
Secretaría de Comunicación del PCE / 25 ago 10
  El Secretario General del Partido  Comunista de España, José Luis Centella, ha mostrado su solidaridad con  la familia de los Guardias Civiles y el intérprete muertos en  Afganistán, sumándose al dolor que causa una muerte inútil en una misión  cada vez más claramente de guerra. También anuncia que durante los  meses de septiembre y octubre promoverá una iniciativa ciudadana para  llevar al Parlamento el debate sobre la necesidad de retirar las tropas  de Afganistán
En consecuencia, el PCE reitera su postura contraria a la presencia de  tropas españolas en Afganistán y recuerda que la decisión de la OTAN de  impulsar una Guerra abierta en Afganistán implica a nuestras tropas en  una Guerra de ocupación similar a la que se vivió en Iraq y que los  incidentes producidos tras la muerte de los ciudadanos españoles ponen  en evidencia lo absurdo de continuar siendo partícipes de esta  operación.
Para Centella “la gravedad de las decisiones de la OTAN y la conformidad  con la que está actuando el Gobierno español es similar a la tomada por  Bush, Blair y Aznar al decidir iniciar la Guerra de Iraq” y equipara al  Gobierno de Zapatero con las peores decisiones del Gobierno de Aznar en  materia de intervenciones militares de España en el exterior,  haciéndole responsable de sus consecuencias
Según el Secretario General del PCE “la decisión de la OTAN de  incrementar las acciones militares en Afganistán pone de manifiesto, por  una parte el fracaso de la llamada operación libertad duradera, que ni  ha terminado con los talibanes afganos ni mucho menos ha detenido a los  jefes de Al-Quaeda y, por otra parte, deja claro el objetivo que tenían  las tropas de la OTAN que no era otro que la ocupación del país en  función de los intereses de los EE.UU. para controlar los recursos  naturales de la zona”.
En este sentido, el PCE denuncia que al contrario de lo que el Gobierno  quiere hacer ver a la opinión publica, nuestras tropas en Afganistán no  cumplen una misión humanitaria, ya que los soldados no han sido enviados  porque ese país requiera ayuda humanitaria con particular urgencia. La  realidad es que en el mundo hay muchos países que reclaman ayuda de  forma mucho más perentoria, como es el caso de gran parte de continente  africano con cientos de muertes diarias por hambre, que podían ser  paliadas si se le dedicasen una parte de los fondos militares que se  están gastando en Afganistán.
Para el PCE tampoco se puede decir que nuestras tropas están tratando de  ayudar a crear un Estado democrático y libre, porque la realidad es que  en Afganistán no se está creando una democracia que vaya mas allá de un  simulacro de elecciones, nada libres por cierto, ya que los apoyos  locales que consiguió Washington para desencadenar la guerra y derrocar a  sus antiguos aliados, los talibanes, no tienen ningún apego ni a la  libertad ni a la democracia, ni mucho menos a la justicia social. RAWA,  una organización de mujeres afganas, ha manifestado en diversas  ocasiones que los actuales gobernantes son «talibanes sin barba». Los  que les diferencia, amén de un reaccionarismo menos rígido que sigue  manteniendo a la mujer bajo el burka y que es tan corrupto o más que el  anterior régimen, es su servilismo ante los intereses norteamericanos.  
 


