sábado, 25 de diciembre de 2021

La exclusión financiera de la Extremadura vaciada

   

El mundo rural se muere y el problema de la España vaciada aparece como uno de los mayores retos a afrontar. Pero no es algo nuevo. El medio rural llevaba muchos años herido de muerte. El desarrollo capitalista del país llevó al hacinamiento de las personas en grandes núcleos de población de dudosa sostenibilidad y a la destrucción del entorno campesino como medio de vida.

Ahora se tiene conciencia de que vivir fuera de un gran centro urbano es muy duro. Es endémica la falta de servicios básicos. Si no hay suficientes niños y niñas para mantener un colegio se cierra y los pocos que hay tienen que hacer varios kilómetros diarios para asistir a clases. Los centros de salud, en caso de no haber sido cerrados, han sido degradados a casas de socorro y hasta algo tan elemental como cobrar la pensión después de toda una vida de trabajo de sol a sol se convierte en una entelequia para las personas mayores porque han clausurado las oficinas de las cajas de ahorro.

Fusión tras fusión, las entidades financieras se van concentrando en cada vez menos manos. Mientras los capitalistas forjan un monopolio, las primeras consecuencias están a la vista: miles de trabajadores y trabajadoras a la calle, el cierre de cientos de oficinas y la exclusión financiera de una parte de lo que se llama la España vaciada.

LOS DATOS DE EXTREMADURA

La Caja de Badajoz, la Caja de Ahorros de Cáceres y la Caja de Ahorros de Plasencia son nombres que solo las personas más mayores recordarán. Con todas sus pegas, las cajas de ahorro en Extremadura eran las entidades financieras en donde tenían mayoritariamente sus cuentas los extremeños y las extremeñas. Hoy de aquello no queda nada. Era un caramelo muy apetitoso para los bancos y sus representantes en la política -PSOE y PP- no dudaron en ponérselo en bandeja de plata.

Es tremendo el paso de unas cajas que tenían una orientación social a unas entidades bancarizadas en donde lo único que se mira es que cada año se reporten más beneficios. Extremadura ha perdido un 22% de sus oficinas bancarias en los últimos cinco años, 
eso se traduce en que 58.000 personas en la provincia de Cáceres y 2.500 en la de Badajoz no tienen en su municipio un banco que abra a diario o un cajero.

   

Las cifran son alarmantes pero van a más. Este mes Unicaja absorbía Liberbank, entidad heredera de la Caja de Extremadura y con la unión se anunciaba más exclusión financiera de la población. Cáceres sería la provincia en donde tienen previsto cerrar un mayor número de oficinas dentro del plan de ajuste que ha puesto en marcha. En total serían 62 las sucursales clausuradas y otras 16 que dejarían de estar activas en la provincia de Badajoz. La cacereña también sería una de las provincias con un mayor número de despidos. Del total de 1.337 contemplados, le corresponden 112 por 41 que se realizarán en la de Badajoz.

NUEVO NEGOCIO DE LOS BANCOS

Los bancos no dan puntada sin hilo. Son conscientes del problema que están creando en la sociedad por su ansia de maximizar los beneficios y como respuesta a ello han propuesto como solución cobrar dinero público para mantener los servicios que por otro lado son su negocio. Así la Diputación de Badajoz sacó a concurso un contrato de 3,6 millones de euros para instalar cajeros automáticos en localidades de la provincia y la Diputación de Cáceres hizo lo mismo con una partida de 250.000 euros.

Tras la puesta en marcha de estos planes, sin ningún tipo de autocrítica por parte de las Diputaciones que además habían dicho que convertir las cajas en bancos no afectaría a las poblaciones rurales, podemos decir que las entidades financieras en Extremadura cobran dos veces por el mismo servicio: cobran a las personas usuarias de la entidad las diversas comisiones (como la de mantenimiento de la cuenta o la tarjeta de crédito) y a este beneficio le suman ahora que las diputaciones les pagan por tener un cajero con el que poder dar servicio a sus propios clientes.

Un negocio redondo para bancos y cajas a los que la administración debería exigir que dieran el servicio que cobran a la ciudadanía, no pagarles por ello. Pero la inyección de dinero público no parece ser suficiente para que las entidades financieras den servicio a la población rural. Basta el siguiente dato: la provincia de Cáceres tiene 223 municipios, de ellos 135 localidades no disponen de acceso a efectivo.

