lunes, 29 de junio de 2020


Las mujeres sufrirán más duramente las consecuencias de la pandemia

IMPACTO DE GÉNERO EN LA CRISIS DEL COVID-19

En esta crisis, como sucedió en las anteriores, aumentarán las desigualdades y la pobreza. El 70% de los afectados serán mujeres. Los efectos de la pandemia del Covid les golpea mucho más duro y, además, lo hacen desde varios frentes: en el desempeño de los trabajos más expuestos al contagio, muchas veces mal pagados y eventuales; en la pérdida de sus puestos de trabajos que suelen ser más precarios; en la sobrecarga de trabajo de cuidados de menores y mayores durante un confinamiento con escuelas infantiles y colegios cerrados; en las largas jornadas de teletrabajo que no entienden de conciliación familiar; y en el pavor de sufrir la violencia de género confinadas en casa con el agresor.

En la crisis sanitaria son fundamentalmente ellas quienes han estado en primera línea luchando contra esta enfermad de efectos y consecuencias aun muy desconocidos. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el 84% del personal de enfermería son mujeres. Enfermeras, auxiliares de enfermería y geriatría han estado en contacto directo con las personas afectadas por el coronavirus, arriesgando su salud física, psíquica y la de sus familiares, con jornadas inacabables, pocos medios, mucho miedo y un gran estrés emocional. Muchas de ellas trabajan en condiciones precarias.

Antes de que la tragedia llegara a las residencias de mayores, los trabajadores, el 84% mujeres, denunciaban la precariedad de sus condiciones laborales y la falta de personal. En Madrid, en las residencias privadas, ganan 997,16 euros brutos mensuales, por convenio. Fueron ellas las que vivieron con el horror de ver morir mal atendidos a tantas abuelas y abuelos y el miedo a infectarse. A fecha de 18 de mayo, un tercio de los 18.500 ancianos que han fallecido en residencias por coronavirus o síntomas compatibles perdieron la vida en las residencias madrileñas.

También son mayoritariamente las mujeres las que han estado atendiendo los servicios esenciales para que el resto de la población tuviera sus necesidades básicas cubiertas durante el confinamiento. Según la EPA, las mujeres representan el 84% de quienes atienden en los supermercados, el 93% del personal de limpieza y el 72% del personal de farmacia.

Un informe presentado por el Instituto de la Mujer el 8 de mayo subraya cómo la crisis generada por el coronavirus ha situado a los cuidados en el centro y a las mujeres en la primera respuesta a la enfermedad.

Según el último informe elaborado por Oxfam Intermón, las mujeres realizan más de tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado. En España equivale a 16 millones de personas trabajando 8 horas al día, según Oxfam y representaría el 14,9% del PIB. También constituyen dos terceras partes de la mano de obra de los cuidados remunerados. Según el Instituto de la Mujer, las empleadas del hogar son uno de los sectores a quien más afecta la crisis del Coronavirus. Es un sector muy precarizado y con muchas mujeres trabajando en la economía informal.

Entre la población que recibe los salarios más bajos, el 74% son mujeres. Y la situación empeorará. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) pronostica que el porcentaje de mujeres que perderán su empleo será mucho mayor que el de los hombres y les costará más trabajo y tiempo reincorporarse al mercado de trabajo. El problema se agrava en los hogares formados por una persona adulta con descendientes menores a su cargo. La Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2018, señalaba que el 50% de estas familias estaba en riesgo de pobreza o exclusión social. 8 de cada 10 de estos hogares están encabezados por mujeres. Según CCOO, muchas de estas mujeres se han quedado sin empleo, sin posibilidad de buscarlo, o han tenido que renunciar por necesidades de atención a los menores a su cargo, como efecto del confinamiento.

Con esta pandemia se ha vuelto a visibilizar la feminización del trabajo. El 98% del personal de las escuelas infantiles son mujeres. También son fundamentalmente ellas las que trabajan en los comedores de los colegios cerrados. En las empresas de moda y textil el 80% del trabajo lo ocupan las mujeres, y lo hacen en las categorías más bajas. En hoteles y alojamientos turísticos sus contratos suelen ser temporales o de obra y servicios, y la mayoría están empleadas por empresas externalizadas. El comercio, la hostelería y los servicios, que cuentan con importante presencia de mujeres, serán los que sufrirán en mayor medida la crisis económica, según el Instituto de la Mujer.

El peligro en todos los rincones del planeta es que los derechos y la protección a las mujeres más vulnerables vuelvan a quedar relegados ante la magnitud de la crisis sanitaria, social y económica. Así lo ha advertido el Secretario General de Naciones Unidas. La Secretaria Confederal de Mujeres e Igualdad de CC.OO., Elena Blasco Martín, teme que, otra vez, la igualdad se postergue y se deje de considerar una prioridad, con las consecuencias dramáticas de desigualdad y pobreza para la mayoría de mujeres.

El Covid afectará a la autonomía económica y vulnerabilidad social de las mujeres. Pero si éstas son las más afectadas por la crisis, también tienen que ser decisivas para construir una respuesta social global efectiva, según demandan organizaciones de todo el mundo, desde ONU Mujeres a la Federación Democrática Internacional de Mujeres.


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