El desarrollo de la tecnología 5G y sus
repercusiones en nuestras vidas
Debemos avanzar hacia una legislación que, apostando por mantener la tasa
de beneficios actual, obligue a dedicar las mejoras en el rendimiento que puede
producir el 5G a una reducción de horario, manteniendo el mismo salario
El desarrollo de la tecnología 5G se puede considerar
como la nueva Revolución Industrial que condicionará el futuro del planeta, en
general, y de la humanidad, en particular. Al igual que ha ocurrido con otros
cambios tecnológicos desde la I Revolución Industrial en el siglo XVIII, su
plasmación legislativa tiene una gran importancia. En España se puede
considerar que el decreto que convalidó recientemente el Congreso para el
desarrollo de la tecnología 5G que -aunque en su preámbulo hace referencia,
fuera de lugar, a la situación de guerra que se vive en Ucrania- ha mejorado
las expectativas que se tenían, a tenor de las presiones que los EE.UU. están
ejerciendo para que se incluyan en los textos legales que desarrollen la
tecnología 5G disposiciones que veten directamente a las empresas chinas,
cuestión que en el caso español no se ha producido con la contundencia que sí
aparece en otros países de nuestro entorno.
En todo caso, el texto tiene elementos lo suficientemente ambiguos para dejar
cierta discrecionalidad a la actuación del Consejo de Ministros, sobre todo, en
lo relativo al Derecho Internacional y a las resoluciones y acuerdos de
Naciones Unidas, cuestión que pondría difícil la situación a empresas de un
país como los EE.UU., que no se caracteriza precisamente por respetar los
acuerdos de Naciones Unidas.
Desde esta situación de discrecionalidad, es importante poner atención al
desarrollo normativo del Decreto. El desarrollo de la tecnología 5G debe
entenderse como un instrumento para ampliar y democratizar el acceso a los
avances científico-técnicos, por lo que se necesita priorizar la defensa de la
soberanía nacional por encima de intereses empresariales y políticos, ajenos al
interés público. Para ello, es necesario situarse por encima de las presiones
que ejercen tanto las grandes empresas como las grandes potencias mundiales
mediante la libre competencia.

Desde esta perspectiva, el desarrollo de la tecnología 5G se tiene que afrontar
desde diversos enfoques, que van desde el geopolítico, hasta el medioambiental
y el laboral. El objetivo, planteando todo tipo de garantías medioambientales,
es avanzar hacia un modelo de racionalización del consumo, e incluso plantear
la posibilidad del decrecimiento energético, situando el debate geopolítico en
la multipolaridad que rompa cualquier dinámica de bloques en el desarrollo de
la tecnología 5G, eliminando las barreras ideológicas que se puedan crear para
su instalación, para que las condiciones sean las mismas en todos los Estados,
buscando mantener la soberanía tecnológica, el equilibrio medioambiental, las
garantías laborales y asegurar la privacidad.
Desarrollo del 5G con garantías medioambientales y de derechos
Es importante definir en el desarrollo del Decreto las redes de comunicación
que va a utilizar el espectro 5G y, sobre todo, asegurar que en la adjudicación
se respete formalmente todas las garantías que se recogen en el Decreto, para que
prime el establecimiento de controles públicos, al tiempo que se garantice que
no esté condicionada por presiones de ninguna gran potencia internacional. De
esta manera, se garantiza la soberanía tecnológica, se protege la privacidad,
al tiempo que se evita que sea instrumento para la sobreexplotación económica y
laboral.
También es fundamental poner toda la atención en el respeto a las cuestiones
energéticas, a las que afectará el desarrollo de la tecnología 5G, para que no
se genere una dinámica de degradación medioambiental, porque si se utiliza un
sistema de postes que dé difusión más corta, se puede llegar a triplicar el
consumo energético en relación con el 4G, mientras que otros modelos de
desarrollo pueden generar un ahorro energético que compense simplificando los
procesos de manera que se rebaje el consumo energético global.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que mas allá del propio desarrollo del
Decreto, hay una serie de cuestiones que tenemos que afrontar en paralelo a la
extensión de la tecnología 5G por sus repercusiones en todos los ámbitos de la
sociedad. De manera especial debemos tener en cuenta la repercusión que tendrá
este nuevo salto tecnológico en el mundo del trabajo, en la medida que está
directamente relacionada con la consolidación de la llamada Industria 4.0, y su
posible utilización por el Capital para para avanzar en el desarrollo de un
modelo de teletrabajo neoliberal, como denuncian las centrales sindicales.
