Garzón avisa que la ‘Operación Lezo’
enseña que “los corruptos son los que ponen a los fiscales anticorrupción” con
una “complicidad” que obliga a hablar ya de “fiscalía pro corrupción
El
coordinador federal denuncia en la reunión de la Coordinadora Federal de IU que
se celebra hoy que esta trama que ha llevado a prisión a Ignacio González “no
es un suceso más, ni un caso más aislado” de corrupción el PP y apunta a que
“nada de esto se hubiera podido hacer sin el concurso cómplice, aunque sea sólo
por omisión, de Esperanza Aguirre, por eso exigimos también su dimisión”, lo
mismo que los ceses de los fiscales general y anticorrupción
El
coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha realizado hoy un
durísimo análisis de los casos de corrupción que asolan al Partido Popular,
centrándose en el último estallado esta misma semana a partir de la denominada
‘Operación Lezo’, la trama de desfalco de dinero público del Canal de Isabel
II, que ha llevado a prisión al ex presidente de la Comunidad de Madrid,
Ignacio González, junto a una red de familiares directos y cargos vinculados al
partido de Mariano Rajoy y al ejercicio de su poder madrileño.
Durante
la exposición de su informe político en la reunión que se celebra en Madrid de
la Coordinadora Federal de IU -órgano de debate y dirección de esta
organización, cuyos trabajos se extenderán hasta esta tarde-, Garzón denunció
que este caso, “que no es un suceso más, ni un caso más aislado”, como le gusta
justificarse a la dirección ‘popular’, sirve claramente para “sacar varias
enseñanzas”. Entre ellas está que ahora ya se ha podido comprobar directamente
que “los corruptos son los que ponen a los fiscales anticorrupción”, con una
“complicidad” por parte del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, que
lleva a decir que la hasta ahora prestigiosa Fiscalía Anticorrupción ha pasado
a ser una “fiscalía pro corrupción”.
Garzón
advirtió con indignación que a medida que se han conocido más datos de las
actuaciones de esta trama corrupta se ha evidenciado también cómo “el PP ha
sido protegido” por la Fiscalía General del Estado. De ahí que él mismo, en
nombre de IU, exigiera ya el jueves pasado el “cese inmediato” de Maza. Lo
hizo, entre otros motivos, por ser el responsable directo de nombrar a Manuel
Moix como jefe de la Fiscalía Anticorrupción, un personaje al que “el corrupto
principal de este caso (Ignacio González)” calificó en una conversación con
otro destacado dirigente del PP nacional “como uno de los suyos”, semanas antes
incluso de se confirmara su nombramiento.
El máximo
responsable de IU tachó a Maza de “cómplice” de todo lo que está pasando, de
ahí su sorpresa y crítica de que siga en el puesto al que le aupó para ejercer
su labor el Gobierno de Rajoy, lo mismo que pasa con Moix, todavía al frente de
Anticorrupción.
Pero
siguiendo con las “enseñanzas” que se extraen de esta ‘Operación Lezo’ contra
la sangrante corrupción del PP madrileño, Garzón aludió también a que “ninguno
de estos procesos se hace sin el consenso y la participación de esas grandes
empresas que forman parte de la oligarquía económica” de este país, la misma a
la que se ha favorecido desde el poder y que se ha visto beneficiada por la
política económica de imposiciones hecha por la crisis. Apuntó que esos
empresarios “son los que no acaban nunca en la cárcel” y que hacen un trabajo
“poco visible” del que se favorecen económicamente a costa de los intereses de
la mayoría social.
Además,
señaló a la “implicación directa y necesaria de un sector periodístico y de
determinados grupos” vinculados a la comunicación, que “trabajan por el
encubrimiento del delito” y que llegan incluso a coaccionar y amenazar a quien
se opone a los intereses que comparten con algunos de quienes ostentan el
poder.
“La
corrupción en el PP no son casos aislados, afectan a su cúpula”, reiteró y ahí
están los graves antecedentes en lugares como Valencia, Murcia, Baleares, pero
también ya en Madrid. Sobre este último territorio valoró que “nada de esto se
hubiera podido hacer sin el concurso cómplice, aunque sea sólo por omisión, de
Esperanza Aguirre -ex presidenta de la Comunidad y del PP madrileños-; por eso
hoy exigimos también su dimisión” de su cargo como portavoz ‘popular’ en el
Ayuntamiento de Madrid, por ser “cómplice necesaria” de todo lo ocurrido.
Además de
todo ello, en un análisis de calado más político, Alberto Garzón reconoció que
le parecía “sorprendente” la “suavidad tremenda del PSOE al hablar de este
caso”. Recordó también que desde el PP “ya no se habla de casos como el de los
ERES de Andalucía” que salpica más directamente a la presidenta andaluza y
candidata a las primarias socialistas, Susana Díaz.
Garzón
encuentra un nexo de unión y una posible fecha como punto de partida de esta
“alianza de intereses”, que no es otro que la votación de investidura a finales
de 2016 de Mariano Rajoy para que pudiera repetir al frente del Gobierno. “En
el PSOE son conscientes -dijo- de que Rajoy y el PP están en el Gobierno por
sus votos y los de Ciudadanos”.
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