Homenaje
a la defensa de Madrid en su 80 aniversario
Intervención de Alejandro
Antón, Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid.
Es un orgullo estar hoy
aquí para conmemorar el 80 aniversario de la Defensa de Madrid. Lo primero de
todo, y hablando en nombre de mis compañer@s del Foro de la Comunidad de
Madrid, nos gustaría agradecer la participación de todas las personas y sus organizaciones
hoy aquí presentes. Es un placer para nosotros organizar e implicarnos en este
tipo de actos, que tienen como objetivo recordar y homenajear a aquellas
personas, movimientos políticos y sindicales, voluntarios internacionales que
dieron su vida luchando contra el fascismo por unos ideales de libertad,
solidaridad y justicia social.
Con este acto queremos
recordar la resistencia heroica del pueblo madrileño, una resistencia que
supuso la primera gran derrota de los sublevados y el primer dique de contención
frente al Golpe de estado perpetrado contra la IIª República. A través de este
homenaje pretendemos poner de relieve la importancia de la memoria colectiva de
unos ideales de lucha por un mundo más justo, un mundo en el que el fascismo no
tenía cabida. No se trata solo de rendir homenaje a los y las camaradas caídos
en la defensa de Madrid, sino de resaltar los valores, principios e ideales por
los que ellos lo arriesgaron todo y en muchos casos perdieron la vida. Es de
suma importancia que nos hayamos congregado hoy aquí las distintas
organizaciones que apoyaron y lucharon en la defensa de Madrid, para recordar y
rendir un más que merecido homenaje a aquellos que no perdieron nunca su
dignidad en la lucha contra el fascismo, por la libertad y la democracia.
Personas que todavía a día de hoy son ninguneadas y olvidadas por las
instituciones de este país.
El movimiento memorialista
lleva años (desde su nacimiento) recibiendo ataques de múltiples sectores de la
sociedad, con el argumento de que la memoria histórica es una cosa del pasado,
que sólo trae sufrimiento y dolor al reabrir viejas heridas y separar a los
españoles. Otras personas, simplemente, intentan que sigamos sumidos en una
burbuja de olvido colectivo, nos dicen que la memoria debe ser algo del ámbito
personal, familiar e individual. Mientras, sabemos que en este país los
vencedores cerraron sus heridas abriendo brecha en las nuestras. Basta recordar
algunos comentarios sobre las víctimas del franquismo vertidos por personajes
de dudosa reputación. Como por ejemplo aquella famosa frase de Rafael Hernando
que decía: “Los familiares de víctimas del franquismo se acuerdan de
desenterrar a su padre solo cuando hay subvenciones”, o las declaraciones de
Pablo Casado cuando se refería a los militantes, y personas de izquierdas como
carcas que “estamos todo el día con la guerra del abuelo o la fosa de no
se quién”.
Estas declaraciones y
muchos otros ejemplos demuestran el carácter imprescindible de este tipo de
actos, pero no sólo a nivel conmemorativo, sino también como espacio
reivindicativo. Actos, en el que los símbolos e ideas por los que lucharon
estas personas tienen que jugar un papel preponderante en el trabajo de
recuperación de la memoria, ya que el ejercicio de memoria es un camino esencial
a recorrer para transformar la realidad de hoy.
Todos los ciudadanos y las
organizaciones presentes aquí hoy tenemos que seguir esforzándonos en recuperar
los valores que empujaron al pueblo madrileño a realizar aquella gesta que
supuso la primera gran resistencia al fascismo en Europa, y denunciar al mismo
tiempo la impunidad y la ausencia de justicia con que son tratados los crímenes
perpetrados por el régimen franquista con la ayuda del nazismo alemán y el
fascismo italiano. Puede parecer redundante o simplemente absurdo recordar
aquí, entre nosotros, a qué fuerzas tuvo que enfrentarse y resistir el pueblo
madrileño aquel noviembre del año 36.
