martes, 1 de mayo de 2018


Siria: la guerra de Trump

EL PELIGRO DE GUERRA AUMENTA EN LA MEDIDA QUE LA OPINIÓN PÚBLICA CALLA, OTORGA Y CONSIENTE

Rajoy ni fue informado ni se le consultó, pero Rota sigue siendo el punto desde donde salieron los navíos que bombardearon Siria.



Occidente envía 103 misiles y lo llaman “democracia”. Cuba envía 2000 médicos a Siria y lo llaman “dictadura”.

Los tambores de Guerra resuenan cada vez con más fuerza, el ataque a Siria del 14 de abril no es sino un punto y seguido. Rusia, Siria e Irán prometieron responder y lo han hecho. El fracaso del ataque es la primera muestra. Más del 70% de los misiles lanzados fueron abatidos por las defensas antiaéreas o fallaron gracias a las interferencias electrónicas. Ha sido la primera batalla de gran calado sin muertos. Trump jactancioso afirma que todos los cohetes acertaron. Los videos demuestran lo contrario. Un ejemplo los 8 misiles lanzados por cuatro aviones de Reino Unido y supuestamente de última generación han servido para arar tres campos de patatas; fueron desviados por las interferencias. No ha sido un ataque ni pequeño ni puntual. El balance para los agresores es patético, a pesar de que los objetivos eran múltiples y cubrían gran parte del país, el ejército sirio no perdió ni un solo activo militar. Los informes se suceden pero hay dos especialmente significativas: El primero es que Trump pretendía un ataque más amplio que incluiría las bases rusas e iranís en territorio sirio. Las consecuencias hubieran sido obvias: la Tercer Guerra Mundial. La segunda; submarinos fragatas y aviones persiguieron durante horas a un submarino británico en aguas territoriales sirias evitando que atacase.

Al parecer el Secretario de Defensa Mattis se opuso al ataque. El día 12 declaró que no tiene pruebas que demostrasen la existencia del supuesto ataque químico de la Ghouta. La posición política de este personaje se ha debilitado al enfrentarse al presidente. Cuenta los días que le quedan en el cargo (los grandes cargos políticos en la administración Trump duran menos que el trabajo en una ETT).

Con este ataque y la inoperancia de la ONU (el Consejo de Seguridad se ha negado a condenar los ataques) el orden internacional va camino de convertirse en una mala película de vaqueros donde sólo impere la razón de la fuerza y no la fuerza de la razón. Todo esto nos retrotrae al inicio de la II Guerra Mundial y a la época de las cañoneras. ¿Quién ha dado permiso a Occidente para convertirse, en gendarmes del mundo…?

Hace ya 17 años que EEUU pretende controlar Oriente Medio y prolongar su orden imperial. El ataque a Siria no es por unos supuestos “muertos” por gas de los cuales nadie da paradero. No se organiza tal crisis internacional por una cuestión tan nimia si lo comparamos con las decenas de miles, sino millones, de asesinados en estos años por las guerras del Imperio y sus secuaces. Va de cambio geopolítico, de pérdida o ganancia de liderazgo internacional.

