Solo es
posible erradicar la violencia machista, si avanzamos en la igualdad real entre
hombres y mujeres
Este 25 de noviembre desde
el PCE seguimos exigiendo medidas políticas contundentes para
erradicar las violencias machistas. Basta ya de buenas palabras y buenas
intenciones.
¡Queremos hechos! porque
nos queremos vivas y nos queremos libres.
Un pacto de estado contra
las violencias machistas no es viable con quienes la
ejercen. Los intereses no
son los mismos. La derecha nos quiere a las mujeres en la precariedad. Nos
quiere asumiendo el trabajo de cuidados que el estado no garantiza y del que
los hombres no se corresponsabilizan. Nos quiere siendo el ejército de reserva
de mano de obra barata. Las proletarias de este siglo o nos quiere simplemente
como objeto de consumo, llevándonos a situaciones extremas de máxima
vulnerabilidad, abocándonos a la mercantilización de nuestros cuerpos a través
de la prostitución o de los vientres de alquiler.
La derecha sirve a los
intereses de la patronal. En este sentido son significativas las pasadas
declaraciones de Rosell, del presidente de la CEOE que considera un problema
que las mujeres trabajen. Una afirmación muy perjudicial que fomenta la desigualdad
laboral de las mujeres, en especial, en su derecho al acceso en el empleo en
igualdad de condiciones.
La violencia machista es
un problema estructural. Se deben combatir las violencias machistas desde la
raíz, profundizando en las causas que la generan. Mientras haya desigualdad
entre hombres y mujeres habrá violencias machistas. Mientras exista patriarcado
habrá violencia machista.
Un pacto sí es necesario,
contra el patriarcado y contra las políticas que agreden y someten a las
mujeres a una vida indigna.
Desde el PCE proponemos a
las organizaciones políticas representadas en el
Congreso que acuerden una
mayoría parlamentaria para acabar con las
desigualdades que
persisten, con la feminización del paro, de la pobreza y la
desprotección social. Para
legislar una educación que incluya la educación para la igualdad. Dotación
presupuestaria suficiente para políticas de igualdad y de atención y prevención
de la todas las violencias machistas, incluida la prostitución.
En definitiva queremos un
compromiso firme contra la violencia estructural, que es la causante de la
espiral de violencias machistas en las que se ven inmersas la mayoría de
mujeres en nuestra sociedad.
Desde el PCE nos sumamos a
todas las acciones que desde el Movimiento Feminista y desde el Movimiento
democrático de Mujeres se convocan y organizan contra las violencias machistas.
¡Queremos
hechos! Nos queremos vivas y libres.
Madrid, 25 de noviembre de
2016
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