sábado, 28 de noviembre de 2020

De la limosna a la justicia

 

LA DESIGUALDAD COMO CONSECUENCIA DE LA CODICIA Y LA CORRUPCIÓN

 Hay determinadas épocas del año, especialmente el tiempo navideño que se aproxima, en las que nos volvemos más generosos y benevolentes y, por tanto, más predispuestos a la caridad, tanto la cercana como la que solicitan las ONG que aprovechan el momento para intensificar sus campañas. La frecuente presencia de activistas callejeros de estas organizaciones nos invita al apoyo económico de todo tipo de causas humanitarias.


En principio parecería muy loable sustentar proyectos solidarios, realizar apadrinamientos, incorporarse al voluntariado… de no ser porque no suelen preguntarse las causas que han conducido a este perfil desigual entre países, regiones e incluso barrios de la misma ciudad. Por qué por nacer en determinadas zonas se corre diferente suerte. Hacer caridad (utilizaremos este término para referirnos a aquellos apoyos que no cuestionan la raíz del problema) puede parecer la mejor opción para aliviar las necesidades inmediatas de nuestros semejantes, sin embargo su alcance queda muy limitado si no realizamos el esfuerzo de cuestionar la desigualdad.

Utilizamos habitualmente el término pobre para referirnos a los países y áreas menos favorecidas del planeta, aunque el término adecuado sea el de empobrecido. Algunos de los Estados habitualmente incluidos en las posiciones más bajas de la lista de desarrollo son inmensamente ricos si atendemos a los recursos naturales, sean de su subsuelo o de su superficie. Ha sido la codicia de los países occidentales (es decir, enriquecidos) unida a la corrupción de las élites locales lo que ha sumido a los pueblos en la miseria, ante la mirada indiferente o cómplice de los países del Norte. En estos casos, trasladarles limosnas o contribuir a pequeños proyectos arregla muy poco porque las necesidades son mucho mayores y porque se precisan soluciones definitivas. Y lo peor es que puede dejar tranquilizadas muchas conciencias que no han sabido o querido llegar hasta la raíz de la desigualdad.

Pensemos en el caso de Haití y en general de los países centroamericanos, arrasados una y otra vez por desastres naturales y donde las ONG (y con ellas el apoyo de la sociedad civil de los países desarrollados) se han volcado detrás de cada suceso. ¿Se ha logrado mejorar la situación? Quizás para lo más inmediato (tiendas de campaña, mantas, alimentos) y con muchos matices, porque no siempre se ha garantizado la distribución ni la seguridad. Sin embargo, hasta que por parte de las Naciones Unidas, los gobiernos y otros organismos internacionales no exista una voluntad decidida de realizar construcciones sólidas y canalizar el agua dentro de un plan urbanístico digno, no habrá una solución definitiva. Porque no se remedia con pequeñas aportaciones particulares sino con un porcentaje significativo (recuérdese el 0,7% del PIB al que se comprometieron los gobiernos en la Cumbre de Estocolmo de 1972) que permita impulsar verdaderos proyectos de desarrollo sostenible.

Auténtica solidaridad

Mientras la solidaridad quede restringida a opciones personales, el sistema dormirá tranquilo pues verá cómo los pobres que genera tienen quién les socorra y además sin cuestionar el por qué de la pobreza. Hoy, que disponemos de información abundante sobre la situación en el mundo, es el momento de interrogarnos honestamente por la raíz de las diferencias sociales. No será difícil encontrar, junto a la corrupción, un comercio desigual que fija los precios de las materias primas lejos de los países de origen, que coloca barreras y aranceles a sus exportaciones, que les impone monocultivos y destruye su diversidad y recursos, que retiene las patentes o que traslada fábricas a los países del Sur para pagar salarios ínfimos e imponer duras condiciones de trabajo. Una voluntad decidida de terminar con la pobreza llevaría a generar unas condiciones de intercambio justas, la reducción/supresión de su deuda y la restitución de nuestros saqueos coloniales y postcoloniales. La aplicación del 0,7% (que hasta la fecha sólo cuatro países llevan a cabo) y las tasas a las transacciones financieras y especulativas (Tasa Tobin) podrían ayudar a disponer de cantidades suficientes para acometer, junto a adecuados planes de formación, definitivos proyectos de desarrollo integral.

