Día Mundial de
la Alimentación: la ganadería industrial está devorando el planeta
Hoy es el Día Mundial de la Alimentación y es una
excelente oportunidad para mirar dónde estamos y a dónde queremos ir. No será
fácil frenar las peores consecuencias del cambio climático, la pérdida de biodiversidad,
alcanzar el hambre cero, ni luchar contra el incremento del sobrepeso y la
obesidad… pero es posible. Ahora tenemos una oportunidad única.
Las personas expertas en cambio climático nos advierten de que tenemos poco
más de una década para reducir sustancialmente la emisión de
gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global del planeta a
1,5ºC. Por otro lado, es importante recordar que el modelo agroalimentario
predominante no ha sido capaz de eliminar una de las mayores lacras de la
humanidad: el hambre. Por segundo año consecutivo, vimos como la cifra de
personas que padecen hambre en el mundo volvía a incrementarse, siendo ya 821
millones de personas las que no pueden comer lo suficiente para satisfacer sus
necesidades.
En este escenario demencial y complicado rompecabezas vemos como hay
un sector agroalimentario que siendo una
pieza difícil de mover es a la vez vital.Lamentablemente sigue muy olvidado y
parece que nadie le quiere meter mano: la ganadería. Y en particular la ganadería
industrial. La ganadería es la responsable del 14,5% de las emisiones globales
de los gases que provocan el aumento de la temperatura del planeta tantas como
todo el sector del transporte. Por otro lado, es inmoral la
superficie agrícola que se dedica a alimentar al ganado: entre el 75-80% de la
superficie agrícola global. ¡4 mil millones más de personas se podrían
alimentar si la superficie actualmente destinada a producir piensos para
animales y biocombustibles se destinase a producir alimentos vegetales para consumo directo
humano!
Reducir la producción y el consumo de carne y otros derivados animales,
surge así como una de las mejores y más fáciles medidas que está a nuestro
alcance para ayudar a frenar el cambio climático y el hambre en el mundo. Y en
España tenemos un amplio margen para la reducción, ya que somos
el segundo país de Europa que más carne consume por persona y año. ¡Más de 90
kilos!Lamentablemente, nos estamos poniendo a la cabeza de la producción
industrial de carne y otros derivados animales y somos ya el cuarto productor
mundial de porcino.
Las políticas alimentarias de las ciudades, que se están elaborando en
muchas de ellas a raíz de su firma del Pacto de política alimentaria urbana de
Milán, deben contemplar obligatoriamente la reducción del consumo de carne y
otros derivados animales y… sin tapujos. Además, el décimo de los 44 indicadores propuesto por el Pacto de
Milán para medir el progreso de las ciudades hacia una alimentación
sostenible es sobre el consumo de carne. Aquí diez pasos que una ciudad puede
dar para fomentar la reducción del consumo de carne y promover una alimentación
sana y sostenible:
- Firmar la Declaración “Dieta sana,
planeta”. ¡Zaragoza ya lo hizo!;
- Sumarse
a la iniciativa “Lunes sin carne” o adoptar un día de “menú
sostenible”en el
que en todos los comedores públicos sólo se ofrezcan alimentos de origen
vegetal;
- De aquí
a 2020 ampliar la iniciativa a al menos dos días a la semana en los que en
los comedores públicos sólo se ofrezcan alimentos de
origen vegetal;
- Ofrecer
siempre una opción vegetariana en todos los menús de todos
los comedores públicos colectivos;
- Presentar,
antes del final de la actual legislatura, un Plan
de Acción (2019/2025)para reducir el consumo de carne y otros derivados animales en los
comedores públicos colectivos;
- Hacer
una transición para que todos los productos ofrecidos en los comedores
públicos sean ecológicos, locales y de temporada;
- Establecer
criterios de reducción del consumo de carne en sus políticas
de compra pública. Por ejemplo, que en todos los eventos promovidos por el
Ayuntamiento sólo se ofrezcan alimentos de origen vegetal, ecológicos,
locales y de temporada. Si se decide ofrecer en determinadas ocasiones
alimentos de origen animal que sean también ecológicos y locales. En el
caso del pescado, este deberá de proceder de pesca sostenible y ser de
temporada;
- Promover
iniciativas de reducción del consumo de carne entre el sector
público. Por
ejemplo, que los restaurantes y los hoteles se sumen a la iniciativa
“Lunes sin Carne” o a un día de “menú sostenible”;
- Facilitar la
creación y establecimiento de nuevos modelos económicos en los que se
prime una dieta donde predominen los alimentos de origen vegetal,
ecológicos, locales y de temporada.
- Fomentar
la alimentación ecológica a través de la realización de mercadillos
agroecológicos y locales, ferias y eventos para incrementar el
consumo interno de estos productos y que las personas puedan comprar
directamente a los productores y productoras.
Además de reducir tu consumo de carne y otros derivados animales, tú
también nos puedes ayudar a conseguir parar la ganadería industrial.
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