En las últimas semanas se han multiplicado las provocaciones militares a lo
largo de las aguas jurisdiccionales rusas y en el límite de su espacio aéreo.
Tras el paso de barcos de guerra de Gran Bretaña y de Países Bajos, el 23 de
junio un destructor de la Royal Navy británica, HMS Defender, violó las aguas
rusas recibiendo disparos de aviso para que variase su rumbo. Según las
revelaciones del diario británico The Telegraph, la ruta había sido aprobada
por Boris Johnson, lo que constituye una evidente provocación con la
complicidad de Estados Unidos y la OTAN. En la práctica, en el Mar Negro hay
barcos de la OTAN siempre presentes, lo que obliga a una constante vigilancia
de la flota rusa para garantizar el cumplimiento de la Convención de Montreux,
que estipula que los barcos militares de países no ribereños del Mar Negro solo
pueden permanecer en sus aguas un máximo de 21 días. Esa constante presión
sobre Rusia, a quien Estados Unidos y la OTAN fuerzan a sostener un costoso
dispositivo de vigilancia, tiene el objetivo de mantener hacia Rusia un duro
acoso militar y político, ligado a otros operativos occidentales en
Bielorrusia, Ucrania y el Cáucaso.
Las maniobras navales Sea Breeze son las mayores de los últimos veinte años,
con protagonismo de Estados Unidos y Ucrania, y están convirtiendo al Mar Negro
en el más militarizado del mundo. En esa absurda carrera militarista, Ucrania
ha acordado con Londres la construcción de dos puertos militares conjuntos, que
reforzarán el dispositivo de la OTAN en el Mar Negro. Tras esas operaciones
militares se encuentra el objetivo del Pentágono, apoyado por la OTAN, de
asegurar la hegemonía militar norteamericana en Europa y en el mundo,
continuando una política que solo ha causado muerte, sufrimiento y destrucción,
como se constata estos días en Afganistán, tras veinte años de guerra y de
ocupación militar estadounidense.
El Partido Comunista de España denuncia ante los trabajadores españoles y ante
la opinión pública la agresividad imperialista de Estados Unidos, ante la que
los sindicatos y las organizaciones progresistas y amantes de la paz deben
impulsar un calendario de protestas. Al mismo tiempo, el PCE exige al gobierno
español que no participe en operativos militares que como Sea Breeze en nada
contribuyen a la consolidación de la paz en Europa y en el mundo. La paz no necesita
los ejercicios militares de la OTAN.
¡OTAN, no, bases fuera!
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