La erradicación de la pobreza debe ser hoy la principal tarea para todo hombre o mujer de buena voluntad. Es un problema político y la tarea, por tanto, será la de apoyar a organismos y programas cuyo eje sea la justicia. Hoy sí sabemos cómo se puede terminar con la pobreza (cosa que no siempre fue posible), tenemos recursos y tecnología y lo único que falta es voluntad. Tengámoslo en cuenta cuando ejercitemos nuestro voto pues no todas las opciones son iguales: votemos a quien, decididamente, se comprometa con la erradicación de la pobreza. Nuestras nuevas autovías y trenes de alta velocidad pueden esperar y buena parte de los gastos militares y otras subvenciones inútiles podrían tener mejor destino.

Y paralelamente extendamos una cultura de auténtica solidaridad con los desfavorecidos. Las ayudas inmediatas pueden resultar necesarias en algunas ocasiones pero que no empañen el problema de fondo, el establecimiento de mayores cotas de justicia que nos hagan más dignos y refuercen la fraternidad entre las personas y los pueblos.

jueves, 26 de noviembre de 2020

 CONTRA LA PANDEMIA FASCISTA Y MONÁRQUICA


 No hay soledad porque no hay olvido. No hay olvido porque seguimos en la lucha por el camino que un día trazasteis.

Justicia, ¡quítate la venda de los ojos!

Hacía unos recados por el centro de Madrid y he chocado con un ejercicio de recuerdo reivindicativo, lleno de amor, fuerza, lucha y emoción.

Caminaba por la calle Atocha y a la altura del número 55 observo un hilo humano depositando claveles rojos en el monumento El Abrazo en la Plaza de Antón Martín. Las familias de los abogados de la matanza de Atocha, sus abogadas y abogados y la fundación que lleva su nombre. Sospecho que el alma de Genovés les acompañaba, agradeciendo una vez más el buen uso de su obra.

Frente a la injusticia cometida por la justicia, protestaban en silencio, como sucediera en el entierro en 1977 de sus seres queridos y camaradas, por la puesta en libertad del asesino Carlos García Juliá tras condonarle una pena pendiente de más de 10 años de cárcel.


Mientras observaba, compartía los sentimientos de dolor e indignación como colectivo de lucha y reivindicación de la memoria de esa España a la que con tanto interés quieren mantener oculta. ¿Por qué será? Al mismo tiempo pensaba en sus sentimientos más íntimos. Arrebataron la vida a quienes fallecieron tan jóvenes, alegres y llenos de ilusión que trabajaban por un futuro libre y justo. Durante el resto de su vida, cada latido de corazón, cada golpe de aliento de los supervivientes fue y es un dolor insoportable. Y sus familias…

Ha sido breve, en igual silencio se han retirado hacia su cotidianeidad. He reprimido las ganas de correr hacia el grupo y fundirme en un silencioso abrazo infinito como agradecimiento de quienes no estábamos presentes. Pero no hacía falta, sospecho que lo saben. Han recogido el testigo, no se han rendido y siguen luchando por la justicia y la democracia. Ahí están cada 24 de enero y durante cada día de cada año desde 1977.

Vivimos con preocupación momentos de pandemia sanitaria que ha tenido principio y tendrá fin pero vivimos con horror los años/siglos de pandemia fascista y monárquica perfectamente selectiva con las clases sociales. La tragedia es que para esa pandemia hace también años/siglos que sí existe vacuna y el poder del capital no permite inyectarla.

Salud camaradas, compañeras y compañeros, a quienes os fuisteis y a quienes os habéis quedado. A quienes venís a continuación. No hay soledad porque no hay olvido. No hay olvido porque seguimos en la lucha por el camino que un día trazasteis.

