J?
A.G.: Creo que la militancia comunista es una militancia que sabe perfectamente qué es lo importante. Y sabe perfectamente que las organizaciones son instrumentos, y que IU es un instrumento para transformar la sociedad. Y eso es esencialmente el eje de toda política comunista en el sentido de que nosotros definimos un objetivo de sociedad sin clases, de justicia social, de cumplir con los derechos humanos. Un objetivo que tiene instrumentos. Esos instrumento son las políticas y las organizaciones. Políticas como la nacionalización de los medios de producción. Y las organizaciones en las que uno va construyendo en función del momento histórico. Izquierda Unida lo ha sido y lo sigue siendo en este momento. Y nosotros lo que tenemos que hacer es adaptar esta organización a ese propósito. En esos espacios vamos a trabajar con gente que no es comunista, que no tiene las mismas ambiciones concretas que nosotras y nosotros, pero con lo que podemos compartir determinados objetivos que caminan en la línea estratégica que nosotros hemos definido. 
" Otros partidos han decidido hacer una política del miedo y elevar las banderas anticomunistas para ocultar los fracasos de sus propias políticas"


Creo que ahí está la riqueza y el poder aprender también y poder dominar hegemónica y culturalmente ese espacio común donde uno comparte con otra gente que no es comunista pero que al final puede incluso hacer dominante, aunque sea con otras palabras, los principios comunistas, que son en última instancia los principios que rigen cualquier organización como la nuestra. Y en ese sentido la militancia ha dado un ejemplo brutal en este proceso de convertir al PCE y a IU en una parte activa de un proceso de transformación social y no aspirar a lo que otros querían o hubieran querido, entre ellos el Partido Socialista, que es que el Partido Comunista e Izquierda Unida se hubieran quedado en los márgenes de la historia siendo muleta ocasional y eventual del PSOE y otros partidos como Ciudadanos con tal de preservar el mal menor antes que el mal mayor. Hemos evitado ese rol que nos había asignado el sistema, el rol que el PSOE y Ciudadanos quería para nosotros. Hemos evitado ese espacio y eso ha sido gracias al olfato político del PCE, de su dirección y muy especialmente de esa militancia que se ha volcado en los procesos de unidad popular, que se ha volcado en lo concreto, en lo que afecta a los problemas de la gente y no en la liturgia ni en elementos que siendo importantes no son los que ahora más preocupan a la clase trabajadora.
 
"Vamos a trabajar con gente que no es comunista pero con los que podemos compartir determinados objetivos que caminan en la línea estratégica que nosotros hemos definido"


M.O.: En tu primer discurso como coordinador federal hablaste de dejar la ética de la resistencia para pasar a la ética de la victoria de ir a ganar, a gobernar. Por otra parte las encuestas nos sitúan como segunda fuerza, que sube y que está a menos de 3 puntos del PP. Sé que no te gusta hablar de futuribles, pero ¿cuál puede ser la situación el 27 de junio?
A.G.: Creo que hay que ser muy cautos con las encuestas y más en de un escenario de volatilidad. Contienen información interesante pero no es una predicción. Lo que sí es verdad es que manifiesta un clamor que está habiendo en la calle independientemente de las encuestas y que es el clamor de la gente que quiere cambiar el rumbo suicida de este país y eso creo que es lo que empuja en las encuestas a la coalición. 

Pero al mismo tiempo tenemos que ser cautos porque todavía pueden pasar muchas cosas antes del 26J. El sistema no creo que vaya a permitir que Unidos Podemos tenga tanta fuerza. Y creo también que en la hipótesis de que nosotros quedemos en segundo lugar en escaños y votos, las contradicciones las tendrá el Partido Socialista que tendrá que optar por un gobierno de transformación pilotado por la coalición, o por lo que ha definido de forma explícita Felipe González que es
 la gran coalición. Una gran coalición que puede tener formas explícitas o implícitas, es decir con participación en el gobierno del PSOE con Ciudadanos y el PP, o puede ser una coalición más discreta en la que el PSOE simplemente se abstiene para dejar gobernar al PP.
"En la hipótesis de que nosotros quedemos en segundo lugar en escaños y votos, las contradicciones las tendrá el Partido Socialista"


En cualquier, caso la contradicción está claro que va a estar en el tejado del Partido Socialista. Yo creo que hay una parte del partido que quiere una coalición con nosotros, que es la base social progresista, que no es comunista pero comparte algunos de los valores y principios de esta coalición, pero también hay una parte que es la que corresponde a los llamamientos de Felipe González y Corcuera, que pertenecen más a la élite política y económica que a la propia clase trabajadora. En ese sentido es muy difícil saber lo que va suceder, pero creo que habrá una presión brutal al Partido Socialista para que impida que pueda haber un gobierno de coalición, lo cual nos llevaría a un escenario y una batalla de medio plazo.

