Exigen la
ejecución de planes contra la contaminación por ozono
Ecologistas en Acción
denuncia que entre 2013 y 2015 se ha incumplido el objetivo legal de protección
de la salud establecido para el ozono en medio centenar de las 135 zonas en que
se divide el Estado español. Estas zonas se ubican en las comunidades autónomas
de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña,
Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y País Vasco, con un
total de 21,7 millones de habitantes, cerca de la mitad de la población del
Estado.
Entre ellas, la
contaminación ha afectado a la totalidad de las comunidades de Castilla-La
Mancha y Madrid, las más afectadas como consecuencia de las emisiones del
tráfico rodado del área metropolitana de Madrid, que además de perjudicar la
salud de los más de seis millones de personas que viven en la región, afecta de
manera grave a tres millones de habitantes de ambas Castillas y Extremadura, al
norte y sur de la Cordillera Central.
Al margen del problema
creado por el tráfico urbano de Madrid, el otro gran foco de contaminación por
ozono en España se encuentra en el litoral mediterráneo, desde Girona hasta
Almería, pasando por la Comunidad Valenciana, Murcia y las Islas Baleares,
donde esta contaminación, ocasionada por el alto grado de urbanización de la
costa, afecta a cerca de seis millones de personas, especialmente en las áreas
de interior.
Las restantes áreas
afectadas por los elevados niveles de ozono se reparten entre el interior de
Andalucía y sur de Extremadura (incluyendo las áreas urbanas de Córdoba,
Huelva, Jaén, Sevilla y Mérida) y el Valle del Ebro, desde Aragón hasta la
Ribera navarra y vasca, donde habitan en conjunto otros siete millones de
personas.
Se define el valor
objetivo como el “nivel de un contaminante que deberá alcanzarse, en la medida
de lo posible, en un momento determinado para evitar, prevenir o reducir los
efectos nocivos sobre la salud humana, el medio ambiente en su conjunto y demás
bienes de cualquier naturaleza”. El valor objetivo octohorario para la
protección de la salud humana es de 120 microgramos de ozono por metro cúbico
de aire (μg/m3), que no deberá superarse en más de 25 días por cada año civil,
de promedio en un periodo de tres años.
Las estaciones de control
de la contaminación atmosférica de referencia donde en el último trienio se ha
superado el objetivo legal de ozono son casi un centenar de las 500 que miden
este contaminante en España.
La Ley estatal de
calidad del aire establece que las comunidades autónomas adoptarán planes de
mejora de la calidad del aire para alcanzar los objetivos establecidos, en las
zonas en las que los niveles de uno o más contaminantes regulados superen
dichos objetivos, como es el caso del medio centenar de zonas indicadas. Se
trata de una medida obligatoria para las autoridades autonómicas, que de
ninguna manera se puede entender como discrecional, y es independiente de las
iniciativas que pueda adoptar el Gobierno central.
Por ello, Ecologistas
en Acción está registrando formalmente peticiones para que las comunidades
autónomas de Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León,
Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra y País
Vasco pongan en marcha los planes de reducción de ozono, cumpliendo con su
obligación legal y con la finalidad de evitar que esta lamentable situación se
repita este verano y en años próximos.
Estos planes deben
pasar por la reducción del intenso tráfico urbano e interurbano que soportan
las principales ciudades del Estado, manteniendo un modelo de ciudad compacta y
promoviendo el uso de medios de transporte colectivos limpios así como no
motorizados, como la bicicleta o la marcha a pie. Por otro lado, debe
procederse al cierre progresivo de las grandes centrales térmicas, y
sustituirse por energías renovables. Todo ello sin perjuicio de la necesaria
coordinación entre comunidades autónomas, con el Gobierno central y con la
Unión Europea.
El ozono troposférico,
también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es
un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el
dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas
industrias. Por inhalación, provoca un incremento del riesgo de enfermedades
respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el
agravamiento de patologías cardiovasculares.
La OMS estima en 1.800
los fallecimientos prematuros anuales en España producidos como consecuencia de
la exposición a niveles de ozono como los registrados el pasado verano. El
ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación,
dañando los bosques y parques urbanos y reduciendo la productividad de los
cultivos.
ECOLOGISTAS EN ACCION
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