martes, 5 de julio de 2016

Glifosato: la Comisión Europea aprueba que se siga utilizando



La semana pasada la Comisión Europea anunció su decisión de prorrogar la autorización del glifosato por un año y medio, hasta finales de 2017. Se redujo así un 90% el tiempo solicitado en la propuesta inicial, que pedía 15 años. Pese a la reducción de tiempo, no es una noticia que nos alegre. Es más, la consideramos totalmente imprudente. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, dependiente de laOrganización Mundial de la Salud clasificó esta sustancia como “probablemente cancerígena para los seres humanos”. Además, presenta otros peligros para la salud humana como el hecho de que pueda actuar como un disruptor hormonal y es una grave amenaza para el medio ambiente y la biodiversidad. Consideramos que se debería haber aplicado el principio de precaución e imponer restricciones significativas para proteger la salud humana y el medio ambiente.

En cualquier caso, es importante entender todo lo que se ha conseguido en este proceso, gracias en buena medida a la presión popular. Lo principal: por fin se ha debatido exhaustivamente sobre los peligros del herbicida más vendido en el mundo (omnipresente en nuestras vidas) y se va a hacer una evaluación más rigurosa.

El segundo punto es que la propuesta de la Comisión Europea de reautorizar el glifosato por 15 años y sin ningún tipo de restricciones ha quedado muy mermada. Al final la ampliación se ha reducido a un año y medio y queda condicionada a la evaluación que la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas realice sobre los efectos negativos del glifosato en la salud humana y el medio ambiente. Esta evaluación debe estar concluida antes del final de 2017.

Por último, la Comisión ha abierto un proceso paralelo donde recomienda que los Estados aprueben lo antes posible restricciones o la minimización del uso del glifosato. En particular que se prohíba un coformulante presente en casi todos los herbicidas a base de glifosato, la taloamina (peligrosa para la salud humana), se restrinja el uso del glifosato en prácticas de “desecación” (utilización del glifosato para adelantar la cosecha de los cultivos) y su utilización en parques públicos, zonas infantiles y jardines.

Nunca antes el glifosato, uno de los productos estrellas de la multinacional Monsanto, había sido tan cuestionado. Su futuro en la UE podría estar limitado a como mucho un año y medio. Y vuestra presión, con cientos de miles de firmas, ha sido fundamental para hacernos oír. Desde Greenpeace seguiremos presionando para que se desarrolle ya un plan de salida para este herbicida y se den los pasos para su eliminación. No queremos glifosato en nuestros campos, parques y alimentos. ¡Ayúdanos a lograrlo!

GREENPEACE

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