jueves, 9 de junio de 2016

Encuentran 57 pesticidas en abejas envenenadas

Las abejas en Europa están siendo envenenadas con 57 tipos de pesticidas. El hallazgo, publicado recientemente en una revista científicaJournal of Chromatography, ha sido posible gracias a un nuevo método de detección de pesticidas, y confirma que la alta mortandad de las abejas es debida en gran medida a las prácticas de la agricultura industrial, y en particular debido al uso masivo y rutinario de plaguicidas. La investigación también pone de relieve que “la salud de las abejas es un asunto de interés público, por su importancia para el medio ambiente y nuestra alimentación”.
En España siguen autorizados más de 300 productos peligrosos para las abejas. Y eso se traduce en millones de abejas muertas, tal y como denunciamos y documentamos en Valencia y Murcia el pasado mes de febrero. Por ello, uno de los principales asuntos medioambientales que el próximo Gobierno tiene que abordar es la protección de las abejas. 268.000 personas ya habéis firmado (¡gracias!) pero es importante aumentar la presión y tener listas 300.000 firmas para recibir al nuevo Gobierno. Una cifra redonda que servirá para exigirle la prohibición de los plaguicidas más tóxicos para las abejas.

A la vez que las 268.000 firmas, hemos conseguido pequeños pero importantes logros. La Comunidad Valenciana ha anunciado un plan para controlar el uso de insecticidas y se ha comprometido alcanzar el 20% de agricultura ecológica para 2020 (ahora mismo está en torno al 8%). En el ámbito nacional, se han abierto ayudas específicas para investigación apícola donde una de las líneas prioritarias es justo investigar la mortandad de abejas. Y hace pocas semanas vimos como el IRTA (Investigación y Tecnologías Agroalimentarias) explicaba que iba a poner en marcha un ambicioso proyecto para estudiar el impacto de los plaguicidas sobre las abejas.
No queremos que en febrero del año que viene se repita la misma foto de millones de abejas muertas. Las soluciones están ahí y es momento para demandarlas. Que al próximo ministro o ministra de Agricultura le sea imposible mirar para otro lado. Que oiga nuestro zumbido. ¡Ayúdanos a ser 300.000 personas a favor de las abejas!

GREENPEACE

domingo, 5 de junio de 2016

Quieren inundar el corazón del Amazonas

250 campos de fútbol. Es la superficie que se va a inundar en la Amazonía, a pesar de poner en riesgo el estilo de vida de pueblos como el Xingú y la rica biodiversidad de la zona. Se trata de la presa de Belo Monte, en el estado brasileño de Pará, la tercera mayor presa del mundo. Aunque la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto descubrió hasta ocho mamíferos nuevos en las zonas de selva afectadas, este proyecto polémico ha seguido adelante provocando deforestación, tala ilegal y emisiones de gases de efecto invernadero.

Belo Monte fue concebido durante la dictadura, en 1975, pero llevado a cabo durante los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff. Un proyecto que ha desvelado el modus operandi entre las constructoras y el Gobierno. El expresidente de una de las mayores empresas de construcción del país ha revelado una trama desobornos de 41 millones de dólares que se habría repartido a partes iguales entre varios partidos y las empresas contratistas involucradas.

Belo Monte es más que una megapresa, es el símbolo de la corrupción en Brasil. Y el río Xingú, antes uno de los ríos más ricos en biodiversidad de la Amazonia, es ahora un foco de problemas para Brasil y para el clima planetario. El llenado del embalse ya ha comenzado, pese al incumplimiento de muchas promesas. El obispo de Xingú, amenazado de muerte y con escolta policial desde hace seis años, ha afirmado que el Gobierno ha traicionado al pueblo de la Amazonía, destruyendo su entorno y modo de vida, y a la causa del medio ambiente. También ha dicho que la presa de Belo Monte causará la destrucción del Xingú y el genocidio de los grupos indígenas que habitan en la región durante siglos.

Con todos estos antecedentes, el Gobierno brasileño pretende seguir construyendo megapresas como la de São Luiz do Tapajos, en el río Tapajós, otro afluente del Amazonas. Cuenta para ello con la ayuda de BB-Mapfre, la empresa conjunta formada por la compañía española Mapfre y el Banco do Brasil, que ya estuvo en Belo Monte, y con Neoenergía, empresa participada por la española Iberdrola.Grandes empresas que son cómplices y partícipes de la inundación masiva de la selva amazónica, la violación de los derechos humanos y la desaparición de los pueblos indígenas.

