¿Sabes quién paga el hachazo a las renovables? Tú
En esto de las renovables, España es un país de
récord. Tristemente, no por los éxitos conseguidos en
aprovechar el sol y el viento, con los que podríamos producir más de 56 veces
nuestras necesidades de electricidad. En eso ya tuvimos nuestros días de
gloria, pero pasaron.
Ahora, mientras son otros países los
que triunfan con las renovables, en España somos campeones en la
guerra CONTRA las renovables. El impuesto
al sol, o el hachazo a las renovables son expresiones que hemos oído muchas
veces, tras las que se esconde una estrategia sostenida para liquidar el
prometedor sector renovable para beneficio de su acérrimo enemigo: las grandes
eléctricas.
Esa estrategia se ha
materializado en un conjunto de normas y leyes que componen la llamada “reforma
energética”, que ya inició el último Gobierno del PSOE, pero que elevó a su
máxima expresión y frenesí el Gobierno del PP bajo la batuta del ínclito ministro Soria, al
que ahora quieren premiar con un alto cargo en el Banco Mundial.
Con la excusa de
acabar con el “déficit de tarifa”, lo que se ha hecho ha sido cambiar las normas a mitad de
la partida. Donde el BOE decía que a quien produjese
una cierta cantidad de electricidad con energía renovable le correspondía tal
incentivo económico, la reforma energética limitó primero y eliminó después
tales incentivos y los cambió por otros muy inferiores que no existen en ningún
país, mientras establecía una moratoria sobre la instalación de nuevas
renovables. O sea, palo a quien estaba y que no venga nadie más.
Quienes habían
confiado en lo que decían las leyes para invertir en renovables solo pudieron
organizarse y protestar, o bien, en el caso de grandes empresas extranjeras,
acudir a los tribunales internacionales de arbitraje para reclamarle al Estado
español lo que les prometió por ley cuando invirtieron.
Ningún país del mundo
tiene tantos pleitos abiertos por empresas perjudicadas por la política
energética. La paradoja es que, si el motivo del hachazo se decía que era
económico, la realidad es que para defenderse de esos pleitos, el estado (o sea, tú) se está
gastando más de 13 millones de euros(8,9
millones el actual Gobierno en funciones) en contratar abogados y consultores. Gran negocio para las consultoras, pésimo para la
ciudadanía.
Sea quien sea quien
acabe gobernando, es
imprescindible que la desastrosa reforma energética se desmonte pieza por
pieza y se construya una nueva política
energética que nos conduzca a un sistema eficiente, inteligente y 100% renovable,
con el que nos ahorraríamos un 34% en facturas energéticas y crearíamos más de
3 millones de empleos.
Y no
hace falta esperar a que haya Gobierno para anular el impuesto al sol, ya que todos los partidos menos el PP se
comprometieron a hacerlo, y ese compromiso se ha incluido en el pacto
PP-Ciudadanos. Así que, ¿a qué esperan?
Desde Greenpeace
seguiremos presionando a todos los partidos políticos a que anulen las reformas
del PP en materia energética, nefastas para la ciudadanía, el dinero público y
el medio ambiente. Gobierne
quien gobierne, seguiremos defendiendo los intereses de todos y todas. Pero dado que no queremos el dinero del Banco Mundial, dependemos de tu ayuda para
hacerlo.
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