Y permíteme camarada Sarabia que a modo de hasta pronto utilice las palabras que durante tantos años salieron de tus labios, de tu corazón, y “pronuncie sus nombres despaciosamente porque así cobra sentido la historia y ponen armonía en el universo: Luis Javier Benavides Orgaz, Lola González Ruiz, Serafín Holgado de Antonio, Luis Ramos Pardo, Ángel Rodríguez Leal, Alejandro Ruiz-Huerta Carbonell, Miguel Sarabia Gil, Francisco Javier Sauquillo Pérez del Arco, Enrique Valdelvira Ibáñez”.

MICAELA S. GIL 

 

martes, 24 de noviembre de 2020

 PCE: el 25N contra las violencias machistas

Este 25 de noviembre que se da en el contexto de la crisis social y económica fruto de la pandemia del Covid-19, las mujeres sufrimos la violencia machista en nuestros hogares más silenciadas, más invisibilizadas y más agudizadas. El confinamiento, la pérdida de empleo y el teletrabajo nos ha recluido en casa, muchas a merced de maltratadores y otras que como cabezas de familia se han visto desamparadas por la falta de corresponsabilidad desde todos los ámbitos: administraciones, empresas y hogares.

Durante las primeras seis semanas de cuarentena se realizaron más de 4.000 detenciones por violencia machista. Aumentaron en más del 50% las llamadas al 016 y más de un 100% su uso online. Y en lo que llevamos de año 37 mujeres han sido asesinadas víctimas de violencia machista.

Asimismo, la pandemia del COVID-19 ha agudizado la desigualdad entre mujeres y hombres y de clase que sufrimos las mujeres. Fuimos las protagonistas con un gran riesgo de contagio en el ámbito sanitario y de los cuidados (empleadas del hogar y atención domiciliaria). Incluso en otros servicios esenciales como el comercio, la alimentación y la limpieza de hospitales. Y desde que se ha iniciado el curso escolar también es esencial otro sector feminizado, el del profesorado que ha reanudado las clases sin medidas suficientes que reduzcan el riesgo de contagios.

Por otro lado, se estima que la nueva crisis económica va a afectar potencialmente a las mujeres más vulnerables que, en muchos casos, dependen económicamente de sus parejas.
La alianza del sistema capitalista y patriarcal se hace más estrecha en condiciones de crisis y nos sitúan aún más indefensas ante las violencias que sufrimos las mujeres, una cruel realidad que viene reflejada en el resultado de la macro encuesta presentada recientemente por el Ministerio de Igualdad, al desvelar que en España más de 11’5 millones de mujeres hemos sufrido violencias por el hecho de serlo.

La macro encuesta refleja las limitaciones y las insuficiencias de una ley de violencia de género que no abarca todas las violencias machistas que sufrimos las mujeres, que permite interpretaciones de sesgo patriarcal y que cuestiona a las víctimas. A eso añadimos la Justicia Patriarcal, misógina y reaccionaria contra las mujeres que sufren violencias machistas, hijos e hijas.

¡Basta ya de violencia institucional! Es imprescindible la reversión de los servicios privatizados a públicos de calidad que garanticen la atención, el buen trato y la protección de las víctimas de violencias machistas.

Sin embargo, hoy las mujeres unidas, podemos ganar a la alianza criminal del sistema capitalista y patriarcal. Por ello quienes la defienden nos temen, nos amenazan y nos criminalizan con falsas acusaciones al feminismo y a las feministas.

Ellos nos quieren en casa, ellos nos quieren sometidas a las violencias y a la desigualdad, ellos nos quieren para su servicio sexual, prostituidas y esclavizadas. Para sus deseos que no derechos reproductivos, utilizadas como incubadoras. Por ello no podemos aceptar ni tolerar más discursos que provengan del trifachito de VOX, de C’s o del PP, que niegan las violencias machistas y acusan a las mujeres feministas de feminazis.

Hoy las mujeres unidas, podemos ganar a la alianza criminal porque tenemos en Unidas Podemos un altavoz en el gobierno y en el Ministerio de Igualdad.