IU DIO LA VOZ DE ALARMA

Izquierda Unida, a través de su diputada en el Grupo de Unidas Podemos Eva García Sempere, pidió en 2019 al gobierno a través de una iniciativa parlamentaria que especificara si “se va a promover alguna medida para que las entidades bancarias aporten y financien soluciones efectivas a los cierres de oficinas en pueblos pequeños del mundo rural”.

García Sempere registró una pregunta en el Congreso para que el ejecutivo respondiera por escrito, donde recordaba que “el proceso de reestructuración en el que se ha visto inmerso el sector financiero español, la bancarización de las cajas de ahorro y la ausencia de instrumentos públicos financieros, unido a la despoblación de algunas regiones, han provocado que prácticamente la mitad de los pueblos de España se hayan quedado sin sucursal bancaria y sin cajero automático para disponer de efectivo”.

La parlamentaria advirtió que “esta situación dispara el riesgo de exclusión financiera en las zonas rurales, sin que las entidades financieras ofrezcan soluciones satisfactorias, ya que atienden exclusivamente a la rentabilidad del negocio bancario privado”.

Izquierda Unida ya tenía constancia de que algunos pequeños ayuntamientos “estaban destinando recursos para disponer al menos de un cajero automático en la población a través de convenios con una multinacional que cuenta con una extensa red de cajeros”. Además se estaban produciendo concursos públicos para instalar cajeros en pequeños municipios financiados con recursos públicos de las diputaciones.


raFA GONZÁLEZ  

 

martes, 21 de diciembre de 2021

 ¿Comunistas o socialdemócratas?

 

A esta altura de la historia, el movimiento comunista ha sufrido varias crisis. Por mencionar algunas, la ruptura URSS-China, el estalinismo y el XX Congreso del PCUS o las intervenciones en Hungría y Checoslovaquia. Señalemos el eurocentrismo que esto significa, como si no existieran Latinoamérica, ni Asia, ni África.

Sin embargo, es el hundimiento de la URSS el que nos hace caminar durante años como un boxeador noqueado. Fijémonos en uno sólo de sus efectos: la falta de identidad.

Durante mucho tiempo, la tarea que hemos realizado los y las comunistas es reafirmar nuestra identidad. Algo necesario pero no suficiente para cambiar la realidad. Es más, podríamos establecer el paralelismo con el periodo evolutivo de la adolescencia, donde la propia identidad y reflejarla, aunque no venga a cuento, es el impulso normal. Pero establecida la identidad, tendremos que crecer, ¿no?

Hemos vivido este periodo con muchas contradicciones. La fundamental, tener que compatibilizar la épica revolucionaria con la realidad de la “vía democrática”. Un partido litúrgico llama a la militancia a la celebración de un día señalaíto o la convoca para elegir delegadas y delegados. Recuerda cada hecho, cada fecha. Y corre el peligro de tener cuadros que se saben el nombre de las francotiradoras de Stalingrado pero no tienen ni la menor idea de lo que pasa en su barrio o en su empresa. Algo que está lejos de ser una exageración.

El Partido Comunista debe tener sus referencias, sus ejemplos a seguir. Una necesidad que hay que digerir correctamente. Porque la realidad se lucha aquí y ahora.

La constitución del Frente Popular o el llamamiento a la Reconciliación Nacional marcan la firme apuesta del PCE por el desarrollo de lo que conocíamos como “vía democrática”.

Es posible que desde determinada visión épica el desarrollo de la democracia, su ampliación -de la democracia formal a la democracia popular-, parezca una desviación socialdemócrata. O que entendamos el frente institucional como un fin en sí mismo contribuya a dibujar un panorama de traición a nuestra tradición comunista. Pero también es verdad que es una consideración muy útil para afrontar un Congreso del partido. Hay argumentos políticos que son comodines, instrumentales.

Tampoco podemos dejar de señalar que el desarrollo de la democracia, su ampliación, no sólo política sino también económica, carece de su propia épica. No me refiero al cursi “relato” tan de moda. Sino al valor político y ético que nos vincula colectivamente a una tarea política.

¿Qué hacemos en las instituciones?

Es posible que no haya preguntas más revolucionarias que “por qué” y “para qué”. Lejos de pararnos a criticar cada vez que camaradas se acomodan en las instituciones, crítica que debe hacerse en cada organización del partido, sería conveniente preguntarnos para qué estamos en las instituciones. Sobre todo porque hace mucho que sabemos que tener el gobierno no es tener el poder.