Tenemos que ser conscientes de la necesidad de una adecuación de las actuales
medidas al pleno desarrollo de la Industria 4.0, que puede dejar sin protección
real a grandes sectores de trabajadoras y trabajadores, que ven cómo se
utilizan los avances tecnológicos para reducir plantillas y aumentar las tasas
de beneficios.
Reducir jornada laboral, manteniendo salarios y tasa de beneficios
Una cuestión básica es evitar que el despido por “causas objetivas” pueda
anular en la práctica cualquier posibilidad de plantear que la reducción
horaria sea la alternativa a la reducción de empleo que provocan los avances
tecnológicos. En consecuencia, es necesario tomar las medidas necesarias para
evitar que los avances científicos se utilicen una vez más para aumentar las
tasas de ganancias empresariales a costa de la reducción de personal. Debemos
avanzar hacia una legislación que, apostando por mantener la tasa de beneficios
actual -que ya es suficientemente alta- obligue a dedicar las mejoras en el
rendimiento que puede producir el 5G a una reducción de horario, manteniendo el
mismo salario, lo que contribuiría a la activación de la economía en general.
Es necesario incluir en la agenda del diálogo social cómo afecta la
digitalización a las relaciones laborales, contemplando la formación
tecnológica adecuada para adaptar las plantillas al desarrollo tecnológico que
se abre con la implantación del 5G, la garantía de mantenimiento de los
derechos laborales y sociales, para que no se vean disminuidos por la nueva
estructuración del trabajo, así como la imposibilidad de utilizar la
implantación de nuevas tecnologías para reducir puestos laborales, ligando con
la utilización de los avances en el modo de producción para la reducción de
horarios, al tiempo que asegura la regulación del derecho a la desconexión en
el teletrabajo y la aprobación de una fiscalidad progresiva que se aplique
sobre las nuevas tecnologías con carácter finalista, para ayudar a mantener la
estabilidad del mercado laboral.
En todo caso, estas cuestiones de carácter medioambiental o laboral no pueden
plantearse de forma separada a la legislación que defina el desarrollo de la
tecnología 5G en España y Europa, sino que tiene que plantearse una regulación
legislativa integral que permita conjugar todos los factores que se ven
afectados por esta tecnología, sin olvidar que, en el ámbito geopolítico, el
desarrollo del 5G está siendo una de las cuestiones que marca la confrontación
de EE.UU. con China y sus intentos de volver a situar las relaciones
internacionales en esquemas de Guerra Fría.
Desde esta perspectiva, se puede plantear la posibilidad de que España resista
las presiones y evolucione hacia unas relaciones internacionales más abiertas y
multilaterales, teniendo en cuenta que en este momento no existe uniformidad en
la UE, en la medida que no todos los Estados miembros están aceptando las
presiones que les trata de imponer EE.UU. para cerrar con argumentos
ideológicos la posibilidad de que empresas chinas puedan participar en los
concursos de adjudicación del desarrollo de las redes 5G.
Nuestra propuesta
Como elemento importante de nuestra propuesta debe estar garantizar la
universalidad, la primacía de lo publico, la soberanía tecnológica, el derecho
a la privacidad, así como las consecuencias de la implantación del 5G en el
modelo de producción y sus repercusiones en las relaciones laborales, dejando
claro que no se puede investigar con fondos públicos para luego dejar en manos
privadas la comercialización de las patentes.
En definitiva, frente al Capitalismo Digital tenemos que construir una
alternativa para que los avances científico-técnicos alcancen a todos los
Pueblos del Planeta. Una alternativa tecnológica democrática, socialmente
avanzada y medioambientalmente sostenible, por lo que hacemos un llamamiento
para que colectivos sociales, sindicatos, grupos políticos, centros de
pensamiento, y revistas de debate seamos capaces de constituir un ámbito para
profundizar las cuestiones derivadas que van mas allá del simple desarrollo del
Decreto ratificado por el Congreso, en la medida en que estamos, como se decía,
al comienzo de una cuestión que condicionará nuestro futuro en gran medida.
JOSÉ LUIS CENTELLA GÓMEZ. Presidente
del PCE