miércoles, 16 de marzo de 2022

 Homenaje en el Cementerio de la Almudena a las republicanas asesinadas por el Franquismo

 POR LAS MUJERES LIBRES QUE ALZARON LA VOZ


“Trazar el presente desde el recuerdo”. Con esa idea comenzó el homenaje realizado en el madrileño Cementerio de la Almudena a las mujeres republicanas asesinadas por el franquismo. “Somos las nietas de las que matasteis. Pero no pudisteis arrebatarnos la convicción, los principios y la lucha; la verdad y la memoria”.

Para mantener viva esa memoria, y en vísperas del 8M, el domingo 6 de marzo más de 150 personas se concentraron, con pancartas antifranquistas, con banderas republicanas y con carteles con los nombres, apellidos y edades de algunas de las tantas y tantas mujeres asesinadas en el paredón de fusilamiento del cementerio, donde estaban las placas conmemorativas destruidas por el alcalde Almeida con la complicidad de su compañera de gobierno Villacís. Las tapias son para las y los republicanos un lugar para el recuerdo, pero también para reiterar la denuncia a quienes intentan volver a “condenar al ostracismo a nuestras mujeres”… tanto en el cementerio como en el callejero de Madrid donde sustituyeron el nombre de la Maestra Justa Freire por el del sanguinario Millán Astray; y la de Poeta Angela Figuera por el de Asensio Cabanillas.

  

“Hermanas, nosotras no olvidamos”. E invocaron al compromiso y la memoria: por el recuerdo de las mujeres asesinadas en las sacas; por el recuerdo de los últimos mensajes guardados en cualquier recoveco; por las que tuvieron que llorar en silencio; por los muchos “de eso no se habla”; por los besos no dados…. “y por la terrible infamia de enterrar los sueños democráticos bajo las balas”.

Esas “hermanas” eran las “mujeres libres que alzaron la voz” y el franquismo las mató. “Mujeres valientes”. Así fueron y así se las recuerda. Para ellas hubo poesía y para ellas tocaron los violonchelos de Angeles Lobato y de David Ortiz. Para que nos nombres no se olviden en la historia de este país, se leyeron los nombres de aquellas mujeres fusiladas y las voces del coro Malvaloca, pusieron el corazón en aquel “Somos las presas del 39. Viva la madre que nos parió” que entonaban para mantener el ánimo en las cárceles de mujeres . “Ellas cantaron para resistir y nosotras para no olvidarlas” dijeron las mujeres del coro. En el repertorio no faltó Al Alba… Hubo muchas albas desde julio de 1939 al 42, y muchas vidas segadas en aquellas paredes por las balas de los que vencieron con la ayuda de Hitler y Mussolini, pero no convencieron. Usaron todas su maquinaria para dinamitar las libertades. Y las de las mujeres por partida doble.

   
Angustias Alonso, fue una de las personas más queridas por quienes participaron en este homenaje. Le llamaron para recitar un poema, se acercó, lo leyó y volvió atrás a escuchar sentada sobre una lápida. Cuando tres jóvenes se le acercaron para felicitarla, Angustias Alonso, militante comunista, con más de 90 años a las espaldas, las miró y les respondió: “Nosotras hemos hecho la trocha; ahora os toca a vosotras hacer el camino y las avenidas”.

Un minuto de silencio. Y una voz coral: “Verdad, justicia y reparación”.


GEMA DELGADO



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