Los poderes públicos conforman una sociedad. En España hemos presenciado cómo desde los poderes públicos se ha hecho la transición entre un capitalismo nacional y una sociedad de consumo desarrollada, y el cambio de conciencia popular que la ha acompañado. ¿Es posible, desde los poderes públicos, poner las bases para una transformación social?
  
   

Lo que no podemos esperar en este momento es un cambio revolucionario. La sociedad de consumo ha cambiado la conciencia de nuestra clase (entiéndase la generalización necesaria): individualización para que el deseo de consumir sea el primer elemento social reconocible, adaptación a una forma de trabajo que nos roba la vida y no nos permite establecer raíces ni vínculos sociales y aceptación de la política como espectáculo en el que escasamente participamos.

Además, hoy nos encontramos ante una forma de capitalismo que ya no esconde que no puede prometer mejorar la vida sino que nos hace a la idea de que la crisis es la forma natural de vida, que podemos vivir aún peor. Y esta ruptura con la idea de una progresiva mejora está en la base de la desafección política entre la que navegan con comodidad los conspiracionistas y la extrema derecha.

Durante toda su vida la clase trabajadora ha visto cómo el Estado ha sido un coto privado de caza que no ha protegido a la clase sino al contrario. Los principales sistemas de redistribución (educación y sanidad públicas) son deteriorados ante nuestras narices sin que tenga ningún reproche penal ni político. Nada bueno podemos esperar del Estado tal y como está, profundizando el “sálvese quien pueda a costa de los demás”.

Prestigiar el papel redistribuidor del Estado, su papel de control de la injusticia laboral y social, es la principal tarea comunista. ¿Cómo puede hablarse de planificación económica, de justicia social, si el Estado juega a favorecer a los favorecidos? Es esta una tarea sin la que no podemos proyectar futuros cambios.

Profundizar en la democracia participativa, politizar a la clase trabajadora, desde el municipio hasta las instituciones europeas. Es imprescindible establecer lazos políticos entre la mayoría social en el seno de esta comunidad rota, de individuos aislados y de ley de la selva.

Estas y cualquier otra prioridad que nos planteemos deben tener en cuenta la realidad social en la que vivimos, asumiendo que tenemos que nadar en el sentido contrario a como el capital está escribiendo la historia.

Las políticas socialdemócratas son meramente redistributivas: de lo que hay, repartamos.

Para las comunistas, crear las condiciones para el futuro, romper con el fatalismo capitalista, demostrar que el poder alcanzado es poder para el pueblo, va más allá de la mera asignación de recursos.

Un trabajo para siempre es el esfuerzo por crear mayorías sociales, también mayorías electorales, capaces de realizar cambios, que el partido desarrolle las técnicas políticas necesarias, analizando la realidad y proyectando el futuro. Complejo trabajo que requiere de estrategias de comunicación, de relación, de militancia y de planificación que superan este artículo. Un artículo en el que, con pocos recursos, intento explicar la necesidad de elaborar colectivamente una épica de la construcción de la democracia.

 LUCINIANO RODRÍGUEZ  

domingo, 19 de diciembre de 2021

 Restringir el tráfico incrementa las ventas del comercio local

 

Las políticas para reducir el tráfico de vehículos y limitar el acceso de los más contaminantes aumentan las ventas del comercio minorista, según un nuevo estudio de la campaña Clean Cities.

Mientras la población europea se enfrenta a la posibilidad de otra «Navidad COVID-19», un nuevo informe de la campaña europea Clean Cities, que en España desarrollan entre otras organizaciones Ecologistas en Acción, ECODES y ConBici, concluye que un menor número de coches  en las calles podría ser un salvavidas para el comercio local, muy  afectado por la pandemia.

Los datos revelan que las políticas urbanas que reducen el uso del coche en general o que se centran específicamente en prohibir la circulación de los vehículos más contaminantes –como las áreas de tráfico restringido y/o las Zonas de Bajas Emisiones 1 – mejoran no solo la calidad del aire sino que pueden contribuir a aumentar las ventas navideñas.

   

Carmen Duce, coordinadora de transporte de Ecologistas en Acción y coordinadora de la Campaña Clean Cities, señala que «las políticas que desincentivan el uso del automóvil pueden ser un verdadero salvavidas para la economía local. Los dirigentes municipales deben redoblar sus esfuerzos para poner en marcha zonas de bajas emisiones y de tráfico restringido. Es una triple victoria para lograr un aire más limpio, proteger el clima y ayudar a los negocios locales. Los propietarios de comercios situados en vías afectadas por la contaminación del tráfico se merecen un regalo de Navidad».