Desde el PCE reconocemos que es un avance el anteproyecto de ley de libertad sexual que inició su tramitación el pasado 3 de marzo y al que el Ministerio de igualdad ha incorporado más de 70 alegaciones.

Vemos con satisfacción las medidas que hacen referencia a la infancia como víctimas de violencia sexual y la incorporación de otras violencias, en la prevención, atención y reparación. La futura ley considera violencias sexuales las recogidas en el Título VIII del Código Penal: agresión, exhibicionismo y provocación, prostitución y corrupción de menores, mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acecho y la trata con fines de explotación sexual, así como la difusión digital de actos de violencia sexual, pornografía no consentida y extorsión sexual. Y se recogerá también como violencia en la reforma de la ley del aborto “los úteros de alquiler”.

Desde el PCE vamos a seguir en la lucha contra este sistema capitalista y patriarcal que explota, maltrata y mata. Llamamos a la unidad, porque juntas somos más fuertes. Tenemos las piezas a favor, podemos ganar la partida.

¡Jaque al patriarcado y al capital! ¡Vivas nos queremos!



 

domingo, 22 de noviembre de 2020

 El giro de timón del techo de gasto

QUE LA IZQUIERDA ESTÉ EN EL GOBIERNO NO ES SUFICIENTE. SERÁ LA GENTE CORRIENTE LA QUE EMPUJARÁ LOS SIGUIENTES CAMBIOS

Pasar de un techo de gasto inferior al 10% sobre el PIB, que aprobaron PP y Ciudadanos, a llegar este año al 16,6%, explica el pánico de las élites

La respuesta inicial a la devastadora crisis económica que ha seguido a la emergencia sanitaria del Covid19 ha evidenciado una forma diferente de abordar las recesiones económicas desde los Estados.

La aprobación del nuevo techo de gasto para 2021 ha consolidado ese giro de timón y cambiado el rumbo. La subida para el próximo ejercicio en más de un 53% con respecto al aprobado para 2020, 68.488 millones de euros, no solo supone un récord de incremento en la serie histórica. Demuestra que la presencia de Unidas Podemos en el gobierno de coalición es útil para la vida de la gente.

Parece que fue ayer pero hace solo poco más de dos años de la moción de censura que desalojó a Rajoy de la Moncloa. Una de las últimas decisiones tomadas por el Partido Popular fue actualizar el programa de Estabilidad 2018-2021 enviado a la Comisión Europea [1] en el que definía la profundización de la senda de reducción del gasto público sobre el PIB hasta llevarlo al 38,6% en 2021, el nivel más bajo en 12 años y uno de los más bajos de toda Europa.

El cambio de gobierno debería haber planteado desde el primer momento una ruptura con la agenda de recorte y jibarización de gasto e inversión pública. Pero el PSOE no respondió de forma inmediata con un cambio en relación a las políticas austericidas. Fueron necesarias duras negociaciones para lograr la aprobación del techo de gasto para 2019 y conseguir una subida del 4,3% y 5.230 millones sobre el aprobado por el PP. Fue un avance pero insuficiente para revertir la dinámica de años de planificado descenso del presupuesto público. Como todos y todas sabemos, la cosa no acabó bien y los presupuestos no vieron finalmente la luz. Elecciones por partida doble y gobierno de coalición con la presencia de Unidas Podemos en el mismo.

El 11 de febrero, el Consejo de Ministros y Ministras aprobó los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública de 2020. Hace 8 meses el techo de gasto del Estado para 2021 se estableció en 131.437 millones de euros [2] con una subida del 5% y 6.230 millones sobre el aprobado en 2019. Era una sensible subida, aunque insuficiente para esa coyuntura, pero la pandemia lo ha cambiado todo y lo aprobado se convirtió en obsoleto en solo un mes.

Si antes era necesario un giro de timón, las brutales consecuencias de la crisis que ha acompañado a la pandemia, han convertido en imperioso ese cambio de políticas.

