En
Greenpeace llevamos muchos años pidiendo el cierre de Garoña:
en 2003 lo pedíamos desde un globo aerostático, en 2004 dieciocho
activistas fueron detenidos por una protesta pacífica, en 2008 tuvo
lugar la acción más multitudinaria con sesenta activistas y en 2009 fuimos
al Ministerio para pedir su cierre. En 2012 sobrevolamos la
central y en 2014 comenzamos su “desmantelamiento”. El año
pasado, 2016, se lo pedimos al Consejo de Seguridad Nuclear
desplegado dos pancartas en su fachada, y por fin lo hemos conseguido. Compartimos
contigo esta victoria, porque tú la has hecho posible.
Por fin el
ministro de Energía ha anunciado la decisión del Gobierno de denegar la
renovación de Garoña, por falta de certidumbre para operar con seguridad, por
falta de interés del operador, Iberdrola y Enel-Endesa, y el impacto nulo en el
sistema eléctrico, dando paso al desmantelamiento de la central nuclear.
Ahora se
abre la puerta hacia el fin de la energía nuclear en España. Garoña cierra porque la ampliación de su vida no es rentable para sus
dueños, pero lo celebramos porque cerrar las nucleares es más seguro y rentable
que darles más licencias.
Pero las
nucleares no acaban cuando cierran. Ahora
hay que elaborar un nuevo Plan de Gestión de los Residuos Radiactivos para
gestionar lo mejor posible los residuos producidos. Y para seguir
avanzando, contamos contigo.
En Greenpeace luchamos para que todas las personas y las futuras
generaciones tengan un futuro sin más residuos nucleares, sin más accidentes
nucleares y con un modelo energético seguro, limpio y justo.
GREENPEACE
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