sábado, 12 de junio de 2021

 China hacia el transporte verde


Es una gran noticia que la Administración Biden haya devuelto a Estados Unidos al acuerdo de París. El gigante estadounidense se une así al asiático y al europeo en la reducción de las emisiones de CO2. Esperamos que las tres potencias globales se comprometan en políticas, medidas y presupuestos concretos para hacer efectivo ese acuerdo. China está dando pasos de gigante como líder absoluto en todas las energías limpias. Y quiere dar esos mismos pasos como líder del transporte ‘verde’. El transporte, se calcula, es el responsable de la contaminación del aire en cerca de un 30%. Y China, siendo la primera potencia mundial en casi todas las modalidades de transporte que se mueven con energías fósiles altamente contaminantes, quiere liderar el salto al transporte verde.

Para el objetivo de descarbonización total en 2060, es imprescindible dar ese salto. Transformar toda la flota actual de vehículos de transporte, terrestre, fluvial, marítimo y aéreo, en vehículos ‘verdes’. Los vehículos eléctricos reducen en un 70% (en todo su ciclo de fabricación y funcionamiento) el consumo de carburantes fósiles y posiblemente lo mismo el hidrógeno como carburante. Un reto gigantesco de inversión y de transformación tecnológica que China se propone desarrollar en solo cuarenta años.
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LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

En 2019 más de un 50% de los coches eléctricos del mundo circulaban por China, aunque en 2020 bajó a un 42%. El objetivo para 2040 es que el 60% de los coches producidos en China sean eléctricos. Para 2030, un millón de coches con baterías de hidrógeno.

Con 12 millones de habitantes y 22 millones en el área metropolitana, Shenzhen es uno de los tres silicon valley de China y sede, entre otras grandes multinacionales y tecnológicas, de BYD, el mayor productor de baterías y de coches eléctricos del mundo. Y se ha convertido en la primera ciudad del mundo con un transporte urbano totalmente limpio: 22.000 taxis y 17.000 autobuses urbanos eléctricos: prácticamente el 100% de ambas flotas. Para lograrlo, las autoridades han contribuido con la subvención del 50% del coste de cada autobús.
 
Hay otras trece grandes ciudades que quieren copiar el modelo de Shenzhen. El ayuntamiento de Pekín, por ejemplo, calcula que necesitará una inversión de 1.300 millones de dólares para ‘electrificar’ su flota de 70.000 taxis, aunque aún sin fecha para ello. Shanghai, con sus 26 millones de habitantes, se ha marcado como objetivo igualar a Shenzhen ‘electrificando’ este año todo su transporte urbano: objetivo que a estas alturas se nos antoja inalcanzable. El salto general al taxi eléctrico puede ser rápido: hay cientos de modelos diferentes en el mercado. El más avanzado de ellos es el desarrollado por BYD, con asistente de voz, volante inteligente y otros avances, que está previsto que pueda llegar a un gran número de compañías de taxi a finales de este año.

En cuanto a autobuses eléctricos, a finales de 2020 circulaban ya en China 700.000: el 95% del mundo, con 100.000 más cada año. Pero estas cifras tan espectaculares aún no llegan al 11% del total de la flota china.

El tren sin vías, que circula sobre líneas punteadas pintadas virtualmente en el suelo, con cientos de sensores, está en experimentación en Zhuzhou (Hunan) para transporte urbano: de construcción notablemente más económica y sencilla que el metro urbano, si se logra habilitar para él un espacio propio segregado y se puede generalizar, será un gran apoyo al transporte urbano verde.

Las motos eléctricas invaden las ciudades. Son 300 millones, con un crecimiento anual de 16 millones. La electrificación de la gama de vehículos de transporte de mercancías va más lenta, en un parque como el chino de casi 400 millones de vehículos de carga. La tendencia a la electrificación es clara: hay en el mercado oferta de cientos de modelos de camiones y varios miles de modelos de camionetas y furgonetas eléctricos para diversos volúmenes de carga y tipos de mercancía.

Para camiones de gran tonelaje, la opción preferida tiende a ser la pila de combustible de hidrógeno: en 2030 el objetivo es el millón de vehículos de hidrógeno y mil estaciones de carga de este combustible.

En cuanto a los puntos de carga eléctrica, en 2020 había medio millón en China y en alguna provincia como Shandong el objetivo de su gobierno es contar con 100.000 más.

Habrá que ‘electrificar’ también todo el trasporte fluvial (150.000 vehículos) y la mayor flota pesquera del mundo. Todo un reto, frente al que se están dando algunos primeros pasos: el barco eléctrico mayor del mundo en las Tres Gargantas o el crucero ‘eléctrico’ del Rio Perla, son dos significativos ejemplos.

China es el mayor productor agrícola del mundo, con explotaciones agrícolas mecanizadas en un 70%: más de siete millones de tractores, 100.000 cosechadoras de todo tipo, así como millones de otras máquinas. La tendencia es clara, con la existencia ya de más de 5.000 fabricantes de tractores eléctricos y 2.300 modelos de cosechadoras eléctricas de todos los tamaños, modalidades y prestaciones.

La electrificación de todo ese ingente parque va a ser rápida porque el coste del combustible baja sensiblemente, dato muy importante para el agricultor. Incluso hay un centenar de prototipos de tractores y cosechadoras eléctricas y autónomas de conducción remota.

EL FERROCARRIL YA ES VERDE

Con 150.000 kilómetros, China dispone de la segunda red del mundo en extensión, que se convierte en la primera en tecnología, con más de 40.000 kilómetros de alta velocidad/velocidad alta y con líneas técnicamente tan difíciles como la de Tíbet: es una red en expansión tanto en extensión como en avances tecnológicos. Y China está ya experimentando el tren autónomo, en diversas fases de realización:

El primer tren autónomo de alta velocidad del mundo conecta las ciudades de Beijing, Yanqing y Zhangjiakou, anfitrionas de los Juegos Olímpicos de invierno de 2022: un tren inaugurado en diciembre de 2019. Y que supone pasar de un trayecto de tres horas a una duración de tan solo 47 minutos. Completamente autónomo, con 2.718 sensores y equipos de redes 4G y 5G. Con robots inteligentes que guían a los usuarios en las estaciones e incluso transportan su equipaje.

El nuevo modelo de tren Maglev, de levitación magnética, con hasta 600 km/h, para las líneas Canton- Shanghai y Canton-Pekin, pretenden comenzar a fabricarlo este año, con la intención de reducir el tiempo de recorrido a poco más de la mitad que un tren convencional de alta velocidad.

Para rizar el rizo podemos citar algo que se está experimentando: la autopista solar entre Hangzhou y Ningbo, dos grandes ciudades al sur de Shanghai, con seis carriles. Una experiencia piloto de 160 kilómetros, dotada de paneles solares a lo largo del trayecto para recargar las baterías.

 MARCELO MUÑOZCátedra China / Fundador y presidente emérito 

 

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