Quieren inundar el corazón del Amazonas
250 campos de
fútbol. Es la superficie que se va a inundar en la Amazonía, a
pesar de poner en riesgo el estilo de vida de pueblos como el Xingú y la rica
biodiversidad de la zona. Se trata de la presa de Belo Monte, en el
estado brasileño de Pará, la tercera mayor presa del mundo. Aunque
la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto descubrió hasta ocho
mamíferos nuevos en las zonas de selva afectadas, este proyecto polémico ha
seguido adelante provocando deforestación, tala ilegal y emisiones de gases de
efecto invernadero.
Belo
Monte fue concebido durante la dictadura, en 1975, pero llevado a cabo durante los gobiernos de Lula y
Dilma Rousseff. Un proyecto que ha desvelado el modus operandi entre las
constructoras y el Gobierno. El expresidente de una de las mayores empresas de
construcción del país ha revelado una trama desobornos de 41 millones de
dólares que se habría repartido a partes iguales entre varios partidos y las
empresas contratistas involucradas.
Belo
Monte es más que una megapresa, es el símbolo de la corrupción en Brasil. Y el río Xingú, antes uno de los ríos más ricos
en biodiversidad de la Amazonia, es ahora un foco de problemas para Brasil y
para el clima planetario. El llenado del embalse ya ha comenzado, pese al
incumplimiento de muchas promesas. El obispo de Xingú, amenazado de muerte y
con escolta policial desde hace seis años, ha afirmado que el Gobierno
ha traicionado al pueblo de la Amazonía, destruyendo su entorno y modo
de vida, y a la causa del medio ambiente. También ha dicho que la presa de Belo
Monte causará la destrucción del Xingú y el genocidio de los grupos indígenas
que habitan en la región durante siglos.
Con todos estos
antecedentes, el Gobierno brasileño pretende seguir construyendo megapresas
como la de São Luiz do Tapajos, en el río Tapajós, otro afluente del Amazonas. Cuenta
para ello con la ayuda de BB-Mapfre, la empresa conjunta formada por la
compañía española Mapfre y el Banco do Brasil, que ya estuvo en Belo Monte, y
con Neoenergía, empresa participada por la española Iberdrola.Grandes
empresas que son cómplices y partícipes de la inundación masiva de la selva
amazónica, la violación de los derechos humanos y la desaparición de los
pueblos indígenas.
Pero
todavía estamos a tiempo. Podemos
pararlos. Ayúdanos a salvar Tapajós. Ayúdanos a proteger el corazón del
Amazonas.
GREENPEACE
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