En Madrid, por ejemplo, el gasto se elevó un 8,6 % en el área delimitada por la zona de bajas emisiones –antiguo Madrid Central– en comparación con el 3,3 % que se registró en el municipio durante el período navideño de 2018.

El estudio muestra que cuando estas políticas se combinan con fuertes inversiones en transporte público y promoción de la movilidad activa los resultados son aún más positivos. En Londres, después de realizar mejoras para estimular los desplazamientos a pie y en bicicleta en las principales calles y en los centros urbanos, el cierre de comercios locales fue un 17 % menor que en otras zonas, según un análisis realizado en 2018. Igualmente, un estudio realizado en Berna (capital de Suiza), demostró que convertir las plazas de aparcamiento en aparcamientos para bicicletas puede elevar un 13 % el gasto en el comercio minorista por metro cuadrado de aparcamiento.

   

Al contrario de lo que a veces se dice y se piensa, los clientes que van a pie, en bicicleta o en transporte público tienden a gastar más que quien llega en coche. En los distritos comerciales de Londres, los clientes que llegaban a pie gastaban más al mes (215 libras) que quienes llegaban en coche (206 libras). En Berlín, una encuesta reciente reveló que los compradores que llegaron a las calles comerciales a pie, en bici o en transporte público son responsables del 91 % de las compras semanales (a pie: 61 %, en transporte público: 16,5 %, en bicicleta: 13,5 %).

Cristian Quílez, responsable de proyectos de ECODES, señala que «las políticas de movilidad restrictivas con el tráfico son a la vez una apuesta por la salud de los ciudadanos, el medio ambiente y la economía local. Las Zonas de Bajas Emisiones, que deben ir más hacia las cero emisiones que hacia las bajas, tienen que servir para devolver las calles al peatón, reducir el vehículo privado, y priorizar la movilidad activa, la bicicleta y el transporte público de cero emisiones. Ojalá en 2023 una mayoría de las ciudades haya optado por el camino de la ambición y la lógica más que por la defensa de intereses particulares».

    

Laura Vergara, portavoz de Conbici, remarca: «La evidencia es clara. Más transporte activo y público –no coches– significa mejores negocios. Las políticas de reducción del uso del coche deben ir siempre acompañadas de fuertes inversiones en la marcha, la bicicleta y el transporte público».

La Ley de Cambio Climático aprobada en España en mayo de 2021 obliga a las 149 ciudades de más de 50.000 habitantes a implementar zonas de bajas emisiones antes de 2023 2. Actualmente hay más de 250 LEZ activas en toda Europa. Francia ha fijado el final 2024 como plazo para que todas las grandes ciudades implanten zonas de bajas emisiones 3. También se espera que el año que viene haya una zona de bajo tráfico que cubra el centro de Bruselas 4.

 ECOLOGISTAS EN ACCION


1.    1. Las zonas de bajo tráfico reducen el uso del automóvil restringiendo la circulación de todo tipo de coches y dando prioridad a la bicicleta, los desplazamientos a pie y el transporte público. Las ZBE eliminan gradualmente los coches de gasolina, diésel y gas y animan a la población a cambiar a vehículos más limpios o al transporte activo y compartido.

 

E  2. España Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética: https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2021-8447

3.    

Fr  3. Francia. Ministerio de Transición Ecológica. (2021) Projet de loi Climat & Résilience: https://www.ecologie.gouv.fr/projet-loi-climat-resilience-deputes-viennent-finir-lexamen-des-articles-du-titre-iii-se-deplacer-ca

4.    4. Bruselas. Zona de Tráfico Restringido https://mobilite-mobiliteit.brussels/en/good-move

 

jueves, 16 de diciembre de 2021

 Experiencia de regulación de la prostitución en Alemania: el burdel de Europa da carné de prostitutas

REGULARIZAR LA PROSTITUCIÓN ES BLANQUEAR AL PROXENETA


Un millón de puteros al día y 400.000 mujeres de las que sólo un 10% están regularizadas. ¿Dónde está el resto?