Y se ha producido

Después de años diciéndonos que las políticas austericidas eran la única forma de abordar económicamente las crisis, la presencia de Unidas Podemos en el gobierno de coalición, ha inclinado la balanza del lado de la mayoría social.

Pero incrementar el techo de gasto más de un 53% solamente es un primer paso. Ni mucho menos estaban las cosas bien para la clase trabajadora antes de los recortes. Nuestro país destina casi 48.000 millones menos que la media de los países de la Unión Europea en políticas de protección social, pensiones, sanidad y educación. Ese es el primer reto.

Por eso la aprobación del techo de gasto y en unos meses de los Presupuestos para 2021 es una buena noticia para la clase trabajadora. Pasar de un techo de gasto inferior al 10% sobre el PIB que aprobaron PP y Ciudadanos, a llegar este año al 16,6%, explica el pánico de las élites. No quieren perder ni sus privilegios, ni la obscena parte de la tarta de la que se apropian. No se van a quedar parados. Habrá que defender los avances.

Y también toca conseguir que la subida del techo de gasto se traduzca en mejoras para la vida de la gente sencilla y precarizada. Hay que seguir dando pasos que consolidarán e incrementarán los avances. Pero eso ocurrirá sí y solo sí, la movilización social empuja la acción del gobierno en el que están nuestras compañeras y compañeros.

Si alguien cree que, por el hecho de que está la izquierda en el gobierno, las soluciones nos vendrán dadas desde el ámbito institucional, se equivoca. Será la gente corriente la que empujará los siguientes cambios, multiplicando el efecto de nuestras diputadas y diputados.

ARLOS SÁNCHEZ MATO  Responsable de Políticas Económicas de Izquierda Unida

 Profesor de Economía Aplicada UCM 

 



jueves, 19 de noviembre de 2020

 Reciclaje y economía circular

 

VERDADES A MEDIAS

  Estamos asistiendo a una verdadera explosión de iniciativas de economía circular que de tan buen grado han asumido muchas empresas. Aparentemente el planteamiento es bueno, pues el objetivo supone alcanzar el residuo cero en base a un proceso conocido como biomímesis en el que, a similitud de lo que acontece en la naturaleza, nada se pierde y todo se aprovecha. En el área industrial, residuos y subproductos encontrarían un segundo uso o aplicación antes de ser descartados.

Para muchos sectores, poder afirmar ante la opinión pública que los desechos de sus actividades pueden ser reutilizados parece ser una coartada para que no se pongan obstáculos ni reticencias a sus procesos, libres ahora de cualquier cuestionamiento ambiental.Pero se trata de una verdad a medias. Pensemos, por ejemplo, en un tema tan controvertido como el plástico. Si, en teoría, gran parte de ellos son reciclables, el problema es que este proceso no se puede realizar en su totalidad, debido a su heterogeneidad. El plástico de una bolsa no tiene la misma composición que el de un envase de margarina, una botella, una bandeja de corcho blanco o una tarjeta de crédito. Por ello, las empresas optan por reciclar plásticos homogéneos (polietileno de baja densidad sobre todo), procedentes de invernaderos o de residuos industriales, dejando las demás fracciones en el vertedero. Asimismo, en la industria del papel se parte, en gran medida, de papel recuperado. Pero no todo lo que se deja en el contenedor es suficiente, hay papel que no se retorna, y las fibras de celulosa se rompen a los 5/7 reciclados, por lo que hay que acudir a la introducción de madera en la cabecera de los procesos. Por tanto, hay muchos procesos y actividades que no pueden considerarse completamente circulares.

Aprovechar los residuos es la última opción, obligada sin duda, antes de perderlos, pero la gran diferencia entre las posiciones ambientales y las empresariales es que las primeras ponen el énfasis en la reducción y el cuestionamiento del consumo dentro de un estilo de vida sencillo y contenido. El fabricante, por el contrario, no quiere límites, su objetivo es producir, publicitar, crear la necesidad y vender. Mínimos costes, máximos beneficios. Poder presentarse ante la sociedad como preocupado por los requisitos ambientales -que en la mayor parte de las ocasiones es si acaso reciclar- muestra la cara amable, no siempre real, del producto a comercializar o la marca que lo patrocina.

