CONTAMINACION POR LAS
FABRICAS DE MEDICAMENTOS Y APARICION DE SUPERBACTERIAS
Ecologistas en Acción
presenta un informe en el que se denuncia la falta de regulación en materia
medioambiental y de gestión de residuos de las fábricas farmacéuticas, un
problema que está contribuyendo a expandir la resistencia a los antibióticos en
todo el mundo.
La contaminación
generada por las fábricas de producción de medicamentos está disparando la
resistencia antimicrobiana en todo el mundo. Las condiciones insalubres en los
procesos productivos y el inadecuado tratamiento de los vertidos generados por
la fabricación de antibióticos en China e India (donde se fabrican la mayor
parte de nuestros medicamentos) son la tercera causa de generación de
superbacterias, junto con el consumo excesivo de antibióticos en la medicina
humana y su incontrolado uso en la cría animal. Así lo señala el informe Resistencia a
los antibióticos: cómo la contaminación de las fábricas de medicamentos en
India y China está disparando la aparición de las superbacterias,
publicado por Changing Markets en colaboración con Ecologistas en Acción para
su versión en España.
El informe alerta del
peligro que supone para la humanidad la resistencia a los antibióticos y
advierte de que si no se pone pronto remedio a estas tres causas, en el año
2050 el número de muertes por infecciones resistentes a los antimicrobianos
podría superar al de muertes por cáncer. Casi un millón de personas mueren
anualmente en el mundo por infecciones que ya no responden a los tratamientos
con antibióticos. Y se estima que esta cifra alcance los diez millones a
mediados de siglo.
Según un informe de la
OCDE publicado en 2015, existe una relación estrecha entre la resistencia a los
antibióticos y su consumo, tanto humano como animal. En consumo de antibióticos
en el medio hospitalario, España se encuentra por encima de la media europea,
con unas cifras estimadas del 46 %, lo que nos sitúa en quinta posición en
cuanto al consumo de antibióticos en Europa a nivel hospitalario. Solo este
dato puede darnos una idea de la tasa tan elevada de selección y diseminación
de la resistencia a los antimicrobianos que existe en España.
El problema de la
resistencia a los antibióticos es un problema global, ya que está demostrado
que la transferencia de genes de resistencia se realiza tanto entre individuos,
como entre personas y animales, y a una velocidad difícil de detectar.
La responsabilidad de
las farmacéuticas
El informe difundido
en España por Ecologistas en Acción aborda por primera vez la relación entre
las fábricas farmacéuticas de India y China con la incidencia de las bacterias
resistentes, y describe la cadena de suministros por la que circulan los
antibióticos desde su producción en las fábricas contaminantes hasta los
pacientes de Europa y Estados Unidos.
La normativa actual
sobre buenas prácticas de producción a la que se somete a estas empresas no
incluye ningún criterio medioambiental o de tratamiento de residuos. Por
consiguiente, las farmacéuticas están contribuyendo a expandir el problema de
la resistencia mientras en los foros internacionales demandan a los gobiernos
más apoyo para la investigación de nuevos fármacos.
Los datos presentados
en este informe se basan en muestras de agua recogidas en los alrededores de
las principales farmacéuticas de India. Se han encontrado 16 focos de
resistencia repartidos por todo el país. Las concentraciones de antibióticos
detectadas en los alrededores de la ciudad de Hyderabad y en el río que la
atraviesa (dos de los sitios analizados), son 1.000 veces más altas que las
concentraciones habituales encontradas en los ríos de los países desarrollados
y se deben a un sistema de evacuación de efluentes industriales inadecuado. Las
consecuencias son dramáticas: casi 60.000 recién nacidos mueren al año en India
por bacterias resistentes a los antibióticos de primera línea. Por ejemplo, la
Klebsiella pneumoniae, un patógeno que puede causar entre otras enfermedades
neumonía, meningitis así como infecciones de la sangre y del tracto urinario,
aumentó su tasa de resistencia del 29 % en 2008 al 57 % en el año
2014.
China desempeña
también un papel importante en la expansión global de enfermedades infecciosas
intratables. Su tasa de resistencia a los antimicrobianos subió como media un
22 % en seis años, mientras que en Estados Unidos ese aumento fue del
8 % para el mismo período, según datos de 2012. En China, además, se
produce un fenómeno alarmante, amparado por la falta de leyes y regulaciones
específicas: las farmacéuticas utilizan los residuos de la fabricación de
antibióticos para producir fertilizantes agrícolas. De esta forma, los
antibióticos pasan directamente a los vegetales que luego consumen las
personas.
Ante estas pruebas
constantes encontradas por los investigadores acerca de los graves problemas de
contaminación farmacéutica y los altos niveles de resistencia en India y China,
es evidente que algo grave se avecina. La solución más impulsada, tanto desde
los medios de comunicación como desde organismos institucionalizados, está
fuertemente ligada a la investigación y al desarrollo de nuevos medicamentos.
Pero si no se introducen criterios de respeto medioambiental y de justicia
social en los procesos de producción, esta solución seguirá siendo parte del
problema. Porque precisamente países como China e India, donde existen las
tasas de resistencia a medicamentos más altas, son países que no podrán hacer
frente al incremento en el coste de los nuevos tratamientos.
Aurobindo Pharma
El informe intenta
desentrañar también los entresijos de las cadenas de suministro de los
antibióticos, desde su fabricación en los centros industriales de India y China
hasta su llegada a las estanterías de nuestras farmacias. En general, todas las
empresas contaminantes analizadas tienen fuertes conexiones con las
distribuidoras de fármacos europeas y estadounidenses. Además, los productos de
marca blanca de estos fabricantes figuran en las bases de datos nacionales de
medicamentos de toda Europa y Estados Unidos, y están siendo vendidos
directamente a hospitales. En definitiva, los servicios de salud pública –que
gastan miles de millones en curar y luchar contra la resistencia antimicrobiana–
están pagando una cantidad ingente de dinero, directa o indirectamente, a
compañías que contribuyen a expandir el problema.
De ellas, la empresa
india Aurobindo es una de las más contaminantes, según el informe. Esta
farmacéutica, que facturó 1.800 millones de dólares en 2015, exporta tanto
sustancias farmacéuticas activas como genéricos, y el 87 % de su
facturación proviene de las actividades internacionales. En España, el grupo
Aurobindo compró en 2014 la compañía Actavis Spain, que pasó a denominarse Aurovitas
y tiene sus oficinas en Madrid.
ECOLOGISTAS EN ACCION
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