Solicitan
que los fondos de recuperación europeos apoyen una transición justa y
sostenible del sistema agroalimentario
Organizaciones
sociales y ambientales, entre ellas Ecologistas en Acción, demandan al Gobierno
español que no financie, a través de los fondos europeos de recuperación,
proyectos impulsados por las grandes empresas de la industria cárnica. Dichas
ayudas únicamente servirían para aumentar los graves impactos sociales,
medioambientales y climáticos asociados al modelo de ganadería industrial.
Los fondos europeos,
que también incorporan condiciones, reformas y generarán endeudamiento público,
no pueden servir para subvencionar falsas soluciones como el biogás a gran
escala, ya que no resuelve los problemas ambientales asociados a la ganadería
industrial y puede generar graves impactos en el territorio.
Amigos de la Tierra, Ecologistas en
Acción, Food & Water Action Europe, Justicia Alimentaria y el Observatorio
de la Deuda en la Globalización solicitan al Gobierno español que los 10.000
millones de euros de los fondos europeos de recuperación gestionados por el
Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico1 y
amparados en las políticas verde y digital de la UE, vayan destinados a
impulsar una transición justa y sostenible del modelo agroganadero.
Asimismo, denuncian que los distintos
proyectos liderados por la industria cárnica2 pretenden
impulsar la creación de plantas de tratamiento de purines de los animales que
viven hacinados en las macrofábricas de carne industrial, con el fin de
producir biogás. Además tienen entre sus objetivos la mecanización de la cría
de animales y del posterior procesado de la carne.
España lidera el crecimiento de la ganadería
industrial en la UE
España es el cuarto productor mundial de
carne de cerdo, después de China, EE UU y Alemania3.
El fuerte crecimiento de la cabaña ganadera porcina, con un aumento de casi
20.000 cerdos por semana en los últimos años, está imposibilitando que España
cumpla los límites de emisiones de amoniaco marcados por la legislación
europea. La ganadería es responsable del 67 % de las emisiones de gases de
efecto invernadero del sector agrícola, que es ya el cuarto principal emisor de
España. El porcino es ya responsable del 22 % de las emisiones de la
ganadería en España. Además, la producción industrial de carne tiene asociados
enormes impactos climáticos, medioambientales y sociales en países del Sur
Global derivados de la importación de soja transgénica para consumo animal.
La ganadería industrial es una grave amenaza para el
desarrollo rural en España
Los proyectos presentados por la
industria cárnica a los fondos europeos de recuperación suponen el desarrollo
de grandes explotaciones industriales, en un modelo de integración vertical,
que está sustituyendo a las pequeñas y medianas explotaciones ganaderas
independientes que fijan población en el medio rural4.

Este modelo de ganadería industrial
tiene además graves impactos en la calidad del agua, con decenas de pueblos sin
agua potable y contaminación de acuíferos por nitratos en las zonas con mayor
densidad de industria porcina. Los planes hidrológicos vigentes han puesto en
evidencia la mala calidad de las masas de agua, en gran medida, debido a la
ganadería industrial. Además, la Comisión Europea ya ha advertido a España, a
través de un dictamen motivado, de la necesidad de afrontar este problema.
Frente a este modelo depredador del
territorio, se ha generado una movilización sin precedentes con la creación de
decenas de plataformas vecinales en defensa de un mundo rural vivo, articuladas
en torno a la Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, de la que forma
parte Ecologistas en Acción. Dichas organizaciones solicitan al Gobierno de
España una moratoria a la ganadería industrial.
El Pacto Verde Europeo y el peligro de las falsas
soluciones a una transición justa y sostenible
Los fondos europeos de recuperación son
un instrumento temporal que pretende impulsar medidas para «una recuperación
sostenible y resiliente, la creación de trabajo y la reparación del daño
causado por la COVID-19, a la vez que dará apoyo a las prioridades verdes y
digitales»6.
Estas ayudas forman parte del Pacto Verde Europeo de la Unión Europea (UE), así
como otras políticas específicas en materia alimentaria, como las nuevas
estrategias «Del Campo a la Mesa» y de Biodiversidad, que guiarán la nueva
Política Agraria Común (PAC).
La creación de nuevas plantas de producción
de biogás ligadas a explotaciones ganaderas industriales supone una estrategia
de lavado verde de las grandes empresas cárnicas y un apoyo con dinero público
a la ganadería industrial que debería destinarse a otros fines. La producción
de biogás no elimina el principal problema de los purines, la contaminación por
nitratos, y su posible inyección a la red de gas en forma de biometano solo
sirve como excusa para perpetuar inversiones en infraestructuras de gas fósil
que dificultan la transición energética. Resolver el problema de los purines
implica una moratoria sobre nuevas explotaciones ganaderas industriales, la
reducción de la cabaña ganadera industrial y una transición decidida hacia
modelos de ganadería más extensivos y sostenibles.
Las organizaciones sociales y
ecologistas afirman que financiar a la ganadería industrial en España
únicamente servirá para acrecentar los graves problemas de salud global,
emergencia climática, pérdida de biodiversidad y despoblamiento rural. Los
fondos europeos de recuperación deben ir destinados a impulsar políticas que
fomenten la producción local de alimentos, el impulso a la pequeña producción
agroecológica y la necesaria transición justa y sostenible del sector agrario
y ganadero.
Elisa Oteros, portavoz de Ecologistas en
Acción: «A esta altura del cambio ambiental global, no podemos permitirnos ni
medio paso en falso. Estos fondos de recuperación no solo no deben apuntalar el
sistema ganadero industrial contaminante e injusto, sino que deben apoyar la
transición agroecológica».
ECOLOGISTAS EN ACCION