Caída Duma, la última ciudad importante en manos de los grupos terroristas, la guerra claramente se inclina a favor del gobierno sirio. EEUU y sus satélites (Reino Unido y Francia especialmente) pretenden vengarse bombardeando el país. La excusa como todos sabemos es el supuesto uso de armas químicas. ¿Por qué las debía utilizar el ejército sirio si la batalla en la Gouta Oriental estaba ganada desde hacía semanas? El ejército sirio sabía que EEUU buscaba un pretexto para atacar. Trump anunció el 29 de marzo su intención de retirarse del escenario bélico, sus generales le conminaron a quedarse porque es posible que se produjera un ataque químico. ¡Sabían lo que iba a pasar 10 días antes de que ocurriera! Finalmente el 7 de abril se hicieron públicas las denuncias y se mostraron los videos. ¡Un helicóptero había dejado caer un cilindro de gas sobre Duma y había matado a cientos de personas! Después se redujo el número, después se aumentó, al final nos enseñaron un bidón metálico que había atravesado dos suelos de hormigón y se había empotrado contra una cama que quedó intacta, tanto es así, que la bombona estaba perfectamente sellada. No tenía fisuras. Dos días más tarde otro video mostró un segundo cilindro ¿pero no se había lanzado sólo uno? ligeramente chamuscado pero sin derramar su contenido. La situación nos hace recordar la muestra de ántrax presentada por Colin Powell en el Consejo de Seguridad de la ONU y que sirvió para justificar el genocidio del pueblo iraquí. La agresión pretendía varios objetivos: El primero, debilitar las capacidades del ejército sirio (especialmente su aviación). El segundo, reducir la competencia de las farmacéuticas sirias y destruir su infraestructura industrial. En Siria se producen medicamentos a muy bajo costo (por eso han destruido una fábrica de medicamentos) y lo han intentado con otras. El tercero, debilitar la posición rusa en el escenario internacional y tener una excusa más para aumentar las sanciones contra Moscú (el objetivo es boicotear el Mundial de Fútbol). El cuarto, dar una inyección de moral a las alicaídas tropas terroristas. Y el quinto, y más peligroso, una prueba para un futuro ataque nuclear contra Rusia. Es un ensayo con todo donde se han puesto a prueba las capacidades defensivas del estado sirio y en parte la tecnología rusa. El resultado enseña que un ataque de estas características implicaría que Rusia bien pudiera evitar gran parte de los misiles nucleares mientas EEUU podría sufrir una represalia demoledora.

Hubiera sido difícil que sistemas antiaéreos de la época soviética pudieran por si solos repeler un ataque tan masivo y con tantos blancos posibles sino hubiera sido porque Rusia e Irán han mejorado los sistemas de defensa del gobierno sirio. En represalia por el ataque, Moscú proporcionará a Damasco terroríficos S-300 (Israel tendrá muchos problemas).

La democracia ha sufrido un varapalo enorme. Los líderes del “mundo libre” se han lanzado a una acción bélica sin contar con el permiso de sus respectivos parlamentos. ¿Dónde queda la democracia parlamentaria y el control del ejecutivo? El mundo “libre” ofrece ahora un alto el fuego, después de que la lluvia de misiles no haya servido para nada. Nada tienen que ofrecer. La situación está derivando hacia un enfrentamiento bélico aún no concluido. Un grupo naval encabezada por el portaaviones USS Harry Truman ha zarpado desde Norfolk en dirección al Mediterráneo. Tardará unas semanas en alcanzar la zona de conflicto.

Aún no está todo dicho, hay disensiones importantes entre los aliados de EEUU. La señora Merkel no quiso implicarse en el ataque. Italia y otros países de la OTAN no lo ven claro. Rajoy, se ha comportado como lo que es, el palanganero de Trump, ni fue informado ni se le consultó, pero Rota sigue siendo el punto de partido desde donde salieron los navíos que bombardearon Siria. En caso de represalia España estaría, como tantas veces hemos denunciado en el epicentro del huracán.

Se echa en falta una posición radical de la izquierda política y sociológica en contra de la guerra. En general ha habido un enorme silencio. Han sido muy pocas las voces, el PCE una de ellas, que se han opuesto a este sinsentido que nos arrastra a todos al precipicio. ¿Dónde están los grupos anti-guerra que tanto se manifestaron contra la invasión de Iraq? Muchos de ellos en estos siete años han jugado a defender a la “revolución siria”. ¿De qué lado se pondrán ahora?

La oposición de izquierdas en España, pendiente de sus propias cuitas internas, se haya desaparecida. Más allá de los comunicados o las palabras es preciso organizar, movilizar y concienciar que la guerra en Oriente Medio y en ningún otro país no nos es ajena. El peligro de guerra aumenta en la medida que la opinión pública calla, otorga y consiente. Las fuerzas del enemigo se incrementan gracias a nuestra debilidad. Sólo desde la fuerza que da la razón y la organización es posible revertir esta situación que nos empuja al abismo de una guerra mayor.

Eduardo Luque Guerrero



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