Pero todavía estamos a tiempo. Podemos pararlos. Ayúdanos a salvar Tapajós. Ayúdanos a proteger el corazón del Amazonas.

 GREENPEACE

sábado, 4 de junio de 2016

La agricultura es empleo y futuro



A la PAC deben volver sus funciones de apoyo a la modernización, la sostenibilidad ambiental y la mejora social del campo...alejarla de los perversos principios del mercado.

Vinculada al territorio, la agricultura es una actividad fundamental para mantener la población y los ecosistemas rurales. No obstante, también es la gran olvidada del nuevo modelo productivo que aspiramos a construir. Seguramente algunas mentalidades todavía alimenten la creencia desarrollista que la retrata como un sector atrasado, estancado y sin futuro, aun tratándose de uno de los pocos sectores que continúa generando riqueza -pese a la fuerte crisis internacional- lo que pone de relieve su resistencia y su enorme potencial.

Las alternativas que están surgiendo son muchas y pueden ser interpretadas como un embrión del cambio necesario. Observamos el importante desarrollo de la agricultura ecológica, a partir de la cual se extiende un modelo más sostenible ambientalmente y creador de empleo. Valoramos igualmente el nacimiento de redes alternativas de consumo que acortan la distancia entre productor y comprador y que contribuyen a reducir el coste energético de su transporte sin depender de las tradicionales líneas de distribución. También destacan las experiencias que luchan por el acceso a la tierra y el mantenimiento de las pequeñas explotaciones, es el caso de las cooperativas agrarias y los bancos de tierras públicas.

Siendo todas estas experiencias muy necesarias, no llegarán nunca a ser suficientes sin un proyecto político que las sostenga y profundice. Enfrente tenemos la orientación hacia un mercado sin controles ni regulación, lo que explica el hecho de que la actual Política Agraria Comunitaria (PAC) sea incapaz de mantener los niveles de renta agraria. El contexto, así las cosas, se conforma como un escenario donde el agricultor es como David en lucha con Goliat. La consecuencia de todo ello es un marco de operaciones que obvia el reparto del valor de los productos agrícolas y un reparto justo de la propiedad de la tierra. Nada parece cuestionar, por el momento, la posición de terratenientes y grandes distribuidoras.

Disponemos de innumerables ejemplos donde son los agricultores las primeras víctimas del libre mercado. Desde la crisis del sector lácteo, generada por la negativa a prolongar el régimen europeo de cuotas, hasta los efectos del embargo ruso, donde los productores sufren los costes de la beligerante política exterior de la UE. Las grandes multinacionales de la distribución practican un expolio en toda regla, que hasta ahora ha estado amparado por las autoridades españolas y europeas de la competencia, quienes se han negado sistemáticamente a emprender acciones. El verdadero problema de la agricultura española se encuentra en esta cadena de suministro, en el mercado y en la distribución.

Denostado socialmente y víctima de clichés manidos, la realidad confirma que el empleo agrícola es indispensable, por lo que urge recuperar su importancia como motor económico en las zonas rurales. Existen alternativas a la precarización de trabajadores y trabajadoras del campo y pequeños agricultores y para ello es necesario apostar por el trabajo digno y un reparto justo de las rentas en el sector agrícola. Se han de fortalecer las organizaciones de productores y los sindicatos para que luchen por condiciones dignas en el campo a través del dialogo social. Y como han señalado la Organización Internacional del Trabajo y la FAO, la mejora de las condiciones agrícolas debe servir de motor para el desarrollo rural, junto al necesario mantenimiento y desarrollo de los servicios públicos en zonas débilmente pobladas.

De forma incuestionable -así lo vemos nosotros- el sector primario debe ser considerado un sector estratégico. En un país como España, que goza de una enorme agro-biodiversidad, la agricultura no puede ser tratada como el vagón de cola de la economía, sino que debe estar en el centro de su desarrollo. Y no es sencilla esta tarea: debe prevalecer una concepción diferente de la actividad agrícola y ganadera. Hay que frenar la liberalización del sector primario, hoy amenazado por tratados comerciales como el TTIP. A la PAC deben volver sus funciones de apoyo a la modernización, la sostenibilidad ambiental y la mejora social del campo. En definitiva, arrimar el hombro para alejar a la PAC de los perversos principios de mercado que hoy prevalecen es una labor que nos compete a todos.