Se han creado, incluso, consorcios que viven del reciclaje y que bajo prefijos como eco les interesa que el proceso no decaiga. A más envases, más negocio. Pero, como se ha expuesto, nada tiene que ver con los planteamientos ambientales porque, además de reducir el consumo, clave de todas las contaminaciones y crisis, los envases deben ser reutilizados a través de sistemas de devolución y canje. Y los productos deben ser reparados, con adecuados servicios técnicos que eviten su descarte prematuro.

Es importante desenmascarar estas modas circulares que en poco ayudan a resolver la problemática ambiental. Las razones que las han generado se encuentran en la ignorancia (o indiferencia) sobre los límites que el planeta tiene, aspecto éste que el capitalismo no se encuentra muy dispuesto a asumir pues va contra su propia esencia. Sin embargo, no hay otra vía para detener el crecimiento exponencial de los residuos y de las materias primas que los generan, lo que supone otro modo de pensar y producir, acorde a la visión armoniosa entre el ser humano y la naturaleza que el planeta necesita.



 FEDERICO VELÁZQUEZ DE CASTRO GONZÁLEZ

Presidente de la Asociación Española de Educación Ambiental

viernes, 13 de noviembre de 2020

 

El PCE lo valora como un paso fundamental en la consolidación del sistema público de pensiones contra el neoliberalismo 


El Partido Comunista de España considera positivos los acuerdos alcanzados en el Pacto de Toledo. Suponen un paso fundamental en la consolidación del Sistema Público de Pensiones y su sostenibilidad financiera, considerando la mayoría de las 20 recomendaciones aprobadas, importantes y positivas para esta finalidad. Las medidas recomendadas acallan a quienes de forma permanente venían vaticinando su quiebra.

Nuestra valoración también es positiva teniendo en cuenta el contexto político y económico: frente a la incertidumbre creada por la pandemia, el acuerdo otorga tranquilidad a las y los pensionistas y al conjunto de la clase trabajadora sobre el futuro de las pensiones. Es un avance en la defensa de las pensiones, recogiendo contenidos del acuerdo programático del Gobierno de coalición y de las reivindicaciones del movimiento de pensionistas y los sindicatos de clase.
Entres otras cuestiones, mantiene la separación de las fuentes de financiación –cotizaciones/impuestos- según la naturaleza de las prestaciones; descarga a la Seguridad Social de gastos impropios que pasarán al Estado; da un giro estratégico para aumentar la financiación del sistema vía impuestos, asumiendo el Estado a través de los presupuestos, los ingresos en caso de insuficiencia en periodos de crisis, dando con ello estabilidad a las pensiones públicas, que –además- aseguran su poder adquisitivo con el IPC de forma permanente por Ley, mejorando las más bajas y las no contributivas; o recomienda la derogación de la Ley 23/2013 reguladora del factor de sostenibilidad que impuso el PP.

Las recomendaciones han tenido especial sensibilidad con la situación de las mujeres, al plantear la reducción de la brecha de género y la revisión de las pensiones de viudedad, garantizando la igualdad de trato para las parejas sin vínculo matrimonial.

Constatamos el compromiso de una amplísima mayoría parlamentaria con el mantenimiento de un sistema público, de reparto y solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras frente a los que pretenden aprovechar la crisis del coronavirus para forzar su sustitución por sistemas de capitalización individual.

A su vez, la filosofía y las recomendaciones del acuerdo confrontan con el entramado neoliberal y sus voceros, dedicados a cuestionar la viabilidad del Sistema Público de Pensiones y a defender modelos contrarios a su naturaleza, como la mochila austriaca o los fondos privados de pensiones, que no tienen otra finalidad que hacer asumir a la clase trabajadora los injustos recortes y las privatizaciones de las pensiones. Igualmente, las recomendaciones fortalecen al Gobierno de coalición para la aplicación de las políticas públicas, sociales y económicas necesarias, frente a posibles exigencias de recortes en derechos con los que la Comisión Europea pudiera condicionar el acceso a sus fondos.

