lunes, 17 de mayo de 2010


UNA MIRADA CRÍTICA

El presidente del gobierno, como ya nos temíamos, acaba de dar la mayor bofetada que se conoce en la historia de la democracia a los trabajadores y a las clases más desfavorecidas de este país. En un alarde más de cinismo y falta de respeto a los ciudadanos, ha pasado en menos de una semana de decir que los gastos sociales no se tocaban a pegar un tijeretazo en los salarios de los funcionarios y otro en medidas de carácter social que afectan a los de abajo, como siempre.
Una vez más se ha escenificado el circo al que nos tienen acostumbrados los defensores del sistema capitalista, aunque se vistan de Caperucita: entre PP y PSOE hace unos días se representaba la escena del primero pidiendo contención del gasto y el segundo diciendo que los derechos sociales son inamovibles.
Esta semana hemos asistido al segundo acto, en el que el Partido Socialista recorta en torno a 15.000 millones de euros a costa de los más débiles y el Sr. Rajoy monta en “cólera” espantándose de la congelación de las pensiones, de la rebaja de salarios a los trabajadores y todo lo demás.
Y ahora, tendrían que ser los espectadores los que juzguen tan curioso espectáculo.
El Sr. Zapatero ha optado, como la más rancia derecha, por pasarse por el forro la política Keynesiana a la que siempre se agarraba y, agarrarse al neoliberalismo más conservador. Así recorta las inversiones en unos 6.000 millones de euros: estas inversiones públicas son una baza importante para el sostenimiento del trabajo en épocas de crisis, por lo tanto va a producir más paro, por si teníamos poco, y por tanto una reducción en el consumo y en el gasto.
Con el recorte de salario de los trabajadores públicos se consiguen varias cosas: una es que satanizan a estos trabajadores como si ellos fueran los culpables de esta crisis que, por cierto, no han generado ni ellos ni el resto de los trabajadores: la han creado los grandes capitalistas y los banqueros, los que han vuelto a sacar pecho y con más ínsulas después de la crisis financiera que crearon y que por descontado no pagarán. Además se pisotea la legalidad al vulnerar los acuerdos firmados con los trabajadores, lo que suponemos que tendrá que ser la Justicia la que diga algo (claro, que ésta última ya ven como respira). Así se consigue que el resto de trabajadores vean su salario en el aire, pues si el Gobierno hace lo que quiere con sus acuerdos ¡qué no harán los empresarios con los suyos! Vayamos sumando el recorte en el consumo que va a producir y las consecuencias.
La Dependencia, que tanto ha costado reconocer, al garete. Si se ha hecho la solicitud en tiempo y forma al eliminarse la retroactividad quedará eliminada en la práctica, porque pueden pasarse meses y meses hasta que le contesten….o años, y las necesidad de ese tiempo no va a existir. Eso va a suponer, o eso esperan, un ahorro de 670 millones de euros: seguro que los grandes capitalistas no necesitan de estas ayudas, claro.
La ayuda al desarrollo, casi fulminada. Esto quiere decir que el tercer mundo tiene que pagar los platos que han roto los altísimos ejecutivos de las bolsas, “gurús” del libre mercado, grandes banqueros y demás escoria capitalista.
Más recorte a los Ayuntamientos: la administración más cercana al ciudadano, a la que se le van encargando más funciones, a los que ya se les ha recortado una buena parte y que están en estado agónico vuelven a ser víctimas otra vez.
Y la congelación de las pensiones. Resulta que también los pensionistas, donde una infinidad de ellos no llegan al Salario Mínimo, también van a tener que sufrir más (si es que es posible) para que este país se acomode a los requerimientos de las políticas ultraconservadoras que recorren Europa, y que ahora adoran al becerro de oro del décifit del 3%, obviando que la economía juega con los seres humanos, y no con lo papeles y las cuentas solo.
A menos que los espectadores, los trabajadores, no se movilicen este país va abocado a la quiebra social que se está viviendo en Grecia, por mucho que nos cuenten que no tiene nada que ver. Urge que la clase trabajadora comience a tomar conciencia de lo que está pasando y pasen a la ofensiva mediante la recuperación de la conciencia social, sin la cual podremos pasar a la esclavitud de seguir así las cosas.
Pero las cuentas pueden arreglarse no solo suprimiendo gastos, sino incrementando ingresos, aunque la Sra. Fernández de la Vega considere que no es el momento.