 La calle Herberstrasse se encuentra en el centro de la ciudad de Hamburgo. Es una calle más de la vía pública, lo que la hace especial es que está tapada a ambas salidas por un par de vallas acompañadas por unos carteles donde se puede leer: “ENTRADA PARA HOMBRES MAYORES DE 18 AÑOS. PROHIBIDO MUJERES”. Prohibido mujeres que no estén dentro del sistema prostitucional, hay que aclarar, que es efectivamente “eso” tan misterioso que encontramos dentro, hasta ese punto se deshumaniza a las mujeres prostituidas. Esta calle simboliza a la perfección lo que supone la regulación de la prostitución: da vía libre a la masculinidad hetero normativa más antigua del mundo y violenta a todas las mujeres (prostituidas o no).


Alemania, conocido como “el burdel de Europa”, ha aprobado dos leyes para regular la prostitución en los últimos 20 años. La primera fue en 2002, llamada “Ley de la Prostitución” y cuyo objetivo era mejorar las condiciones jurídicas y sociales de las prostitutas. Lo que se hizo fundamentalmente fue eliminar la calificación jurídica de “inmoral” con la que se refería oficialmente a la actividad hasta entonces. No legalizó la prostitución, como a menudo se cree, ya que esta está permitida en Alemania desde hace casi un siglo. Sin embargo, a pesar de que no fuera estrictamente ilegal, tampoco existía ninguna ley específica que la regulara y la calificación jurídica de la actividad como “inmoral” tenía efectivamente consecuencias negativas sobre las mujeres prostituidas a la hora de reclamar cualquier tipo de derecho laboral o el acceso a la seguridad social. Si bien esto en la teoría puede parecer algo positivo e incluso progresista, en la práctica sirvió para facilitarle aún más el trabajo a los proxenetas, que a partir de este momento se transformaron en dignos empresarios y, por supuesto, a los puteros, convertidos en dignos clientes. Literalmente, se redefinió el proxenetismo en el código penal y se despenalizó la promoción de la prostitución, es decir, que a partir del 2002 ya era legal la creación de burdeles y su publicidad. [1]

Después de 15 años con la ley en vigencia se pudo observar que no tuvo como resultado una gran mejora en la vida de las mujeres prostituidas y el número de víctimas de trata con fines de explotación sexual se mantuvo estable según las fuentes oficiales del Estado. El tema volvió a estar a debate y, a pesar de la presencia de algunas voces abolicionistas, se continuó por el camino de la regulación aprobando en 2017 la “Ley para la protección de las/os prostitutas/os” (Prostituiertenschutzgesetz), que obliga a registrarse a todas las personas que ofrezcan servicios sexuales, independientemente de dónde y con qué frecuencia. Tras el registro oficial, se entrega un “carnet de prostituta” en el que aparecen datos como el nombre (puede ser el real o un alias), fecha y lugar de nacimiento, lugares donde se ejerce la prostitución y una fotografía. De poco sirve poder crear un pseudónimo para mantener el anonimato si al lado aparece tu cara con el resto de tus datos personales. Esto ha sido ampliamente criticado por asociaciones que trabajan con personas víctimas de trata, incluso las que no abogan por la abolición, por facilitar la extorsión a las víctimas, pues solo basta con hacer una foto del carnet y amenazar con su exposición pública o a familiares. [2] La “buena intención” detrás del registro, es que viene acompañado de una charla con un/a funcionario/a que debe considerar si hay indicios de coacción, sin embargo, no se establece un protocolo claro sobre cómo llevar esto a cabo, cada estado federal debe hacerse cargo y se duda que haya personal competente formado para identificar víctimas de trata de personas.
  
  
En el proceso previo a aprobar la primera ley, por ahí en 2001, el propio Parlamento alemán hace referencia a fuentes que estiman que en todo el país había unas 400.000 personas ejerciendo la prostitución (la inmensa mayoría mujeres) en burdeles, pisos privados y en la calle, donde acuden una media de un millón de hombres al día. [3] En 2018, después de la aprobación de la última ley, solo se registraron como “trabajadoras sexuales” en Alemania cerca de 33.000 personas, el año siguiente constan 40.000 y en 2020, debido a la pandemia, la cifra bajó casi a la mitad. [4] La pregunta es ¿dónde están esas 360.000 mujeres que faltan? A día de hoy, veinte años después de la aprobación de la primera ley para regular la prostitución, el Ministerio alemán para la familia, mayores, mujeres y jóvenes simplemente afirma que desconoce el número de personas prostituidas en su país. [5] Nos preguntamos cómo puede un Estado regular y mejorar la vida de un grupo de personas cuando en dos décadas no se ha molestado en recoger datos fiables sobre cuántas lo componen.