Con todo, el desarrollo legislativo de este acuerdo debe cerrar las puertas a cualquier intento de “ampliación progresiva del periodo de cálculo de la base reguladora de las pensiones”, medida regresiva que depauperaría las pensiones, suponiendo un gravísimo perjuicio para la inmensa mayoría de trabajadoras y trabajadores. Al igual que debe mantenerse en todo caso, la naturaleza de las Mutuas como entidades sin ánimo de lucro impidiendo que se abran vías de enriquecimiento a costa de la salud de quienes las deben utilizar.

Por todo ello el PCE:

- Considera muy positivo el trabajo de Unidas Podemos y valoramos que el acuerdo contribuirá a la estabilidad del Gobierno de coalición frenando la ofensiva de la derecha y ultraderecha y sus ansias de continuar las políticas neoliberales que tantos perjuicios ha causado a la clase trabajadora.

- Muestra su convencimiento de que la movilización desde la más amplia convergencia política y social, y el gran consenso producido en torno a este acuerdo, será un incentivo fundamental para su desarrollo y ampliará el respaldo social del Gobierno de coalición, reforzando a un gobierno progresista que, frente a todas las dificultades y asedios, está situando un futuro más claro, social, equitativo, igualitario, justo y sostenible para la clase trabajadora y nuestros pueblos, en el camino de hacer realidad los profundos cambios transformadores que necesitamos.

- Reconoce, valora y agradece a las y los cientos de miles de pensionistas que han llenado nuestras calles para defender el Sistema Público de Pensiones, y al trabajo de los sindicatos de clase, que han contribuido de forma relevante a que este acuerdo sea posible.

Es fundamental la defensa del Sistema Público de pensiones, garantizando pensiones dignas a través de la revalorización del sistema y la sostenibilidad y suficiencia del mismo. Consideramos imprescindible seguir dotando de estabilidad al sistema público de pensiones para avanzar en derechos y derogar las medidas antisociales del PP en la anterior etapa de crisis.





 

sábado, 7 de noviembre de 2020

 

Unidas Podemos vota en el Parlamento Europeo en contra de una propuesta de la PAC sin compromisos sociales y medioambientales

“Lamentablemente, esta PAC solo tiene un bonito envoltorio verde. No va a servir para alcanzar los objetivos medioambientales y de conservación de la biodiversidad de la UE, y puede darle la puntilla a la agricultura traidicional y a las pequeñas explotaciones", explica Mª Eugenia R. Palop. Para Sira Rego, sólo hay una cosa clara: "Los señoritos del barrio de Salamanca en Madrid seguirán siendo los que más fondos europeos reciban, mientras ven desde el sofá cómo nuestros pequeños agricultores se dejan la espalda en el campo"

Tras escuchar las demandas de multitud de organizaciones agrícolas y ecologistas, y después de una semana de votaciones en las que la Política Agrícola Común (PAC) se ha ido vaciando de exigencias sociales y medioambientales, la coalición Unidas Podemos (Podemos, IU y En Comú Podem) ha votado ‘no’ a la posición adoptada este viernes por el Parlamento Europeo.

El pasado martes, cuando la cámara empezó a fijar su posición respecto al texto presentado por la Comisión Europea en 2018, Mª Eugenia R. Palop alertó de que los acuerdos alcanzados “entre bambalinas” por populares (EPP), socialistas (S&D) y liberales (Renew) apuntaban hacia una PAC “escasamente redistributiva y que diluye las exigencias medioambientales”. Este viernes, la sospecha de una PAC hueca se ha hecho realidad. El texto aprobado no satisface las demandas de Unidas Podemos sobre justicia en el reparto, definición clara y financiación suficiente de las prácticas medioambientales, y condicionalidad social y laboral de los fondos.

