Encuentros increíbles con un submarino en la Antártida
Durante el pasado mes de enero, en el entorno
de la Península Antártica, Greenpeace
pudo contar con la presencia de una de las representantes del comité científico
de la Comisión de la Antártida (CCAMLR) en sus siglas inglesas, la Dra. Susanne
Lockhart, de la Academia de Ciencias de California y un
submarino tripulado y autónomo que estuvo realizando varias inmersiones en el
lecho marino más allá de los 150 metros de profundidad. Como se apunta
frecuentemente, el “inexplorado” fondo marino.
Y estas investigaciones han sido exitosas. De
hecho, hemos identificado hastacuatro
Ecosistemas Marinos Vulnerables (EMV). Este tipo de
categorización de especies y hábitats es muy importante. Significa que ahí, en
la más absoluta oscuridad y temperaturas extremas, existen formaciones
arrecifales y bioingenieras que disponen bosques sumergidos. Paraísos como los
del Caribe, pero en la Antártida donde te imaginas un desierto en el fondo
marino.
Estos cuatro EMV ya han sido aprobados por el
Comité Científico de la Antártida y serán decisivos para la declaración del
Santuario propuesto en octubre. En el mar de Weddell que se convertiría en el área protegida
más grande del planeta, de 1,8 millones de kilómetros cuadrados. Además
esta propuesta cuenta ya con el respaldo del 75% de la industria del kril que
faena en estas aguas. Si se protege el mar de Weddell no se pescará este
preciado camarón. La industria del kril ya se ha comprometido a no faenar en
áreas dónde se solapan las pesquerías y las áreas con presencia de pingüinos.
Toda la fauna de la Antártida o come kril o se alimenta de especies que comen
kril.
Aventurarse en el fondo marino, es
enfrentarse a muchos agujeros en la investigación, cuan Alicia en el País de
las Maravillas. La
clasificación de especies se hace visionando los vídeos del submarino y algunas
muestras que se recogieron con un brazo articulado. El fondo
marino alrededor de la Antártida es verdaderamente un país de las maravillas de
la biodiversidad que está en grave riesgo debido a los efectos combinados de la
sobrepesca y el cambio climático. Necesitamos proteger este lugar maravilloso
antes de que perdamos lo que ni siquiera sabemos que tenemos.
Sabemos tan poco acerca de estas aguas
remotas que existe el imperativo de aplicar el principio de precaución para
protegerlas, antes de dañar o destruir ecosistemas que ni siquiera hemos tenido
la oportunidad de estudiar. El hecho de que estos cuatro sitios ahora se puedan
utilizar para proporcionar respaldo científico para dar protección al Santuario
es ya en sí mismo una victoria.
Además estos hallazgos se suman al creciente
movimiento sobre las evidencias de por
qué necesitamos una red de santuarios oceánicos en la Antártida. De
hecho, en algunas de estas inmersiones estuvo presente el actor Javier Bardem,
y a través de sus ojos pudimos ver cómo son estos ecosistemas. Ya somos 1,7 millones de personas las que reclamamos un
santuario marino en la Antártida y queda poco para que se reúnan las
delegaciones en octubre. ¿lo lograremos?
GREENPEACE
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