Para los trabajadores sí es el momento de que de una vez se acabe con el fraude fiscal, que el propio Gobierno valora en unos 90.000 millones de euros, cifra que multiplica por 28 el presupuesto de Educación de este año.
Tambien lo es de meter la lupa en las SICAV, sociedades de inversión donde las grandes fortunas meten sus dineritos y por la que solo pagan a Hacienda el 1%.
¡Pobrecillos! Si el que tiene la suerte de tener una cartilla con algún ahorro paga el 18% de impuestos, los pobres millonarios no pueden hacerlo. La cuenta es facil: según este ministerio, a finales de 2008 el patrimonio de estas sociedades rondaba los 28.000 millones de euros. ¿Porqué no se grava esos beneficios como el resto?
Otra fuente de ingresos: suprimir la casilla del IRPF que permite a los católicos escamotear dinero de la caja común para financiar su credo. Ese dinero -252,6 millones en 2009- se restó del fondo común de todos cuando lo lógico, en todo caso, sería que los católicos pagaran sus impuestos íntegros al Estado.
También es el momento de volver a instaurar el impuesto sobre el Patrimonio, que ya quitaron para favorecer a los que lo tienen, y que no son precisamente los trabajadores . Total: en torno a 2.200 millones de euros.
Eleven Vdes. el tipo impositivo marginal en el último tramo del IRPF del 43 al 50%.
También, si quisieran, podrían proponer la vuelta del impuesto de Sucesiones y Donaciones, que entre unos y otros han quitado y que grava evidentemente a los que se hacen con una serie de activos sin ser producto de su trabajo directo, esto es: se hacen con unos ingresos por los que no tributan. Este impuesto directo ya existía, pero ambos partidos, mirando para otro sitio, han hecho desparecer.
Podrían también recortar el montón de “estómagos agradecidos” que han enchufado a dedo por administraciones Autonómicas (unos 3.000 en Castilla-La Mancha), o la plantilla de asesores del Presidente (unos 600) ya que, a la vista de los resultados, han sido de una inutilidad manifiesta.
Y una partida importantísima: la economía sumergida. De esto no quieren ni que se hable, claro.
Según sus propios cálculos, se situa en el 23% del Producto Interior Bruto de este país, o lo que es lo mismo, de cada 100 euros que se producen en este país, 23 están en la economía sumergida, por la que ni se paga a Hacienda, ni se cotiza a la Seguridad Social, ni a la jubilación ni a nada. Evidentemente el Gobierno sabrá donde empezar, pues si lo puede valorar sabe perfectamente donde está. Esto representa la nada despreciable cantidad de 250.000 millones de euros que no “pasan por taquilla” y que si quisieran Vdes. Se podría controlar. Facilmente se puede sacar la cuenta de lo que así recaudaría el Estado.
Para finalizar, solo recordar que además de este chaparrón en Julio nos cae la subida del IVA, impuesto indirecto que afecta mucho más a las clases medias que a las altas, pues el mismo impuesto pagan por un litro de leche las Sras. Koplowitz que cualquier parado de este país, y eso es una barbaridad y un despropósito.
Me reitero en que este es el momento de hacer todo lo anterior, y también es el momento de que los trabajadores se movilicen y con la presión popular, acabar con el chantaje social al que Zapatero y sus chicos van a someternos, tras haber visto la luz por la gracia de sus colegas europeos, por los banqueros y por algún que otro asesor tocado por la mano invisible de Adam Smith y su política de no intervención.
Cuenca, 16 de Mayo de 2010.



Fdo.: ANA MARIA SANCHEZ DOMINGO
COORDINADORA PROVINCIAL DE IZQUIERDA UNIDA - CUENCA

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