Las mujeres registradas solo componen entre el 10% y el 20% del total estimado. De esta minúscula parte, más del 80% son migrantes, la gran mayoría provenientes de países empobrecidos del este de Europa. [6] No es difícil llegar a la conclusión de que el 90% de mujeres que faltan por registrar serán en su gran mayoría también migrantes, muy probablemente en situación irregular y de vulnerabilidad. La obligatoriedad de registro es un requisito imposible de cumplir para las de situación irregular y, de nuevo, puede utilizarse como amenaza por parte de proxenetas, si una mujer no se registra debe pagar una multa de hasta 50.000€.

Por otra parte, la Oficina Federal alemana de Policía Criminal publica cada año un informe sobre la trata de personas, la media de los últimos cinco años es de unas 325 víctimas de trata con fines de explotación sexual. Los cambios de un año a otro no son significativos y no se observa que la aprobación de las leyes haya tenido un impacto relevante. [7] Aquí tampoco encontramos a esas 360.000 mujeres que han desaparecido repentinamente de los datos, pero tampoco es que sea una sorpresa comprobar que las vidas de las mujeres migrantes y empobrecidas importan poco al sistema capitalista y patriarcal, que es capaz de convertir cualquier cosa en mercancía, en este caso, los cuerpos de las mujeres.

Cuando se normaliza el consumo de prostitución mediante la apertura de burdeles de siete plantas, publicidad, ofertas para grupos y un largo etc., es de esperar que suba la demanda. Si sube la demanda, necesitamos más oferta y, si no hay suficiente dentro de nuestras fronteras, se tiene que importar. El problema es que seguimos hablando de cuerpos de mujeres, es decir, de mujeres. Y los que las consumen, son hombres: no hay un perfil de putero, lo único que tienen en común es el género. El proceso de una mayor normalización del acceso de los varones a los cuerpos de las mujeres no lo han hecho solo las leyes, los medios de comunicación también se han encargado de maquillar el proxenetismo y la violencia a lo largo de los años publicando numerosos artículos y entrevistas a proxenetas al estilo más “canallita” con títulos como “10 preguntas a un gerente de burdeles que no te atreverías a hacerle” que nos dejan muy claro quién son y a qué nos estamos enfrentando. A la pregunta de si alguna vez ha rechazado candidatas por no ser atractivas, este empresario responde: “¡Por supuesto! Si una mujer se ve así, le pregunto directamente: si ni siquiera te invitaría a un trago, ¿cómo se te ocurre que hay hombres que se atreven a follarte por dinero?” [8]

Si esto no es violencia contra las mujeres, entonces no sé qué lo es. Debemos luchar porque todas las personas tengan derecho a un sueldo mínimo, vacaciones pagadas y acceso a la sanidad pública. Pero es una trampa plantear la problemática como si se tratara de esta dualidad: prostitutas con derechos o prostitutas sin derechos. Esto es poner el foco solo sobre una pequeña parte del problema en lugar de analizarlo en su conjunto. La situación en nuestro país no es mucho mejor, pero todavía estamos a tiempo de decidir hacia dónde queremos avanzar. Tenemos que pensar si queremos normalizar todavía más los deseos de la masculinidad hetero normativa o queremos derribarla. Debemos desestigmatizar a la puta, pero no desestigmatizar al putero. No se puede regular la prostitución sin blanquear al proxeneta. Cuando un sistema violenta de una forma tan brutal a millones de mujeres y niñas en todo el mundo, hay que luchar por abolirlo, no por adaptarse a él. Es un camino largo y difícil, pero hacer lo contrario es rendirse antes de empezar la batalla, es seguir bailándoles el agua a los que nos quieren subordinadas, empobrecidas y rotas para tener acceso ilimitado a nuestros cuerpos.

NÚCLEO DEL PCE EN ALEMANIA 

Fuentes por orden de aparición en el artículo:

1. 
Manuela Schon, “El mito de lo legal lo hace seguro”

2. Paula Riedemann, “Cómo afecta la nueva Ley de Prostitución alemana a las trabajadoras sexuales migrantes”

3. 
Asunto 14/5958 – 4 – Bundestag alemán – 14a legislatura (Drucksache 14/5958 – 4 – Deutscher Bundestag – 14. Wahlperiode)

4. 
Oficina Federal de Estadística, datos sobre prostitución.