Ante el resultado de las elecciones del
10N: perseverar en la la unidad ante el neoliberalismo y la extrema derecha
El PCE saluda y agradece el trabajo realizado por todos y todas los
militantes y simpatizantes de nuestro Partido, de Izquierda Unida y de Unidas
Podemos que han sacado adelante una difícil campaña en la que hemos confrontado
con todas las fuerzas políticas para evitar un cierre de la crisis del régimen.
Estamos ante la constatación de una gran irresponsabilidad, una convocatoria
electoral fruto de un cálculo electoralista, agitando además el avispero de la
confrontación con Cataluña como un arma arrojadiza porque creían que les iba a
beneficiar en número de votos, anteponiendo sus intereses personales a los
intereses del país. Pero el problema no es que Pedro Sánchez antepusiera sus
supuestos intereses personales, sino que el precio de su mal cálculo lo pueden
pagar las clases populares. Además, el PSOE al provocar el adelanto electoral
ha dado alas a la extrema derecha, que ha duplicado su resultado. Un error
histórico con el que Vox se convierte en una de las extremas derechas más
fuerte de Europa. Un error del que Ciudadanos y el Partido Popular también son
responsables por blanquear a Vox con sus pactos en Madrid o Andalucía.
Vamos a ser el dique de contención de la extrema derecha no solo en las
instituciones, sino también en la calle, en los movimientos sociales y en los
tribunales, combatiendo sus discursos de odio y defendiendo los derechos
humanos y los valores de igualdad, justicia social y solidaridad que siempre
han caracterizado a nuestro pueblo. Parar a la extrema derecha es
responsabilidad de todos.
El espacio de Unidas Podemos ha resistido en un escenario difícil. Hemos
perdido escaños y somos conscientes de ello, pero creemos que tenemos que estar
satisfechos por haber resistido en unas condiciones tan hostiles, donde se ha
intentado responsabilizar a Unidas Podemos de la falta de estabilidad en
España, se ha exacerbado la situación en Cataluña para conseguir réditos
electorales, tanto por la derecha como por el PSOE, y se ha estimulado una
ruptura del espacio de Unidas Podemos para intentar acabar con este proyecto.
Pero no lo han conseguido, a pesar de que han intentado barrernos del escenario
político, volvemos a ser imprescindibles para darle una salida democrática a la
actual coyuntura de nuestro país. Ahora nos queda trabajar para poder recuperar
el espacio perdido en los últimos años, afrontando los retos políticos y
organizativos que con carácter estratégico exige el próximo ciclo.
Desbloqueo y acuerdos
Ante el avance de las derechas, lo que en junio era una oportunidad, un
acuerdo de gobierno, hoy es una necesidad. El PSOE de Pedro Sánchez, con una
victoria decepcionante para sus propias expectativas, no consigue ni hundir a
Unidas Podemos ni avanzar un nuevo escenario que le permita una política de
alianzas mucho más cómoda.
Tenemos que estar a la altura del momento. En este escenario, teniendo en
cuenta los resultados, es imprescindible impedir un gobierno de la derecha o
del PSOE con la derecha. Tenemos que hacer lo posible para que haya un gobierno
fruto del acuerdo amplio del bloque que posibilitó la moción de censura,
reflejo de un país plural y diverso, que sea una respuesta ante la emergencia social
y el auge de la extrema derecha. El PSOE, seis meses después, vuelve a tener
que decidir si quiere conformar un gobierno democrático, para que puedan dormir
tranquila la gente sencilla y trabajadora de nuestro país, o conformar un
gobierno al gusto de Ana Patricia Botín y Amancio Ortega.
Pero como dijimos en abril, este programa no puede confeccionarse en los
despachos sino que debe ser el resultado de la participación de todas las
personas que han peleado en la calle durante estos años contra los recortes,
reivindicando el cumplimiento de derechos constitucionales. El pueblo
organizado, sus demandas y reivindicaciones, tienen que ser el núcleo de este
proceso. A la extrema derecha no se la para con grandes discursos, sino con
políticas sociales que blinden los derechos de las clases populares en un
contexto de incertidumbre, desamparo e indefensión. Tenemos la obligación
histórica de demostrar en la práctica que la alternativa en una situación de
crisis pasa por la izquierda, por nuestra presencia en el conflicto social y
por políticas que mejoren las condiciones de vida de las familias trabajadoras.
Desde hoy nuestros diputados y diputadas trabajarán para poner en marcha un
programa de emergencia democrática que mejore las condiciones de vida de las familias
trabajadoras. No hay tiempo que perder y desde hoy mismo ponemos los más de
tres millones de votos a UP a trabajar por un país más justo, más democrático y
más igualitario. Los diputados y diputadas del PCE, así como el conjunto de 35
diputados y diputadas de UP, se ponen hoy mismo a trabajar demostrando que
somos un instrumento útil para las familias trabajadoras.
Unidad
Ha quedado demostrado también que la división en la izquierda es un error y
una irresponsabilidad y por eso apostamos por la unidad. Unidad es sinónimo de
responsabilidad con las clases populares. Fragmentar la izquierda es una muy
mala idea, no solo perjudica a la izquierda sino que perjudica al país. En
muchas provincias nos disputábamos el último diputado con el bloque de la derecha
y nos han faltado algunas décimas fundamentales que podrían haber sido posibles
con generosidad y altura de miras y que se han perdido porque opciones como Más
País ha dispersado el voto sin conseguir representación. Esta dispersión ha
regalado a Vox y al PP un puñado de diputados que desde hoy mismo trabajarán
sin descanso para blindar los privilegios de las oligarquías y deteriorar los
derechos de la mayoría social.
Tenemos que seguir perseverando en la unidad que representa Unidas Podemos
para poder ser una barrera de contención eficaz y útil para las políticas
neoliberales y la extrema derecha. Asimismo, asumimos nuestra bajada de
representación como la necesidad de reforzar un proyecto de izquierdas,
democrático y popular con arraigo en la sociedad civil y capacidad para
construir una alternativa de mayorías que garantice protección, certezas y
perspectivas de futuro para las familias trabajadoras. Es necesario iniciar un
proceso de reflexión y reorganización del espacio alternativo al Régimen del 78,
con un impulso en términos políticos y organizativos que nos permita abordar la
defensa de la clase trabajadora ante la crisis capitalista desde el conflicto
social. Así mismo, al PCE le toca analizar el diferente grado de implicación de
sus estructuras para sacar adelante esta campaña, conforme a los acuerdos
tomados en nuestros Comité Central, y establecer mecanismos para corregir los
errores derivados de dicha situación.
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