IU lanza la campaña #40AñosDeImpunidad
coincidiendo con el 40 aniversario de la entrada en vigor de la Ley de Amnistía
Alberto Garzón y Esther López Barceló
explican que se busca el doble objetivo de “denunciar la impunidad sobre los
crímenes del franquismo que esta norma ha generado y contribuir a la
reclamación de ‘Verdad, Justicia y Reparación’ que no han parado de hacer
los/as luchadores/as antifranquistas, así como las centenares de miles de
víctimas de la dictadura y sus familiares”.
Izquierda
Unida ha lanzado a mediodía de hoy a través de sus canales habituales en las
redes sociales la campaña #40AñosDeImpunidad coincidiendo con el 40 aniversario
de la entrada en vigor de la Ley de Amnistía. IU busca con esta actuación
cumplir el doble objetivo de “denunciar la impunidad sobre los crímenes del
franquismo que esta norma ha generado en todo este tiempo y contribuir a la
reclamación de ‘Verdad, Justicia y Reparación’ que no han parado de hacer
los/as luchadores/as antifranquistas, así como las centenares de miles de
víctimas de la dictadura y sus familiares”, tal y como exponen Alberto Garzón y
Esther López Barceló, coordinador federal y responsable de Memoria Democrática.
La
campaña ilustra a través de imágenes y una selección de mensajes cortos
publicados en distintas redes sociales la posición tradicional de esta
formación sobre este asunto. Para Garzón, “resulta fundamental aprovechar este
aniversario para seguir dando pasos con el fin de acabar con la impunidad de
unos crímenes que, en una democracia real, hace muchos años que ya habrían sido
juzgados y castigados”.
“De
haberse hecho así -añade para dar aún más actualidad si cabe a esta acción-,
seguro que habría sido mucho más difícil el resurgimiento de una ultraderecha
que, a tenor de las recientes evidencias, se sabe impune en nuestro país por lo
visto en las calles de algunas ciudades del Estado”.
El máximo
responsable de Izquierda Unida lamenta que se construyera “el andamio de un
nuevo régimen democrático sobre miles de fosas comunes y sobre el mecanismo
que, con los ataques ultras de los últimos días, ha demostrado ser el más
peligroso de todos: la equidistancia, blanqueadora de la impunidad criminal”.
Garzón y
López Barceló coinciden en que “a día de hoy no puede desarrollarse una
democracia plena sobre los cimientos de miles de fosas comunes. Es muy grave
que en pleno siglo XXI, 40 años después de la muerte del dictador, haya que
defender lo obvio. Esto no debería ser una cuestión de organizaciones de
víctimas y represaliados, ni siquiera una cuestión de partidos, debería ser una
cuestión de Estado que nos uniera a todas y a todos en la defensa de los
Derechos Humanos”.
Constatan
también que “la Constitución de 1978, a diferencia de constituciones europeas
como la alemana o la italiana, no se fundamentó en un firme espíritu
antifascista. Además, décadas después, la propia ley conocida popularmente como
‘Ley de Memoria Histórica’ tampoco sirvió para garantizar la justicia y la
reparación de las víctimas, ni siquiera en el ámbito de la nulidad de las
sentencias franquistas”.
“Llegamos
así -detallan- a la pérfida situación actual en que las sentencias, por
ejemplo, contra Miguel Hernández o Julián Grimau siguen vigentes, mientras los
tribunales deniegan hasta el derecho a apelar a la Ley de Enjuiciamiento
Criminal para poder revisarlas”.
Pero
incluso en medio de un duro trabajo como éste hay margen para el optimismo.
Alberto Garzón recuerda que “no estamos solos en nuestras reivindicaciones, que
son las de las víctimas y sus familias. Organizaciones como Amnistía
Internacional o el propio relator de Naciones Unidas en esta materia ya han
exigido que se acabe con esta injusticia y se deroguen las nefastas
consecuencias que, en materia de Derechos Humanos, trajo consigo la aprobación
de esta Ley de Amnistía”.
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