No obstante, debemos estar
siempre alerta y luchar porque no nos reescriban nuestra propia historia. Es
indignante e inconcebible, que hace poco más de un mes, durante el desfile del
12 de Octubre se permitiese que la Legión, reivindicando una vez más la figura
de Millán Astray, rinda, para más desfachatez, homenaje a Iñigo Susaeta,
vicepresidente tercero en el patronato de la Fundación Nacional Francisco
Franco. El mero hecho de que exista una asociación legalmente constituida que
se encargue de ensalzar y defender la memoria del mayor criminal que ha
conocido este país es, ya de por sí una vergüenza, pero que además reciba
condecoraciones en actos públicos, en los que se supone que se está
representando a toda la sociedad española, es más que repugnante. Y esto no es
algo reciente, todavía tenemos un infausto recuerdo, de aquel año 2004 cuando,
durante este mismo desfile del 12 de Octubre, se invitó a participar y se
homenajeó, tanto a un soldado republicano español que combatió al fascismo en
la División Leclerc liberando París, como a un ex combatiente español
voluntario de la División azul nazi, cayendo una vez más en el discurso de la
equidistancia y el olvido.
Esta supuesta
equidistancia o neutralidad es profundamente injusta y atenta contra la propia
democracia, puesto que pone en la misma categoría a las fuerzas que la
destruyeron y a las que la defendieron. En un artículo publicado en el diario
Público en enero de 2016, el profesor Vicenç Navarro hace referencia a los
estudios sobre el fascismo europeo del profesor e hispanista Edward Malefakis,
dónde subraya que por cada asesinato político que cometió el régimen fascista
liderado por Mussolini, el régimen liderado por Franco cometió 10.000. No
obstante, los medios de comunicación, el sistema educativo y la voluntad de
enterrarlo todo y de caer en el olvido nos siguen trayendo nefastas
consecuencias. Mientras que siempre nos han contado, muy acertadamente, que el
régimen de Mussolini fue un régimen criminal y totalitario, por otro lado, se
nos ha revestido al régimen franquista como una fatalidad o un episodio
inevitable de la historia tras un conflicto entre hermanos.
Se trata entonces de saber
qué modelo de país queremos, si un país en el que se rinde homenaje a
asociaciones enaltecedoras del dictador, un país donde tenemos el mayor parque
temático del fascismo, o si, queremos un país en el que se reconozca la lucha
por los derechos humanos y la resistencia contra el fascismo, tan bien
representada en la defensa de Madrid. Como bien dice esa famosa frase,
compañer@s, sin memoria no hay democracia. Es por lo tanto indispensable
recordar lo mejor de nuestro pasado y tomarlo como ejemplo y referente en las
luchas de hoy. Se lo debemos a ellos, pero también a nosotros, no queremos
vivir en ciudades con un callejero lleno de asesinos, ni que todas esas
personas enterradas y olvidadas en las cunetas sigan siendo consideradas
criminales.
Paso a paso vamos
derribando muros, y os animamos, a todos aquellos que os sintáis identificados
con los valores y principios de las personas que hoy aquí homenajeamos, a
seguir tejiendo memoria juntos. Ahora se nos abre en Madrid la oportunidad de
democratizar el callejero madrileño, debemos aprovecharla y por ello desde el
movimiento memorialista hemos propuesto un listado de calles en el que queremos
que aparezcan nuevos nombres como el NO PASARÁN o la calle de la defensa de
Madrid. Estoy seguro, porque llevamos mucho tiempo haciéndolo y porque nos
sobran ganas, de que seguiremos dando la batalla para que, algún día, como ya
sucede en muchos otros países europeos, sean reconocidos públicamente aquellos
y aquellas que lucharon por la libertad y la democracia en este país. Seguimos
en pie y continuaremos reclamando Verdad, Justicia y Reparación.
SALUD Y REPÚBLICA. NO PASARÁN
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