Comunicado del PCE en
apoyo a la huelga feminista del 8 de marzo
Desde el
PCE saludamos la organización de la II Asamblea feminista celebrada los días 13
y 14 de enero en Zaragoza, en la que han participado más de 400 mujeres, con el
objetivo de organizar una huelga feminista para el próximo 8 de marzo, Día
Internacional de la Mujer, con la que se quiere denunciar la situación de
precariedad de vida y de violencias que sufrimos las mujeres, por nuestra doble
condición de clase y de género, así como la falta de compromisos y políticas
por parte del Gobierno para erradicar la desigualdad existente entre hombres y
mujeres. Una desigualdad inherente en el modelo de sociedad neoliberal y
patriarcal que nos impone el gran capital.
Con esta
huelga se pretende visibilizar que sin las mujeres ni se produce ni se
reproduce, que sin las mujeres se para el mundo, pues nosotras participamos en
todos los espacios de la vida y realizamos los trabajos esenciales para que la
sociedad funcione.
Somos conscientes de que esta huelga no puede ni debe cuantificarse como una huelga laboral al uso. La huelga feminista ha de servir para visibilizar a esta mayoría de mujeres que aun queriendo no podrían hacer huelga. En el trabajo asalariado las mujeres cubrimos las mayores tasas de temporalidad y jornadas a tiempo parcial, una brecha salarial de un 25% respecto a los hombres, y las situaciones laborales más precarias, con los salarios más bajos y al ser las más vulnerables también somos las más fáciles de despedir.
El trabajo de cuidados y de hogar lo desempeñan mayoritariamente las mujeres y en concreto las mujeres inmigrantes cuando es trabajo asalariado. Los derechos laborales prácticamente no existen para ellas y en la mayoría de los casos son numerosos los impedimentos legales para otorgarles permisos de residencia. En el caso del trabajo de cuidados no remunerado, la mayoría de mujeres soportamos dobles jornadas por la falta de corresponsabilidad del Estado y los hombres.
Somos conscientes de que esta huelga no puede ni debe cuantificarse como una huelga laboral al uso. La huelga feminista ha de servir para visibilizar a esta mayoría de mujeres que aun queriendo no podrían hacer huelga. En el trabajo asalariado las mujeres cubrimos las mayores tasas de temporalidad y jornadas a tiempo parcial, una brecha salarial de un 25% respecto a los hombres, y las situaciones laborales más precarias, con los salarios más bajos y al ser las más vulnerables también somos las más fáciles de despedir.
El trabajo de cuidados y de hogar lo desempeñan mayoritariamente las mujeres y en concreto las mujeres inmigrantes cuando es trabajo asalariado. Los derechos laborales prácticamente no existen para ellas y en la mayoría de los casos son numerosos los impedimentos legales para otorgarles permisos de residencia. En el caso del trabajo de cuidados no remunerado, la mayoría de mujeres soportamos dobles jornadas por la falta de corresponsabilidad del Estado y los hombres.
Con la
huelga feminista se pretende reivindicar que la política y la economía se han
de poner al servicio de las personas y no de los mercados y el capital poniendo
en valor la vida así como exigir la corresponsabilidad como un derecho, el
derecho a cuidar de nuestras personas de manera equitativa, y en condiciones
dignas, y que debe reivindicar la sociedad en su conjunto para que todas las
personas podamos tener una vida digna, sin desigualdades, ya sean por razón de
sexo, clase, orientación sexual o etnia. En definitiva, visibilizar todas las
injusticias que el sistema ejerce sobre las mujeres. Para ello las acciones se
enmarcaran en los sectores de cuidados y doméstico, laboral,
consumo y estudiantil, sumando también a las mujeres más jóvenes y combativas,
que no aceptan ni este presente, ni el futuro que se les pretende
imponer.
Desde el PCE vamos a apoyar las acciones que se convoquen desde el movimiento feminista y a contribuir con su impulso y difusión para que este 8M sea un punto de inflexión, un avance imprescindible en un camino que no tiene marcha atrás. La huelga feminista no será una acción simbólica, sino una acción de resistencia y de cambio real.
¡Por nuestros derechos vamos a la huelga feminista 8M!
Desde el PCE vamos a apoyar las acciones que se convoquen desde el movimiento feminista y a contribuir con su impulso y difusión para que este 8M sea un punto de inflexión, un avance imprescindible en un camino que no tiene marcha atrás. La huelga feminista no será una acción simbólica, sino una acción de resistencia y de cambio real.
¡Por nuestros derechos vamos a la huelga feminista 8M!
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