Entre las ausencias más graves está el rechazo al capping o pago máximo de 60.000 euros, teniendo en cuenta que solo el 2% de los beneficiarios reciben más de esa cantidad. S&D, Los Verdes y el GUE/NGL defendían esta propuesta, pero populares y liberales han logrado establecer el tope en 100.000 euros. “Los ricos seguirán cobrando de la PAC”, ha resumido Rodríguez Palop.

Además, aunque sobre el papel esta PAC tenga una arquitectura verde basada en los nuevos ‘ecoesquemas’ (incentivos para las prácticas ambientales), ni su dotación económica será suficiente (un 20% de los fondos del primer pilar, frente al 30% que proponía Unidas Podemos), ni las condiciones para acceder a estos fondos garantizan que realmente sirvan para desarrollar una agricultura más ecológica.

Por último, ninguna de las enmiendas de condicionalidad laboral presentadas por varios grupos políticos (S&D, Los Verdes y el GUE/NGL) han salido adelante. Es decir, que una ajustada mayoría del Parlamento ha rechazado que los fondos estén vinculados al respeto a los derechos laborales de las personas que trabajan en el sector, y cuyas condiciones de remuneración, alojamiento, salud y protección social a menudo no cumplen unos estándares mínimos.

«Hemos pedido que se adapte la PAC a los objetivos climáticos que se ha marcado la UE y esta propuesta no nos ayudará a cumplir el Pacto Verde Europeo. Hemos pedido que se ajuste el techo máximo de ayudas directas en favor de los pequeños productores y esta propuesta sigue premiando a los grandes tenedores de tierra y a las corporaciones agrícolas. Hemos pedido normas más estrictas para mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en el campo y esta PAC continúa la línea de la precariedad. Hemos pedido medidas específicas para romper la brecha de género y combatir la despoblación y nos encontramos en esta nueva PAC una mera declaración de principios”, ha resumido Sira Rego. “Con esta PAC, que rechazamos, solo hay clara una cosa: los señoritos del barrio de Salamanca en Madrid seguirán siendo los que más fondos europeos reciban, mientras ven desde el sofá cómo nuestros pequeños agricultores se dejan la espalda en el campo”, ha subrayado.

“Lamentablemente, esta PAC solo tiene un bonito envoltorio verde. No va a servir para alcanzar los objetivos medioambientales y de conservación de la biodiversidad de la UE, y puede darle la puntilla a la agricultura traidicional y a las pequeñas explotaciones. La definición de los ecoesquemas, por ejemplo, es demasiado vaga y puede servir para hacer un greenwashing al agronegocio. Estos esquemas serán obligatorios para los Estados y voluntarios para los agricultores, pero lo importante es cómo se van a concretar en cada país, y eso dependerá del signo de cada gobierno. Es una fórmula que no queda atada y que por ejemplo considera que la agricultura de precisión y la digitalización son ‘automáticamente’ prácticas ecológicas, cuando no siempre es así”, explica Mª Eugenia R. Palop. “Lo que se contempla para los jóvenes es escaso, y ya sabemos que no habrá digitalización del campo si no hay relevo generacional. Sobre el enfoque de género de la PAC, lo que recoge el texto es demasiado genérico como para tener una incidencia real”, ha añadido.

Desde hace meses, la exclusión de la izquierda europea (GUE/NGL) y de Los Verdes (Greens/EFA) de la negociación no auguraba nada bueno. Además, el adelanto de la primera sesión de voto y la imposibilidad de votar parcialmente las enmiendas (split voting) han puesto en entredicho la discusión democrática de una de las políticas más importantes de la Unión Europea por su dotación económica (una tercera parte del presupuesto) y su impacto (solo en España hay más de 725.000 beneficiarios). “Es probable que el texto definitivo de la PAC sea menos verde aún, puesto que la división del Parlamento y la exclusión de grupos importantes nos debilita de cara a la negociación con el Consejo y la Comisión”, ha lamentado Rodríguez Palop.